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Antón Castro

LOLA DURÁN SE DOCTORÓ AYER CON SU TESIS SOBRE PABLO SERRANO

Ayer, en Universidad Autónoma de Madrid, leyó su tesis doctoral Dolores Durán Ucar, la comisaria de exposiciones Lula Durán. El título de su trabajo sobre Pablo Serrano fue: ‘Escultura española contemporánea. La trayectoria artística de Pablo Serrano’. La tesis ha estado dirigida por Carlos Reyero Hermosilla, de la Universidad Autónoma de Madrid, y por Jesús Pedro Lorente de la Universidad de Zaragoza.

Lola Durán publicará en breve el catálogo de la obra razonada de Pablo Serrano en la Fundación Lalo Azcona.

 

RESUMEN DE LA TESIS

Se pone de relieve en esta tesis, que la evolución de la vida, las reflexiones y la obra de Pablo Serrano están en estrecha unión con el desarrollo del con­texto histórico que le toca vivir, tanto político como social. Y que en su tra­yectoria vital hay un elemento constante, que sirve como hilo conductor a través de las distintas etapas, y que es su preocupación social y humanística.

Si bien las vías de desarrollo, tanto conceptuales como formales, fueron plu­rales, en el caso de Pablo Serrano el artista buscó siempre cumplir con un servicio a la humanidad, algo que él localizaba o identificaba con el reflejo del ser humano en su escultura, con una búsqueda de la intercomunicación humana a través de las formas. Su posición frente al arte era por tanto moral, comprometida con el papel del hombre frente al mundo.

Muchos son los guiños, desde los títulos con los que bautiza sus Series, hasta la decisión de no abandonar jamás la paralela producción de una escultura figurativa con otra de carácter marcadamente abstracto, que nos llevan a rastrear esa actitud y esa preocupación humanística. Testimonio expresado también en los reveladores textos que nos deja el escultor.

Por lo que se refiere al desarrollo de su escultura, Serrano plantea su obra en Series en las que las piezas comparten una misma filosofía y concepto esté­tico. Este es el esquema que se refleja en el Catálogo Razonado.

Serrano es un autor en continua evolución. Inicia su formación dentro de la más arcaica (o vetusta) tradición de la Orden Religiosa Salesiana de Sarriá en Barcelona. En su paso por Argentina y Uruguay, y casi a mediados de los años 50 da sus primeros pasos hacia la abstracción. Regresa a España procedente de América, y en gran parte por influencia de la obra de Ju­lio González produce una ruptura en su desarrollo a favor de un lenguaje totalmente sintético del que vemos las primeras muestras en la Serie que él mismo denomina “Hierros”.

En sus “Dramas del Objeto” y “Quemas del Objeto” amplía no solo su re­flexión filosófica sino también el proceso; añade la acción del fuego como parte decisoria de la obra; al mismo tiempo estas esculturas requieren la intervención del espectador, con lo que se produce esa comunicación hu­mana que el escultor anhela conseguir a través de sus obras. Estas experien­cias con el fuego se conectan con las llevadas a cabo por Lucio Fontana, 1722

Alberto Burri o Manolo Millares. Introduce así el vacío, el espacio desocupa­do y, posteriormente, en un intento de liberar la escultura de su volumen y peso, incorpora el movimiento en sus “Ritmos en el espacio”.

A partir de este momento Serrano conduce sus preocupaciones, plenamen­te al terreno humano; las “Bóvedas para el hombre”, que representan la definitiva humanización de su trabajo, que tendrá su continuidad en los “Lu­mínicas”, en las que mantiene una búsqueda de la luz interior y experimen­tal. Los “Hombres bóveda”, piezas con alusiones figurativas en las que pone de manifiesto la dualidad y confrontación entre exterior e interior; cuerpo y espíritu. En sus “Hombres con puerta” en los que posibilita mantener el espa­cio interior abierto o cerrado. O en las “Unidades-Yunta” donde ese diálogo interior – exterior conforma la metáfora de la comunicación, a través de dos piezas que se presentan de forma separada y que ofrecen la posibilidad de ser unidas, en un encaje perfecto, para completarse. Este hilo conductor continúa en los “Panes” en los que reflexiona en torno al alimento del hom­bre.

Un hombre siempre presente en su obra a través de las “Interpretaciones al retrato”, a los que otorgaba un tratamiento expresionista alejado de la abs­tracción; así como en su “Obra religiosa”, gran parte de su “Obra pública” y en los “Entretenimientos en El Prado”, en el que rinde homenaje a grandes artistas del pasado como Velázquez, Goya o Rembrandt. Una reverencia cumplida plenamente en su última serie “Divertimentos con Picasso, la gui­tarra y el cubismo”, que cierra una dilatada trayectoria artística, marcada por su compromiso son el hombre, su dignidad, su soledad y su necesidad de comunicación.

Llegados al punto final de esta tesis me gustaría resaltar que su desarrollo es el resultado de un largo proceso de búsqueda en numerosas y variadas fuentes. Un riguroso y exhaustivo trabajo de investigación que me ha llevado a consultar los archivos de algunos de los museos más importantes como el Solomon R. Guggenheim de Nueva York, el del Centro Georges Pompidu de Paris o el del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, contac­tar con coleccionistas, museos, galerías e instituciones artísticas de países como España, Alemania, Italia, Francia, Argentina, Uruguay, Puerto Rico o Estados Unidos, entrevistarme con familiares, amigos y coleccionistas y reali­zar una amplia búsqueda hemerográfica. Una investigación que se inició en 1723

los archivos personales del escultor conservados en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza, y el de la familia de Pablo Serrano en Madrid y Gandía.

Los datos obtenidos de las distintas fuentes los consigné en una ficha indi­vidual para cada escultura, donde se han contrastado y cruzado. Proceso que me ha permitido identificar y titular las piezas correctamente -según las consideraba el propio Pablo Serrano-; fechar adecuadamente las escultu­ras; catalogar obras que antes no figuraban en la producción registrada de Serrano; recoger del olvido piezas desaparecidas, destruidas o en paradero desconocido; localizar numerosas piezas en colecciones particulares de las que no se tenía constancia; catalogar las obras en la esfera pública, tanto los proyectos concluidos como los no realizados y depurar errores prolonga­dos a lo largo del tiempo. De especial interés es el estudio e identificación de las esculturas del período americano, una época poco estudiada hasta la fecha. Un cruce de datos, que me ha facultado para catalogar con cer­teza y de forma definitiva la mayor parte de las obras, consiguiendo así el principal objetivo marcado al inicio de esta tesis. De este modo, este trabajo se convierte en apoyo y referencia de obligada consulta para futuras inves­tigaciones sobre la obra y vida de Serrano.

Por todo lo contemplado, se puede decir que Serrano vive su aventura es­cultórica dirigido por la creencia de que solo a través de una reflexión inte­lectual y en una introspección concentrada, puede apoyarse toda obra o manifestación artística. Un pensamiento estético que, como se ha comen­tado, se traduce en sus Series, de forma que cabría la posibilidad de esta­blecer nuevos estudios en torno a ellas o bien estableciendo relaciones con estilos y tendencias del ámbito social y cultural de su época.

 

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