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Antón Castro

CARLOS CORTÉS: UN DIÁLOGO DE ARTE

CARLOS CORTÉS: UN DIÁLOGO DE ARTE

PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN EN LONDRES: ‘PROSPETO BOOK’S’,

‘EL LIBRO DE PRÓSPERO’ DEL ARTISTA Y EX BAILARÍN CARLOS CORTÉS

 

-EXPONE EN LA TORRE THE GHERKIN DE NORMAN FOSTER, UNO

DE LOS EDIFICIOS ICÓNICOS DEL NUEVO LONDRES

 

Las  pinturas y esculturas del artista aragonés Carlos Cortés están inspiradas por una de los dramas más complejos y ambiguos que escribió Shakespeare, “La Tempestad”, y  contemplan desde las alturas las calles y edificios que se extienden bajo las faldas de esta torre de cristal curvado.

Es uno de los personajes protagonistas de la obra -Prospero- el que da título a esta muestra en la que Cortés insiste en su vocabulario de materiales reciclados.

Maderas y metales, -objetos encontrados que son fragmentos de otras vidas-, crean un entorno para personajes enigmáticos que oscilan entre el dolor y el sentido del humor, la ansiedad y la ironía.

Son figuras que comparten la estilizada distorsión y la intensidad de gamas cromáticas de el Greco, con la profundidad dramática de algunos grabados goyescos.

Una vibrante gama de colores denota sus orígenes mediterráneos, y la combinación de elementos pictóricos y escultórico-arquitectónicos  nos remite a referencias al arte religioso, a templos y a formas de espiritualidad reimaginadas: Pequeños altares  para el ciudadano urbano contemporáneo...

Hay puertas que se abren y cierran, personajes que se ocultan o se nos revelan. A través del movimiento, y de la interacción con el espectador, sus obras oscilan con frecuencia entre el cuadro figurativo y la escultura abstracta, dejando al descubierto vínculos también a esa trayetoria paralela del aragonés en el campo de las artes escénicas que puede ser rastreada  a sus raíces zaragozanas en la escuela de María de Avila -en la que estudió- y el antiguo Ballet de Zaragoza para el que trabajó como fotógrafo y escenógrafo.

 

Esta es la primera muestra de Carlos Cortés después de su reciente exposición “BLACK BOX”, en el CDAN de Huesca. Un montaje que reunió esta pasado verano más de 100 obras de numerosas colecciones particulares y oficiales, y que abarcaba  unos 25 años de su carrera, siendo a la vez una de las escasas oportunidades que sus paisanos han tenido de contemplar la obra de este artista aragonés.

Tras casi dos décadas de creación en el extranjero y de proyección internacional, Carlos Cortés sigue siendo quizás uno de los grandes desconocidos en su propia tierra.

 

 

DIÁLOGO CON CARLOS CORTÉS

 

¿Por qué William Shakespeare y por qué ‘La Tempestad’?

 La razón por la que Shakespeare fue la inspiración en este caso tiene que ver quizás con una etapa específica de mi vida y también con mi experiencia en mi reciente exposición en el CDAN, ‘Black Box’. La oportunidad de contemplar en un solo lugar obras que abarcan 25 años de mi carrera me permitió trazar un mapa del viaje realizado hasta ahora, y entender muchas de las razones que han  impulsado mi creación. Este proceso de asumir  tu papel como creador y también de tomar conciencia de los recursos empleados me llevó directamente a releer ‘La Tempestad’  y a identificarme con la figura de Próspero. Este usa sus poderes mágicos para dominar un mundo -su isla- que es totalmente su creación. De vez en cuando crea tempestades para romper esa barrera que le separa de una realidad que le traicionó, para atraer a la isla a personajes que a pesar de toda su magia son necesarios para hacer que ese mundo auto suficiente de frutos  a través del amor. Y esto, aunque parezca muy alambicado, es el diario de un artista maduro reflexionando sobre su propia obra.

¿Significa algo especial para ti el dramaturgo o te ha parecido oportuno rendirle un homenaje en el IV centenario de su nacimiento?

 Shakespeare está en todas partes siempre, y más en este país en el que vivo. Yo quizás me siento más cercano a título personal al Quijote o incluso a algunos textos de Calderón de la Barca, pero en este caso la relación entre ‘La Tempestad’ y mi evolución personal se manifestó de una forma muy especial.

 

¿Qué vínculo estético guarda tu trabajo, sobre todo la escultura, con el Greco?

 Supongo que el vínculo viene más de una espiritualidad inherente en mi trabajo que de una semejanza formal. Podemos hablar de realidad cotidiana y del surrealismo como polos opuestos de la percepción. Pero creo que hay otras opciones. La visión del universo como algo gobernado por fuerzas superiores pero intangibles hace que los personajes y los entornos en los que estos habitan sufren un proceso de deformación, de intensificación extrema. Y creo que ahí es donde encuentro la similitud entre el Greco y mi obra. No solo son las formas distorsionadas, o los colores, de una intensidad telúrica...es también reflejo de un intento de trascendencia que al mismo tiempo está intrínsecamente unido a una experiencia totalmente individual, e incluso sensorial, un poco en la línea de los místicos como SantaTeresa o San Juan de La Cruz.

¿Has querido rendir homenaje a distintas artes con este proyecto?

No empiezo un proyecto pensando en ideas como rendir homenaje a distintas artes, pero inevitablemente mi trabajo transcurre en diferentes disciplinas creativas y existen las influencias lógicas que eso conlleva. En el caso de esta exposición si algo ajeno a mi propia forma de trabajar hubo es la necesidad de adaptar la muestra a un entorno arquitectónico muy particular. La forma convexa de las paredes de gran parte del espacio y la proximidad a grandes superficies de cristal desde las que se contemplan unas impresionantes vistas de la ciudad me hizo decantarme por un énfasis en obras pequeñas. Hay muchos cuadros con puertas que se abren y se cierran, esculturas que sobresalen de la pared...es un intento de responder a un entorno muy particular y potente con un contraste marcado, que te hace acercarte a la obra e interactuar con ella.

 

¿Qué te dan los objetos encontrados, dónde los recoges y qué elementos suelen interesarte?

Los objetos encontrados aparecieron en mis primeros trabajos y se han mantenido como una constante que con los años se ha hecho cada vez más importante. Yo los considero como un mapa de experiencias vividas, o un diario que refleja en la forma que algo se desgasta, se raya o se rompe, las vivencias de personas a las que nunca conoceré. En ocasiones forman parte de mi propia vida, como los fragmentos que guardo de nuestra antigua cocina, u objetos que rescataba de lugares en los que trabajaba construyendo decorados para los espectáculos del West end... Hay elementos con un origen más dramático, como cuando hice estallar un vehículo y luego trabajé sobre las formas escultóricas que los explosivas generaron. Con frecuencia una obra contiene fragmentos de varios muebles, paneles o maderas fruto de diferentes "encuentros". Cada fragmento está unido a un lugar y a un tiempo, y todo eso está en mi memoria. Con frecuencia pienso que de alguna manera toda esa información tendría que integrarse en la obra, pero no me gusta la idea de tener una hoja enorme llena de datos al lado de un cuadro. Es algo que no he conseguido solucionar, y mucha gente que se queda fascinada cuando se los cuento me dicen que les hubiera gustado tener acceso a esa información para entender mejor la obra. Un tema por resolver.

 

¿Cómo es la vida de un artista español/ aragonés en Londres?

La vida de un aragonés en Londres es lo que es después de tantos años. Empiezas a no saber a donde perteneces, aunque como yo me fuí a Londres con casi 30 años yo creo que el molde ya estaba hecho y hay cosas que ya no van a cambiar. Echo de menos el sol de Aragón, los tapeos por el casco viejo... Alguien ha puesto estos días en Facebook un vídeo de esos de promoción del turismo y aparte del paisaje y la arquitectura, me emocionaba al recordar los ratos con los amigos y la familia probando delicias gastronómicas y caminando al azar por esas calles estrechas y llenas de historia.

 

¿Te molesta, te incomoda algo?

Me avergüenza por eso la forma en que nuestros políticos y la sociedad en general han dejado corromperse el bonito sueño que fue el inicio de la democracia, y solo espero que seamos capaces de un proceso de regeneración que nos haga volver a levantar la cabeza y a ser una sociedad más sana. Tiene que haber una concienciación de lo que es justo, de la honradez y la eficacia, y de tomar responsabilidades cuando alguien cruza determinadas líneas.

 

Dices que no eres conocido en Aragón. ¿Cómo valoras tu exposición en el CDAN?

Mi exposición en el CDAN fue una sorpresa muy agradable y una oportunidad fantástica de mostrar mi trabajo en un espacio incomparable. El director Antonio González [que acaba de ser destituido por el nuevo Gobierno] y su equipo se portaron muy bien conmigo y les estoy muy agradecido. Por otra parte yo llevo casi veinte años fuera, he expuesto mi obra pictórica dos veces en Aragón desde que me fui ( la otra vez fue en la Galería Pilar Ginés durante la Expo) todavía no he conseguido una sola crítica en los medios, lo cual te hace sentir que de cara a tus colegas y al panorama artístico de Aragón, instituciones etc... eres casi invisible. Te duele también saber que aparte de menciones puntuales como noticias el día de la inauguración, hay gente que se preocupa de escribir sobre una exposición tuya en Bélgica, o por supuesto en Londres-  pero nadie lo hace en la ciudad en la que naciste y creciste.  Supongo que eso puede tener que ver también con el hecho de que la primera parte de mi carrera transcurrió en el mundo de la danza, viví fuera de Zaragoza unos años y nunca llegué a integrarme en los círculos artísticos locales antes de dejar la ciudad para venir a Londres. Por otra parte hay que reflexionar y darse cuenta de que al final lo que de verdad cuenta es encontrarse en una situación en la que puedes vivir de tu trabajo creativo y de que hay un público que valora tu trabajo, aunque ese público no sea o siempre el que uno quisiera.

 

¿Qué supone para ti exponer en ese edificio de Londres, The Gherkin, de Norman Foster? 

Exponer en uno de los edificios más conocidos de Londres ha sido una experiencia extraña. Indudablemente hay algo metafórico en el hecho de mostrar tu obra en un espacio arquitectónico de tal calibre, un lugar intrínsecamente asociado al poder económico y al maquinaria financiera de la City. Desde allá arriba es muy fácil sentirse por encima de todo -literalmente- Como creador es un entorno en el que no me encuentro muy a gusto a nivel personal, pero el Arte y la riqueza o el poder han coexistido siempre, y supongo que lo importante es saber que cada uno tiene su sitio y que aunque te pases por allí de vez en cuando, lo tuyo es otra cosa.

 

¿Cuál sería entonces tu sitio, ese sitio? 

Como yo siempre digo, mi inspiración y mis raíces vienen de un pueblecito de Teruel llamado Seno, donde vamos de vacaciones siempre que podemos, y que es donde la magia ocurre. Me impacta más la experiencia  del padre de un amigo mío, que tiene ochenta y pico años y todavía se preocupa de lo que ocurrirá con olivos recién plantados -que aún tardarán treinta años en dar frutos-, que los millonarios que verán mis cuadros en ese edificio antes de viajar a las Bahamas o coger su yate. Ese hombre tiene una conexión con la realidad y el paisaje que va más allá de su propia existencia, y eso se parece mucho más a lo que yo siento sobre lo que el arte debería ser. Y todo lo demás, son pamplinas.

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