DIÁLOGO CON JUANJO MORALES
El autor de este libro:
Juan José Morales Ruiz es Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesor del Máster de Historia de la Masonería en España y América en el Departamento de Historia del Derecho y de Historia de las Instituciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED); miembro del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME); y Profesor Tutor de Historia Contemporánea de España (UNED). Se ha especializado en el estudio del discurso antimasónico y la represión de la masonería en la guerra civil española y durante el franquismo.
Cazarabet conversa con Juan José Morales Ruiz:
- ¿Amigo, apenas “sabemos” de la masonería y eso que es una parte importante dentro de las relaciones de quien “más conocimientos atesora” a qué lo atribuyes?
- Desde que hace 300 años, cuando se creó la Gran Logia Unida de Inglaterra, se fundaron las primeras logias masónicas en Inglaterra, la Masonería se vio en vuelta en una aureola de misterio. Ese era (y probablemente es) su principal atractivo, pero también lo que provocó, en muchos países su persecución.
En la primera parte de mi libro, abordó la cuestión de los orígenes y definición de la masonería. Y digo que es hasta cierto punto lógico que antes de estudiar el discurso antimasónico en la guerra civil española, hay que dar respuesta a una pregunta, aparentemente muy sencilla (por lo menos en su formulación) pero que es más complicada de lo que parece. Me refiero a la pregunta: ¿qué es la Masonería?
Cito lo que dice el profesor Ferrer Benimeli, sin duda el mayor especialista en la historia de la Masonería, en su libro: El contubernio judeo-masónico-comunista, sobre esta cuestión. “Una de las dificultades mayores que supone hoy día el hablar o escribir de Masonería española radica, no tanto en saber lo que fue o hizo -que en parte ya sabemos- sino en tener que desmontar previamente una idea errónea o una auténtica deformación popular en lo referente a la Masonería” (FERRER BENIMELI, José Antonio, El contubernio judeo-masónico-comunista, Madrid, Ediciones Istmo, 1982, p. 23).
Y es que todavía resuenan en los oídos de muchos españoles los ecos de aquellas campañas antimasónicas que atribuían al contubernio “judeo-masónico”, asociado al comunismo, al separatismo y a la anarquía, una acción despiadada de destrucción de nuestro país. La Masonería fue responsabilizada de la guerra civil, de la pérdida de nuestras colonias, de la decadencia española, etc. Y fue perseguida por el franquismo, que consiguió su sistemática destrucción, y exilio, y la convirtió en un auténtico paradigma del mal. Vamos ahora a contestar a la pregunta de qué es la Masonería. En mi libro recojo por ejemplo la definición que aparece en las Constituciones del Grade Oriente de España, publicadas en 1871. Allí se proclama que “la Masonería tiene la perfección de los hombres, y por lo mismo, los Masones españoles admiten los diversos Ritos, Grados, ideas y sistemas sociales establecidos, siempre que ellos no atenten a los principios morales, filantrópicos y fraternales”. Este a partidismo se justifica porque la Masonería es “una escuela de ética que persigue un fin exclusivamente moral y que opera en el campo libre de la filosofía y de la enseñanza”. Cabe preguntarse entonces ¿por qué fue tan perseguida?, y ¿cómo pudo construirse ese mito del contubernio y de la conspiración judeo-masónica? Debería quedar claro que la Masonería no tiene nada que ver con toda serie de leyendas con que, en algunos países como el nuestro, se le ha rodeado, y donde el sólo nombre de masón evoca a misas negras, profanación de hostias, asesinatos de niños, culto a Satanás, venganzas sangrientas… y todo ese cúmulo de fábulas que han llegado a cobrar consistencia y ser creídas sin más desde la más tierna infancia, por obra de educadores cuya ignorancia sobre el tema no les ha impedido deformar sistemáticamente generación tras generación.
Este proceso de mitificación, de falsificación de lo que es la Masonería, es fundamental a la hora de estudiar con rigor y académicamente el discurso antimasónico en el bando franquista durante la guerra civil, y después durante el franquismo, hasta la muerte de Franco, porque ha producido en el público una falsa “definición” de lo que es de verdad la Masonería, y ha calado tan hondo en la sociedad española, que hace muy difícil superar el entuerto.
-Porque en el Estado Español ¿cuándo aparece la masonería, las primeras logias y qué corriente impera sobre la o las otras…
- Más que de una existencia organizada y continua de la Masonería, en la España del siglo XVIII, hay que hablar de la presencia esporádica y sin mayor trascendencia de algunas logias que no tuvieron ninguna importancia ni continuidad, excepción hecha de las logias británicas situadas en Gibraltar y en Menorca (sobre la Masonería en esta isla he publicado algunos trabajos de investigación). Esas escasas primeras logias estaban relacionadas con la Gran Logia Unida de Inglaterra.
-Aunque, amigo, quizás deberíamos definir, lo más sencillamente posible qué es una logia masónica.
-En relación con el término “logia” baste decir que sirve para designar el lugar donde realizan sus actividades los masones. También, se suele utilizar, indistintamente, el nombre de “templo” o “taller”. En un sentido más amplio, se utiliza el término logia “en plural”, para designar las comunidades masónicas de base. Las logias constituyen el principio organizativo fundamental sobre el que los masones desarrollan las actividades de “iniciación” y formación, y el resto de los “trabajos masónicos”. Las Logias son la estructura sobre la que se desarrolla la masonería en todos los países.
-Siempre ha estado en el punto de mira, siempre ha estado reprimida, pero ¿por qué?; ¿tan peligrosa era para el poder piramidal de lo que podríamos considerar como un Estado –tipo?
-Yo he estudiado el tema de la brutal represión de la masonería durante el reinado de Fernando VII, donde, sin embargo, paradójicamente apenas hubo logias masónicas. Y en esta cadena de prohibiciones y persecuciones, conviene tener en cuenta una serie de documentos pontificios publicados por los Papas contra la masonería y los masones, desde el siglo XVIII, y que tuvieron una influencia decisiva.
Probablemente la encíclica más determinante por su influencia en la persecución de los masones durante el siglo XIX, y después en el siglo XX en la España de Franco, fue la “Humanum Genus” de León XIII, publicada el 20 de abril de 1884. Esta encíclica es una especie de “summa antimasónica” del pensamiento eclesiástico. Aunque no fue la única.
-Pero, a la vez, muchas de las personas más influyentes, tanto a nivel del Estado Español como a nivel internacional, formaban parte de alguna logia masónica….
-Este es uno de los mitos más habituales incluso todavía hoy. La presencia de masones entre la gente más influyente tanto en España, como a nivel internacional. Y muchas veces han sido (y son) los propios masones responsables de la propagación de este mito, como si en su afán proselitista creyeran que tiene alguna ventaja esta falsedad, y que, sin embargo, en España, y en otros países, durante los últimos 300 años, ha provocado (y ha tratado de justificar) de justificar lo del contubernio y algunas teorías de la conspiración.
-Para ellos, para los integrantes, suponía como un prestigio, como una forma de ostentar cierto poder… cabe casi a pensar que la especie humana cae siempre en lo mismo: somos un gran rebaño jerárquico que necesita como ir demasiado de la mano.
-Y además esta tergiversación favorece una cierta curiosidad que provoca de tanto en tanto la publicación de informaciones sensacionalistas con pretendidas listas de masones que ocupan los partidos políticos, los gobiernos, e incluso el propio Vaticano.
-La fraternidad está más que bien entre los humanos (fundamental desde muchas perspectivas), pero el pensar por uno mismo, también… y esto en organizaciones jerárquicas, secretas, simbólicas a veces se puede como “escapar” un poco de control (no sé si me explico) … ¿qué nos puedes reflexionar?
-Insisto en que hay demasiada leyenda urbana sobre los masones y la masonería. Por ejemplo, cuando se trata incluso de cuantificar su número. En la actualidad los propios masones dicen que habría en España cerca de 5000 masones. Son demasiados. Puede que confundan el deseo con la realidad.
Y por añadidura, no parece de verdad que entre ellos destaquen los principales líderes de la sociedad española, tanto a nivel económico, empresarial, político, intelectual, etc. Y ello, porque todavía en España pesa muchísimo la mala imagen de la masonería repetida hasta la saciedad por la propaganda franquista.
- ¿Cómo fue la relación de las mujeres con la masonería en España? -Había ciertas reticencias a que las mujeres formaran parte de esta organización jerárquica y ellas mismas, como en casi todos los campos, se tuvieron que hacer sitio como a codazos… ¿Qué nos puedes reflexionar?
-En la masonería británica, la llamada masonería “regular” se impide desde hace 300 años la participación de la mujer, en virtud de las llamadas constituciones de Anderson. Pero en la masonería de influencia francesa, la masonería “irregular” se admite a las mujeres, hay logias mixtas, y logias sólo de mujeres.
-Claro, llega la Guerra Civil, la dictadura y ellos querían ser la única voz, la única idea a seguir, aunque fuese a fuerza de represión de todo tipo y de escarmiento y en la masonería vieron un enemigo claro: ¿cómo lo concibieron como enemigo y qué medidas fueron tomando en contra de ellos?
-En mi libro trato de dar una respuesta al tema de la represión de los masones. El título (Palabras asesinas. El discurso antimasónico en la guerra civil española), me parece muy significativo. Desde el inicio mismo de la contienda civil, de cuyo inicio se cumplieron en 2016 ochenta años, la prohibición, la condena y la represión de la masonería se convirtió en uno de los objetivos, que tenía además la virtualidad de unificar a los distintos militares que protagonizaron el golpe militar. Y durante la postguerra y todo el franquismo, los masones (aunque los pocos que salvaron la vida habían huido y vivían fuera de España) eran la justificación de la permanencia de Franco en el poder, porque repetía a marcha martillo, que “la masonería nunca se rinde” y que no se podía bajar la guardia porque se trataba de un “enemigo invisible”, y por eso tan temible.
- ¿Qué discurso o bajo qué pilares y factores empezaron a desarrollar el discurso antimasónico? Debió ser muy agresivo para titular tu libro, “Palabras asesinas”, ¿no?
-Aquí me gustaría recordar lo que decía Elie Wiesel hablando del Holocausto: "No todas las víctimas de los nazis fueron judíos, pero todos los judíos fueron víctimas de los nazis". De la misma manera, parangonando a Wiesel, se puede decir que no todas las víctimas del franquismo fueron masones, pero todos los masones (españoles) fueron víctimas del franquismo.
- ¿Bajo qué perfil humano una persona podía pasar a ser “sospechosa de formar parte de una logia masónica”?
-Todo el mundo era sospechoso. Todo el mundo era culpable, si no se demostraba lo contrario. Lo que era bastante difícil. En este sentido, en un libro anterior (La publicación de la ley de represión de la masonería en la España de postguerra (1940) que publiqué en 1992, pero que creo que todavía está vigente, desgraciadamente) recogía una frase de Franco publicada en el periódico Arriba, con el pseudónimo de “J. Boor”, el 3 de mayo de 1951.
Decía: “Si la masonería no descansa en sus actividades criminales, forzosamente hemos de ponernos en plan de combatir quienes, por conocerla, nos hemos convertido en fieles guardianes de nuestro solar frente a sus ataques. No hemos jamás de olvidar que entre las fuerzas derrotadas de la anti-España por el Movimiento Nacional Español ocupaban un puesto principal las fuerzas masónicas de nuestra Patria, que, aunque reducidísimas en su número eran, sin embargo, las patrocinadoras de todas las traiciones y las que realmente habían abierto las puertas de la patria a la invasión comunista y a su enseñoramiento de nuestro solar. Los que crean que la masonería se da alguna vez por vencida se equivocan. Hija de la maldad, su espíritu demoníaco sobrevive a la derrota y encarna en nuevos seres y en nuevos territorios. Hemos de desconocernos al sol de la gloria y del resurgimiento, si queremos librarnos de la sombra inseparable de las asechanzas masónicas”.
-¿Qué oficios estaban más vinculados con la masonería y sus diferentes logias?, hablo, además, de los que se dan como “más tradicionales” …porque siempre se ha hablado y tú lo reflejas en tu libro que destacados miembros vinculados con la seguridad y profesiones liberales eran muy activos. ¿Qué nos puedes comentar?
-En 300 años de historia la masonería en España ha tenido miembros de muy distinta escala social. Recientemente el Profesor Javier Alvarado ha publicado un libro sobre la presencia de la nobleza en las logias masónicas españolas (ALVARADO, Javier, Masones en la nobleza de España. Una hermandad de iluminados. Madrid, La esfera de los libros, 2016). Su riguroso trabajo historiográfico ha desmontado el mito del carácter republicano, y popular de la masonería española en el siglo XX. Y es que habría que hablar más que de masonería, de “masonerías”, y ver que el fenómeno masónico en España es más complejo de lo que parece.
- Porque no cualquier ciudadano podía entrar, ¿no? Háblanos de esos requisitos a seguir…
-Para entrar en la masonería, de acuerdo con las Constituciones de Anderson (vigentes todavía hoy en la masonería “regular” desde el siglo XVIII) hay que ser “un varón, libre y aceptado”. Ello impide, como he dicho el acceso a las mujeres en la masonería “británica”
- Eso “choca”, un poco, quizás con lo que yo pienso que debería ser la fraternidad entre los seres humanos, ¿qué nos puedes decir y comentar?
-Yo creo que en la actualidad hay algunas cuestiones masónicas que son un tanto anacrónicas. Por ejemplo, esta idea de una sociedad organizada a partir de diversos grados, y muy jerarquizada, por más que sus dirigentes sean elegidos democráticamente. También puede resultar chocante el carácter de una organización “discreta”, en una sociedad abierta, cada vez más comunicativa.
- ¿Qué era lo que perseguían los masones y sus logias entre y detrás de sus reuniones?; ¿a qué le temía tanto la dictadura franquista? Pero la masonería sobrevivió… ¿cómo lo hizo?
-Sobre esto creo que he respondido con anterioridad. De hecho, hasta unos años después de la muerte de Franco, y ya en plena transición, los masones no regresaron del exilio, y la masonería no fue legalizada como cualquier otra asociación.
- ¿Cómo salió la masonería de tantos años de represión, persecución en tiempos de dictadura? porque, ahora, aunque siguen siendo una “sociedad secreta” no es lo mismo vivir ahora que en la dictadura o que en tiempos de la II República. Cuéntanos…
-La masonería en la actualidad está tratando de funcionar como cualquier otra asociación. En 2017, la Gran Logia Española desarrolla una campaña de reconocimiento de la honorabilidad de la masonería entre las instituciones, y la ciudadanía. Pero, naturalmente, la huella de las campañas antimasónicas del franquismo, todavía pesa sobre sociedad española. Estamos muy lejos de llegar a la situación de otros países, donde funciona con absoluta normalidad.
- ¿Por qué a las personas comunes nos debería de interesar más la masonería?, ¿tanta influencia ha tenido en nuestro devenir?
-No creo que la masonería deba interesar más que una ONG, como UNICEF, por ejemplo, que desarrolla una magnífica tarea en defensa de la infancia. O también CARITAS. La masonería, en otros países, - a pesar de su histórica persecución en España-, es una asociación como cualquier otra de fines similares.
-Ya, por último: en la actualidad, aquí en nuestro país, ¿cómo definirías en “estado de las cosas” en torno a la masonería?
-Ahora en España, todavía, la masonería sigue estando estigmatizada por la propaganda de extrema derecha. Y forma parte de los mitos constitutivos de las teorías de la conspiración, que sin embargo no tienen ningún fundamento, aunque tenga mucho éxito a nivel editorial. Falta mucho rigor a la hora de hablar de la masonería. Y parece que cualquier cosa vale. Por eso es necesario el estudio histórico de la masonería en nuestro país.
0 comentarios