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Antón Castro

ADIÓS A LUIS CALVO



Ha fallecido el pintor Luis Calvo Díez (Zaragoza, 1935-2021) a los 85 años de edad. Solía definirse como “artista, viajero y campesino”. Era un pintor versátil, en temas y técnicas, apasionado por la luz y los reflejos. Solía recordar que era sobrino nieto de Miguel Burro Fleta, al que le hizo varios retratos. Más de una vez recordaba que uno de los grandes amigos del tenor había sido su padre Ricardo Calvo.

De estirpe campesina, Luis Calvo descubrió su pasión por el arte, algo que no gustó mucho en su casa, y estudió la técnica en el estudio de Alejandro Cañada y en la Escuela de Artes y Oficios, donde tuvo como profesores a Virgilio Albiac y a Albareda. Siempre alternó las labores en el campo con la pintura; le gustaba recordar que gracias a una conocida entró en contacto con la Base Americana y allí vendió muchos cuadros de variados formatos. Realizó una producción figurativa de retratos, desnudos, bodegones, paisajes (especialmente de los Monegros, a los que les dedicó muchos óleos, y del entorno de Cogullada, donde tenía sus tierras), viajes y flores, que para él era una devoción. Igual pintaba crisantemos que peonías u orquídeas.

Hizo varios viajes por África, especialmente Marruecos y Egipto, y realizó muchos cuadros de zocos, grupos, calles y casas, escenas costumbristas con su característico estilo clasicista, etc. Hizo muchos retratos: pintó a una joven Virginia Woolf, a la actriz Sandra Mozarowsky, a la que conoció en Torremolinos poco antes de su muerte, o su admirado Miguel Fleta, obra que publicó en Heraldo de Aragón.

Una de sus últimas exposiciones fue en la sala de exposiciones de la Caja de Teruel en 2013, donde se veían otros temas: su pasión por Zaragoza: pintó en muchas ocasiones las torres de San Pablo o de La Seo, diversos rincones de la ciudad. Su casa, en el Casco Histórico, estaba atestada de obras de todos los formatos. “Zaragoza es mi ciudad y siempre me gusta por su luz. Aragón posee una luz excepcional. Tiene muchos rincones para ser pintada. Me encuentro más cómodo en el realismo, muy trabajado, que en la abstracción”, solía decir. A lo largo de su carrera, recibió distintos premios y expuso no solo en Zaragoza sino en Huesca, Sitges, Burdeos, St. Feliu de Llobregat. Ocupó varias veces la portada de ‘Artes & Letras’, el suplemento de los jueves de este diario. Luis Calvo era un hombre amable y cercano, enamorado del arte y de la amistad, que amaba profundamente la vida y que deja un vasto legado.

 

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