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Antón Castro

JUAN GARCÍA PONCE: VIAJES POR ESPAÑA

JUAN GARCÍA PONCE: VIAJES POR ESPAÑA

[Juan García Ponce (1932-2003) fue un destacado integrante de la llamada "generación de medio siglo", también conocida como "de la ruptura", a la que pertenecieron nombres de la talla de José de la Colina, (autor de unas deliciosas conversaciones con Luis Buñuel, que firmó con Pérez Turrent, publicadas en dos ocasiones por Plot)  y el Premio Cervantes Sergio Pitol, entre otros. García Ponce tradujo e incorporó a las letras iberoamericanas a autores europeos como Robert Musil, Julien Gracq, Pierre Klossowski, George Bataille y George Trakl, entre otros. García Ponce, que padeció durante casi 30 años las secuelas de esclerosis que acabaría con su vida, era el hermano mayor del pintor y artista plástico Fernando García Ponce. Una de las grandes expertas sobre esta figura, galardonado aquí y allá y muy famoso en España en los años 80, fue publicado por Montesinos, es la profesora Magda Díaz Morales, de México, que le ha dedicado numerosos estudios y una espléndida monografía. Es ella quien explica las vinculaciones españolas de Juan García Ponce. Gustosamente las copio aquí.]

El padre de García Ponce era español. García Ponce nace en Mérida, Yucatán, en 1932. La primera vez que García Ponce viaja a España, tenía 20 años. Iba solo por unos días, pero el viaje se prolongó mucho más. Tanto, que allá cumplió 21. Entró a España por tren para ir a Barcelona. Corria el año de 1953. En Madrid vivía su primo Cesaruco, como él le decía. García Ponce se dedica a viajar solo por el sur de España, incluyendo las Baleares, durante tres meses. Su primo Cesaruco, que estudiaba escultura en la academia de san Fernando, no lo conocía, ni nadie de sus familiares allá sabía de su existencia. Su primo lo recibió como un hermano. Era la época de la España de Franco.

 

Cesaruco vivia con otros dos estudiantes del pueblo donde nació y donde había nacido gran parte de la familia española de García Ponce: Vegadeo. García Ponce cuenta lo siguiente:

 

"Mi tio César con sus cinco hermanas solteras y sus dos hijos menores vivía todavía en esa casa. No salía nunca, dispuesto como buen caballero español a morirse de hambre cuando la curtiduría de su familia fracasó en este mundo comercial e industrial. Él, seguía empeñado en curtir cueros, sin obreros ya, solo en el sótano de su amplia casa, antigua y bella casa a la cual pasaba uno de los ríos del pueblo. Creo que no tenía éxito en su carrera muchas veces: el sótano tenía un vago aroma de descomposición. Ahí, en el lóbrego sótano de esa casa bellísima, teníamos conversaciones muy serias sobre poesía mística, dignidad y muchos más temas importantes. Él y su familia fieles a Vegadeo, en su dignísima pobreza, vivían principalmente de los huevos que ponían las muchísimas gallinas de la casa.

 

Nada de eso sabía cuando llegué a Madrid, sólo que mi tía Juana, hermana de mi padre, no estaba dispuesta a que ella y sus hijos se muriesen de hambre. Aprovechando que Segundo, el primero de sus hijos, ya vivía en Barcelona, trabajaba en la SEAT y tenía conocimiento de la ciudad, se fue con cuatro de sus hijos, dos de ellos mujeres, a Barcelona. Ahí vivían muy pobremente en un departamento pequeño en la calle de Praga. En la calle de Praga no proliferaba la limpieza; mis primos se asombraban de verme bañar, todos los días, en la tina con agua fría: rarezas del primo americano. La comida, devorada por todos, no incluía nunca carne y como papel de baño se usaba periódico. Mi tía Juana adoraba a mi tío César, pero sus deberes como madre de familia... Nunca aceptó un céntimo del sobrino americano, aunque éste invitó a sus primos menores hasta a los toros, a los que nunca había ido. El caso es que fue ella la que me dio la dirección de Cesaruco con la orden de ir a verlo inmediatamente. Obedecí. Mi tía Juana había sido adorable y yo, en el fondo, estaba ansioso de contar mis experiencias de viajero solitrario y tener un guía en Madrid".

 

César lleva a García Ponce al Café Gijón donde ven de lejos a Sánchez Ferlosio. También trató al mejor amigo de César: Martín Chirino. García Ponce, lo cuenta así:

 

"¡Conocer todos los rumbos de Madrid con César como guía, llevándome a ver y explicándome detalladamente la Capilla de San Antonio La Florida, decorada enteramente por Goya, de una manera tan personal, tan propia, que tuvieron que hacer una exacta al lado y cerrar ésta para el culto!

 

Para colmo, el primo le confesó que tenía ambiciones literarias. ¡César me llevó al Café Gijón donde vimos de cerca a Sánchez Ferlosio! También traté al mejor amigo de César en San Fernando, un escultor que llegó a ser famoso: Martín Chirino. Él era de Canarias. Su familia tenía una granja cerca de El Jarama y ahí, en ese ría prestigioso hasta literariamente gracias a Sánchez Ferlosio, nadábamos todos.  César era católico y conservador; Martín, ateo y vanguardista. Los libros favoritos de César eran El Cid y San Agustín; los de Martín, Shakespeare y Kierkegaard. De la misma manera que César, Ramón y El piqueno se reían de que yo no entendía algunas palabras en gallego, Martín y yo nos reíamos del conservadurismo de César".

*En la foto vemos a un joven Juan García Ponce con la escritora Inés Arredondo, a la que le adaptó una de sus novelas, "La sunamita", para ser llevada al cine.ñ

 

 

2 comentarios

nest -

Para todos aquellos que quieran viajar a Andalucía y especialmente a Granada!. En pleno albaicín y a pocos metros del Paseo De Los Tristes se encuentra White Nest. Un excelente hostal con magnificas vista de la Alhambra. Les recomiendo un lugar para disfrutar de granada Hostels Granada

Magda -

Qué sorpresa, querido Antón, qué bella sorpresa.

Muchos abrazos para ti