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Antón Castro

LECTURA DE "LAS EXCELENCIAS DEL AGUA"

LECTURA DE "LAS EXCELENCIAS DEL AGUA"

[El próximo jueves regresa a Aragón Televisión Borradores. Uno de los invitados es el profesor y crítico literario José Domingo Dueñas, y otro, además del grupo de rumba fusión China Chana, es la investigadora Pilar Bernad, coordinadora del volumen La cultura del agua en Aragón. Usos tradicionales (Rolde / Expoagua / BIE), un volumen en el que participan 14 autores que analizan la cultura material e inmaterial del agua. Hay piezas estupendas: una de mis favoritas es la de Pilar Biel acerca de la iconografía del Ebro. Pilar Bernad publica este artículo sobre el romance “Las excelencias del agua”. Durante muchos años fui lector de romances y coleccionista de libros de romances de todos los territorios.]

 

LAS EXCELENCIAS DEL AGUA.

LITERATURA ORAL EN LOS MONEGROS

 

 

Los Monegros fueron objeto de un excelente trabajo de encuesta realizado por Luis Miguel Bajén y Mario Gros que ha visto la luz en varias publicaciones[1]. Entre los romances recogidos destacan algunas versiones muy interesantes, como el corpus que acompañaba la representación del “dance”, evolución del antiguo auto sacramental muy frecuente en todas las localidades de la zona y en Aragón, que se caracteriza por la lucha que mantienen el bien y el mal, encarnado por el diablo, el ángel, los cristianos y los “moros” como se denominan a los musulmanes en estas representaciones.

 

Dentro de este especial y bien conservado corpus romancístico, destacan por su originalidad “Las excelencias del agua”, objeto de comentario y análisis por José Manuel Fraile Gil, máximo conocedor del romancero panhispánico. El tema constituye un endemismo aragonés de la zona monegrina, elogia las propiedades del agua, fuente de vida y destrucción, del que hasta la fecha solo conocemos los ejemplos mencionados en este artículo.

 

Son muestra de la rica literatura oral que atesoraban las generaciones  precedentes sobre el agua de lluvia y de los manantiales, y especialmente en los Monegros  por tratarse de una zona muy árida en la que “llover a tiempo” suponía la supervivencia familiar y económica. Fórmulas de protección, rogativas, romances, oraciones, devociones a santos y vírgenes vinculadas con el preciado bien son algunos de los eslabones de la cadena que compone la tradición oral de esta zona.

 

“Las excelencias del agua” ensalzan las virtudes materiales e inmateriales del líquido elemento. Como ha señalado José Manuel Fraile, es probable que su origen se remonte a disputas medievales que a menudo enfrentaban conceptos opuestos, antagónicos o complementarios, como el cuerpo y el alma, el dos y el tres o el agua y el vino.

El agua está impregnada de un poder divino, no es casual que el sacramento del bautismo se instituyese en el rito en que Jesucristo sumergió su cuerpo en las aguas del Jordán, o que lavarse los pies a sus discípulos antes de celebrar su última Cena, o su presencia en el sacramento de la eucaristía consagrando el vino con agua. En todos ellos se produce, en cierta medida, una transferencia de su personalidad divina.

Del mismo modo, y ahondando en el poder divino o sanatorio que puede conferírsele, se inscribe la invocación de fórmulas de protección contra las enfermedades que el agua portaba, y así se hacía para beber en fuentes, pozos,  riachuelos, manantiales o balsas cuando no se contaba con agua potable.

 

Dentro del Romancero tradicional el agua representa la simbiosis entre el sustrato mitológico Precristiano y las creencias del Cristianismo, como lo ejemplifica la fiesta de San Juan, festividad que se celebra el 24 de junio coincidiendo con el solsticio de verano. Es la noche más indicada para la renovación de rituales en torno al fuego y al agua, mediante ritos adivinatorios o purificadores como sumergirse en agua ya sea corriente o en una determinada fuente. En muchas localidades del Pirineo y Prepirineo llaman “sanjuanarse”, es decir, lavarse la cara con agua recogida esa noche para conservar la belleza, prevenir enfermedades del sueño; también “se cogen las flores buenas” (rosas, romero, lavanda…) cocerlas y lavarse la cara con el mismo fin descrito. En otro romance frecuente en la zona titulado “La Flor del Agua” la Virgen tiene capacidad para bendecir manantiales y fuentes al contacto de sus pies, manos o rostro, de forma que este romance se convirtió en oración o plegaria usada como fórmula para rezar.

 

De “las excelencias del agua” conocemos tres versiones que a continuación se transcriben, recopiladas en las localidades de Sariñena y Castejón de Monegros.

 

Las excelencias del agua (áa) recogida en Sariñena, fue publicada en el Cancionero Popular de la Provincia de Huesca[2] por Juan José Mur Bernad:

 

         Noche de San Antolino,     noche torrencial de agua,

2       de relámpagos y truenos,      que al pueblo atemorizaban,

         Yo me arrimé a una alta reja      vi dentro una hermosa dama.

4       -¿Qué haces ahí, galán discreto,  que te está  mojando el agua?

- Si me mojo es por mi gusto;     si vengo, tú eres la causa,

6       baja niña y te diré                   la virtud que tiene el agua.

         Con agua muelen molinos    con agua el harina masan,

8       y el hortelano en la huerta    con agua riega sus plantas.

El pepino y el melón             la perita y la manzana,

10     y el sacerdote en la misa       con agua el vino consagra

         Con ésta quédate, adiós        lucero de la mañana

12     hasta mañana a las ocho       que volveré a tu ventana.

         Adiós, hermosa princesa      adiós lucero del alba

14     se despide este galán             que está bajo tu ventana

 

 

 

Las excelencias del agua (áa). Versión de Castejón de Monegros (Huesca) cantada por Simeón Serrate Mayoral (2 de julio de 1913) cuando contaba con 83 años, que puede escucharse en “Romances de ronda”[3].  

 

       La noche de la Ascensión,     noche muy tremenda de agua,

2     de relámpagos y truenos,      que al mundo atemorizaba,

       yo me arrimé a una alta reja      donde mi morena estaba.

4     Sin duda me conoció,      y se asomó a la ventana.

      -¿Qué haces ahí, galán,      (y) aguantando todo el agua?

6     -Me mojo porque es mi gusto;     si rondo, tú eres la causa.

       Bajarte, niña, y verás     la virtú que tiene el agua:

8     con agua se lavó Cristo,      se lavó Cristo con agua;

       con agua lo bautizaron,     lo bautizaron con agua;

10   con agua se cría el trigo,     se cría el trigo con agua;

       con agua muele el molino,      muele el molino con agua;

12   y el jardinero bonito     riega su jardín con agua,

       donde se cría la ruda,     la perita y la manzana.-

       Con esto y quedarte, adiós,      lucero de la mañana.

 

 

Las excelencias del agua (áa). Fragmento. Recogida en Sariñena (Huesca). Cantada por un hombre de unos 70 años, grabada por Arcadio Larrea Palacín el 24 de mayo de 1974. Grabación del Archivo ARNE, bobina CT 26/53

 

Noche de San Antolino[4],     noche muy tremenda de agua,

2     de relámpagos y truenos,      que el mundo atemorizaba,

       yo me arrimé a una alta reja      que había una hermosa dama.

4     -¿Qué haces ahí, galán discreto,   que te estás mojando de agua?-

 

 

 

El romance tiene una estructura que puede dividirse en 4 partes; la primera se desarrolla en una noche de tormenta cuando el galán se acerca mojado a la verja de su amada. A ella le da relación de las virtudes que el agua tiene, pues la usó Cristo en su aseo y en el bautismo confiriéndole además una serie de virtudes. Entre éstas el crecimiento del trigo, que con la fuerza del agua será molido en harina; harina que convertida en hostia consagrada será cuerpo de cristo, cuerpo y sangre pues “el sacerdote en la misa con agua el vino consagra”. En la tercera despliega otras atribuciones como regar el jardín donde se cría la ruda, el pepino, el melón, la perita y la manzana, una curiosa combinación de plantas y frutas puesto que la ruda es la “hierba de la gracia” por antonomasia. Para finalizar despidiéndose de su dama hasta el día siguiente en que vuelva a rondarla

 

 

En el riquísimo y extinto romancero de la Península Ibérica falta todavía hoy una compilación y edición del aragonés, que a buen seguro nos brindaría perlas tan refinadas como las expuestas en estas breves líneas.

 

 

 

 



[1] - BAJÉN GARCÍA, L. M. & GROS HERRERO, M.: Monegros. Música Tradicional de Aragón. La Tradición Musical en España. Vol. 8 (WKPD-10/2020). Ed. S.A.G.A. S.A. Madrid, 1997.

- BAJÉN GARCÍA, L. M. & GROS HERRERO, M.: La Gaita en los Monegros. Archivo de Tradición Oral. LCD- PRAMES 10,  Zaragoza, 2001.

[2] MUR BERNAD, Juan José: Cancionero Popular de la Provincia de Huesca. Edición a cargo de Joseph Crivillé i Bargalló. Ed. del Gobierno de Aragón- Dpto de Educación y Cultura. Zaragoza, 1998. Número 84, tonada 85. pág 444-445

 

[3] Romances de Ronda en Castejón de Monegros (Huesca). Simeón Serrate Mayoral. Transcritos y anotados por José Manuel Fraile Gil, Archivo de Tradición Oral de Aragón y Delicias Discográficas, DCD 86, 2007. Corte número 5. Fue grabada en Castejón de Monegros el día 25 de agosto de 1996 por Mario Gros Herrero y Luis Miguel Bajén García.

[4] Patrón de Sariñena, abreviatura local de San Antolín

1 comentario

May -

Excelente trabajo y muy buena la idea de compilación y edición del romance aragonés ( ¿y de la copla...?) Pero parece que es labor inalcanzable en estos tiempos de "modernidad"...