CARIÑENA
Hace ahora 30 años acudí por primera vez a Cariñena. Alguien, en la comuna de objetores de conciencia donde vivía, me dijo que allí había trabajo en la vendimia. Llegué, me dirigí a un bar y pregunté al camarero si sabía dónde necesitaban peones. El señor me preguntó: “¿Tienes colla?” Jamás había oído esa palabra. Me sugirió dos o tres casas importantes, pero no hubo suerte. Dormí en una cueva de las afueras varios días; al fin, con un estudiante de Historia de Logroño, me contrataron en Cariñena y en Alfamén. Llevaba mi farcino árabe y desconocía la existencia del cierzo. Resistí seis días sus latigazos en los riñones, pero jamás he podido olvidarme de Cariñena. Es uno de mis pueblos favoritos: me gusta verlo ahí, plantado con su torreón en el llano, con sus lomas de viñas. Me gusta acercarme a Paniza, e imaginarme la niñez de María Moliner, los primeros días de Ildefonso-Manuel Gil, los entusiastas alumnos de Santiago Hernández, y me gusta regresar y ver el tapiz de casas de la población vecina. Siempre retorno a Cariñena: el pasado año cuando se iniciaban los actos del 75 aniversario del Real Zaragoza, y hace unos días, para la inauguración de la exposición “Como un animal salvaje” de la pintora Lina Vila en el espléndido Museo del Vino. La Denominación de Origen de Cariñena celebra otra Fiesta de la Vendimia y sus 75 años de existencia, y pone colofón a un año de actividades, de metamorfosis industrial y de proyección en radio, prensa y televisión. Y lo hace a lo grande: con la presencia de la Casa Real, que brindará el martes con autoridades y paisanos por el futuro. El vino es el milagro continuo de Cariñena.
*Esta foto está tomada de http://cpcalzar.educa.aragon.es
3 comentarios
ana a. -
Y -
Complementando tu hermosa frese "El vino es el milagro continuo de Cariñena",permítaseme una copla...
Calatayud, Somontano,
son, con Borja y Cariñena,
las fuentes de donde mana
la alegría aragonesa.
Felicidades, Cariñena.
Blanca -