Blogia
Antón Castro

I JORNADA DE "LA PIEDRA EN EL CHARCO"

I JORNADA DE "LA PIEDRA EN EL CHARCO"

Hoy martes tuvo lugar la primera de las tres jornadas del congreso de jóvenes autores en español, “La piedra en el charco”, que se celebra estos días en Teruel y que acoge a más de cuarenta autores españoles e hispanoamericanos. El alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, el presidente de la Diputación Provincial, Antonio Arrufat, el director provincial del servicio de Educación y Cultura, Jesús Rodríguez, y la directora del Instituto de Estudios Turolenses, Montserrat Martínez, dieron la bienvenida a los autores y se mostraron orgullosos de acoger el congreso en la ciudad.

La primera intervención tuvo como invitados a Alfredo Bryce Echenique, Eduardo Mendoza, Javier García Rodríguez y Félix Romeo. Cada uno intentó establecer un esbozo de lo que significa la literatura para ellos. Bryce Echenique contó una anécdota familiar que da título a su próximo libro La esposa del rey de las curvas y que para él sintetiza su obra y marca el principio de su vocación literaria. Mendoza habló de la crisis de la literatura debida a que “vivimos en la era de la información y se conocen cosas que antes la literatura debía mostrar”. Advirtió a los jóvenes escritores que acuden al congreso de una de las “mentiras comunes” que rodea al mundo literario: la de que “lo importante no es lo que se cuenta cómo se cuenta”; Mendoza señaló que “el cómo se cuenta le importa sólo al que lo hace”, al lector le importa lo que le cuentan. Félix Romeo esbozó una lista de palabras ordenadas alfabéticamente relacionadas con la literatura: acción, alegría, amistad y amor, belleza, democracia, felicidad, historia, humanidad, humor, trabajo, verdad, vida o experiencia, fueron algunas de las palabras que para Romeo conforman su diccionario personal de la literatura. Por su parte, Javier García Rodríguez, hizo un acercamiento más académico y acabó animando a los jóvenes autores citando a Don Juan Manuel: “Quien no se pone a nada, nunca le acaece nada”.

En la primera mesa del congreso, dedicada a los outsiders y las fórmulas de riesgo intervinieron Mercedes Cebrián, el peruano Miguel Ildefonso y el vasco Unai Elorriaga. La madrileña señaló que el concepto de riesgo tiene dos vertientes: la del mercado, cosa que es impredecible saber, a su entender, y la del autor. En este segundo sentido, para Mercedes Cebrián el único riesgo que debe proponerse un autor es el de poner al límite sus facultades. Miguel Ildefonso trazó un panorama de la literatura limeña para acabar preguntándose qué es lo que hace outsider a un escritor, invitando a la reflexión a los asistentes. Unai Elorriaga, escritor y traductor, confesó que el secreto de su literatura es que escribe como habla su madre y habló de su faceta como traductor de sus propias obras, un “trabajo duro” en el que se confesó “escrupulosamente traidor”.

En la segunda mesa de la jornada, dedicada a literatura e internet, participaron Miriam Reyes, que habló de internet como una herramienta de experimentación para la poesía en relación con otras artes; Aloma Rodríguez, que contó su propia experiencia como bloguera que se vio plasmada en novela con París Tres; y Joaquín Pérez Azaustre, que se mostró optimista con la red, a la vez que trató de aportar una visión más crítica respecto a las relaciones entre lo literario e internet.

Hubo lugar, también para la reflexión acerca del compromiso en la literatura, a cargo de Luis Bagué, Laura Giordani y Alejandro Tarrab que establecieron un interesante debate acerca del concepto de compromiso en la poesía.

Finalmente, para concluir la primera jornada de mesas redondas, Enrique Cabezón, Alba González y Alejandra Vanesa hablaron de sus experiencias como editores independientes.

La jornada se cerró con la presentación de la antología Parque de atracciones y una sesión de lecturas literarias con tribuna abierta en el Café del Arte.

*La foto es de Emmanuel Sougez.

 

 

2 comentarios

Niggerman -

Ay, este Félix y sus diccionarios... En fin, es una opción como otras, y a lo mejor hasta posmoderna. Quién sabe.

ana a. -

Una pena no haber podido estar ahí. Besicos.