[El pasado jueves estuve con unos cuantos amigos, tal como he escrito, en la Feria de Murcia hablando del blog. Uno de los asistentes fue el escritor y bloggero Gonzalo Gómez Montero, residente en el Barrio del Carmen de Murcia, que posee una bella y sugerente bitácora, una de los favoritos de Fernando Valls: aguasdeceniza.blogspot.com. Acabo de encontrarla y compruebo que, entre otras cosas, recoge una nota de lectura (de relectura en marcha) de Madame Bovary, novela que recomendó hace poco en Borradores Manuel Hidalgo, en la sección Letras para la vida.]
MADAME BOVARY
Por Gonzalo GÓMEZ MONTORO
En estos momentos estoy releyendo Madame Bovary. Leí la novela por primera vez hace lo menos nueve años (cuando aún era demasiado joven para poder apreciar su auténtico valor) en la traducción de Carmen Martín Gaite. Quizá me he decidido a releerla contagiado por el entusiasmo de Vargas Llosa, quien dedica todo un libro de ensayos a la obra de Flaubert. Y desde luego no me está decepcionando.
Son bien conocidos los enormes esfuerzos de Flaubert a la hora de escribir su libro. De ello dejó constancia en su espléndida Correspondance, la cual no desmerece en absoluto en el conjunto de su obra (de hecho, es toda una lección de escritura para el aspirante a novelista). Pero lo que más me asombra de Madame Bovary es que parece estar escrita de un solo tirón, con la inmensa dificultad que eso entraña. A diferencia de otras muchas novelas —buenas novelas incluso— el lector atento puede notar que no hay un salto brusco entre dos párrafos, ni una página de más ni un adjetivo que sobre. La historia va desarrollándose con suavidad pero de manera imparable, como el fluir del agua en un río.
*Este retrato de Eleanora Duse es de Edward Steichen.
2 comentarios
De Antón -
Seguimos en contacto. Un abrazo. Antón
Gonzalo Gómez Montoro -
Soy Gonzalo, el bloggero murciano. Acabo de leer tu entrada. Muchas gracias por tu generosidad y tus comentarios elogiosos sobre mi blog. También quiero agradecerte por la pequeña conferencia que diste en Murcia; la disfruté enormemente.
Hasta pronto,
Gonzalo