JUAN RAMÓN JIMÉNEZ: LA PALABRA ÚNICA
Disfruto mucho con Juan Ramón Jiménez, con su lirismo, con su facilidad y con su infinito don poético. Hace unos días hablaba aquí de la antología que ha preparado Teresa Gómez Trueba para Menoscuarto, en su colección Reloj, que dirige Fernando Valls, el profesor y crítico y diletante de mil saberes y curiosidades que reside en Berlín. Se llama Cuentos largos y otras prosas narrativas breves. La leo y la releo a menudo. Esta mañana, la llevé a la parada del autobús con mi hija Sara. Siempre llevamos un libro. Leímos varias piezas, aunque hoy ha sido una mañana especial: el cielo estaba cárdeno, o de un azul oscuro intenso, como borracho de vino turbio, y Javier, el vecino de seis años, ponía la música rock en el coche de su padre a toda pastilla.
Me fijé especialmente en esta pieza:
LA PALABRA ÚNICA
Soñé una palabra que yo sabía que era la palabra única. La palabra clave del mundo en palabra de dios. El nombre verdadero propio, sabido sólo por ella, de un algo que nosotros llamamos de otro modo. Y toda aquella noche estuve en la realidad absoluta, feliz dueño de todo.
Al amanecer, sólo pude recordar con mis sentidos su color transparente, su sonido limpio, su olor fresco, su gusto agudo, su toque liso. Y su música en mis labios embriagados era su última sílaba.
Queriendo recordarla se me pasa la vida. ¿Y cómo no he de ser poeta descontento?
*La foto es de Gladys Glad.
3 comentarios
Niggerman -
Alex Nortub -
Antonio Serrano Cueto -
Saludos admirados.