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Antón Castro

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ PRESENTA 'VOCES EN EL DESIERTO'

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ PRESENTA 'VOCES EN EL DESIERTO'

Esta tarde, a las 19.30, en la FNAC,  se presenta el nuevo poemario de José Luis Rodríguez García: Voces en el Desierto, que ha publicado el sello Eclipsados de Ignacio Escuín Borao. En la presentación, participará el poeta y librero David Mayor.

 

He aquí un par de poemas de José Luis Rodríguez de este libro en el que el autor quiere salir de sí mismo y de su intimidad, construir monólogos narrativos, narrar historias, darle una vuelta de tuerca a su época oscura, donde combatió a corazón abierto, a pulmón abierto, contra la muerte. El pasado jueves grabamos a José Luis una entrevista sobre sus dos últimos proyectos: la novela ‘Parque de atracciones’ (Akal) y este poemario ‘Voces del desierto’.

 

LA MUCHACHA VENDE…

La muchacha vende su cuerpo como una copa de nácar,

como una huella, extranjera, venida del hielo,

y no le desagrada mostrar sus tetas de espuma y arena.

Es la vida. Sobrevivir es el desafío.

Cruzan los automóviles, regresan tipos tristes

que hablan de sus abuelas

y de las casas que se derrumban, vuelven

los muchachos torpes que buscan la primera noche de amor.

Sexo.

La verdad es que no entiende casi nada de lo que le confiesan.

Ella se limita a abrir las piernas sobre la cama sucia.

Te amo, le susurra a alguien

mientras mira el cuadro de ciervos cazados, indiferente.

La estancia es horrible. Descubre

sus manos delgadas en el espejo, huele el vómito en la alfombra.

Pero qué maravilla seguir viviendo.

Mañana sirven paella en el restaurante. Y dan gratis café.

Por la noche los tertulianos hacen apuestas con la ruleta rusa.

 

 

ELLA NO HA AMADO…

Ella no ha amado sino a las muchachas

que llegan vestidas de verano. Una lesbiana que regenta

un  hotel.

Ama los espejos.

Se baña desnuda en el mar. Acaricia en la noche

la cabeza de los alfiles del ajedrez.

Cuando vuelve a la ciudad se entristece.

Finge que ama a los distribuidores de refrescos

y a los poetas que se agotan en la tarde.

Odia a los imbéciles de la televisión.

Compra telas negras

 y le seduce la lluvia azul de los viernes.

Espera a la muchacha que vendrá con una vela morada

y una sonrisa de vagabunda.

 

 

 


*La foto de Anita Page es de Alfred Cheney Johnston.

 

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