OTRA GRAN NOCHE DE ALLYSON FELIX
Allyson Felix (Los Ángeles, 1985) bate a Veronica Campbell en la final de 200, doble campeona olímpica. La joven campeona, que deslumbró en Osaka, partía como favorita y ganó con absoluta limpidez: es una corredora armoniosa, de estupenda técnica, que parece medir cada zancada, que parece deslizarse con extrema delicadeza. Encarna a la corredora de la suavidad: es la gacela del aire, la levedad, la belleza en movimiento. A su lado, Veronica Campbell, una clásica, es otro tipo de atleta: más baja, de gran fortaleza física, claramente explosiva, con una gran experiencia. En Berlín, hoy nunca amenazó seriamente a la joven norteamericana. Allyson Felix fue campeona del mundo 2005 y 2007, en Helsinki y en Osaka.
Hay pruebas que van hacia abajo. Pruebas cuyos récords se quedan estancados: es el caso, por ejemplo, de la altura masculina. Javier Sotomayor no ha tenido aquí sombra alguna. Ni él ni Sjoberg, ni siquiera el más reciente Stefan Holm. Ganó Ribakov, que es un clásico, con 2.32, porque realizó menos tentativas que sus compañeros. Hasta tres atletas más Ioannou, Spank y el joven polaco Sylwester Bednarek saltaron lo mismo que él. Ribakov fue de los cuatro el que dejó mejor sensación: pudo saltar en sus dos últimos saltos el listón, pero pareció que lo golpeaba con el talón, especialmente en la última tentativa.
En 400 metros lisos masculinos, la prueba en la que deslumbró Michael Johnson anteayer como quien dice, la ganó La Sawhn Merrit ante su compatriota Jeremy Wariner. Ambos iban igualados hasta el tercer hectómetro, pero al salir de la curva Merrit tomó la delantera y venció con comodidad. Los comentaristas recordaban una y obra que Le Merrit le ha tomado la medida a su rival, y no solo eso: le ha comido la moral. Wariner, es cierto, se ha estancado en las marcas.
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