'CUMPLEAÑOS' DE ÁNGEL GONZÁLEZ
CUMPLEAÑOS
Por Ángel GONZÁLEZ
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
*Hace unos días, en una antología del poeta Ángel González, oí y leí este poema del gran poeta asturiano. Hace un rato he cumplido 50 años. He nacido en el establo, en el lugar de Vilarnovo, con vistas a Santa Mariña de Lañas, Armentón y el lejano mar de Barrañán: entre la vaca, los cerdos y los conejos. Siempre había pensado que a mi madre le había sorprendido el parto allí, mientras arreglaba los animales, que no había tenido tiempo a reaccionar. El año pasado, en medio de una reunión familiar, le pedí que nos contara cómo había sido todo. Y, sin temor alguno a restarle romanticismo (le encanta deshacer mis historias reinventadas: ella no sabe mentir), dijo que poco antes de sentir un dolor insoportable, bajó al establo con sábanas y mantas y lo que hiciese falta, y allí se aplicó a la faena, en medio de la sangre, los olores del estiércol y el vaho. Eran las once de la noche del 25 de agosto de 1959. Lo que también ratificó es que unos meses más tarde, cuando yo empezaba a hablar (es decir, podrían haber pasado dos años o más), se iba a buscar comida para la vaca o a trabajar en una finca próxima. Yo bajaba de la cuna, metía la cabeza por la gatera y gritaba a quien quisiera oír: “Mamá, o neno. Mamá, o neno”. Siempre se lo contaban: los de Fillazós, la mujer de Clemente, su suegro Jesús do Touciñeiro, las hermosas rubias de Malage, que parecían dos gemelas de cine, su cuñada Pepita. Un día cuando regresaba con un haz de hierba al lomo de O Limpeiro lo oyó ella: primero una queja lejana en medio de la niebla, luego más nítida a medida que se acercaba: “Mamá, o neno. Mamá, o neno”.
*La foto es de Allan Grant.
7 comentarios
Beatriz -
Felices 50 y que sean 50 más.
Un abrazo
santi -
JESUS -
Lo cierto es que fuimos afortunados naciendo en lugares y de formas insospechadas, lejos de los hospitales, en casa y atendidos por las abuelas parteras
Y que cumplas muchos más
Casi cien veces por minuto Cuantos recuerdos.
Saludos
Fernando -
Un abrazo
Ángel -
josema -
Inés -
Feliz Cumpleaños!