El martes cumplí 50 años.
Fui al cine con mi hija Sara a ver, en tres dimensiones, la película ‘Up’, que es una deliciosa pieza poética sobre el amor y la aventura.
Y luego, para sorpresa mía, aunque me olía algo, Aloma y Carmen (y también Mary Burges, que no pudo estar, y algunos otros amigos) organizaron una gran fiesta ‘sorpresa’ en casa, con muchos, muchos amigos, algunos de hace 31 años (dos de mis primeros amigos en Zaragoza: Luis Felipe Alegre y Jesús García, que vino desde Sabiñánigo tras acabar su jornada de albañil), y con disc jockey. Fue una noche preciosa, una noche inolvidable con mucha gente que ha sido fundamental en los más de 30 años que llevo en Zaragoza.
Mi madre, que les habló a casi todos en gallego, estaba feliz. Eso sí, tuvo uno de sus gestos graciosos: alguien le dio un ‘Nestea’, le preguntó si estaba bueno y ella dijo: “Está mucho mejor el agua”.
Una de las sorpresas fue que los disc jockeys pusieron un single de ‘O tren’ de Andrés do Barro.
Mil gracias a todos, por tantas cosas. Cumplir 50 años así da gusto: siempre lo he tenido muy claro, los amigos te hacen mejores cada día. La amistad es una de las puertas de acceso a la felicidad: el primer umbral probablemente. No estaban todos los amigos (había muchos fuera, de vacaciones, con compromisos, en la playa, ilocalizables estos días…), desde luego, para había mucha gente, muchísima gente imprescindible en mi vida. Gente a la que quiero y a la que le debo instantes imborrables y entrañables como todos los de ayer.
*La foto es de Gjon Mili: en ella Danny Kaye, Hans Christian Andersen, entretiene a los niños.
5 comentarios
Blanca -
Me vuelvo a alegrar por ello Antón..!! Un beso grande!!!
Juan -
Leo -
No hay que ponerlo difícil...jeje
lolo -
Javier Delgado -