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Antón Castro

OLGA BERNAD, CINCO POEMAS

OLGA BERNAD, CINCO POEMAS

TODO

Sé desde hace algún tiempo
que ya nada sería suficiente,
salvo absolutamente todo.
Y no sé qué es todo,
no sabría pedirlo ni explicarlo,
no sabría tal vez reconocerlo.
Pero lo quiero todo.
Y no sé si sería suficiente.

 

LA ISLA

No habrá una sola torre en esta isla:
ni la iglesia, ni el faro ni tu alma.
Nada levantará la voz al cielo.
Será la arquitectura de la playa,
la planicie sin fin del mar inmenso,
el horizonte en círculo perfecto
y las luchas de los acantilados
(revolución de espumas y de ahora
que inflama el torbellino de las olas
contra las viejas piedras de los tiempos).
Será la perdición de mi mirada
mi soledad cubierta por el cielo.
No voy a defenderme pero quiero
que me sonrías antes del disparo.

 

SEMPER FIDELIS

 La sed, escandalosamente pervertida
por la necesidad brutal de ser saciada
cada uno de los días de tu vida.
La esclavitud del cuerpo que pretende
su parte del dolor, la primavera
y el ajusticiamiento inmoral de las espigas
con la excusa poética del pan.
El tiempo alegre de las recolecciones
no es más que el escenario del placer,
su sabor a condena y a derrota.
Créeme, yo quería,
pensaba ser estricta primavera,
muerte ideal del alma atrincherada
en la flor del cerezo que la lluvia arrancó.
No dejar de ser flor, morir sin fruto
y siempre sin placer; morir sin dudas,
sin nada más, contigo en la memoria.

Te imagino
buscando como yo la luna negra,
con la misma imprudencia de otros hombres.
Y sólo te prometo que solamente tú
tendrás de mí ese no de tu mirada,
el ciego no de ti,
el que me hace llorar y me despierta.

Pero estoy viva y junio
desespera esta noche mi alegría:
en la fiesta pagana de las recolecciones,
nocturnas hadas bajo los cerezos acarician mi amor
y tú no vienes.
Lo siento.
Ningún ángel me mira cuando espero
ese beso caliente
en el rincón más tuyo de mi cuello
y la nostalgia en junio
de cada escalofrío y del rubor.

 

MILICIANA

 Voy a quemar el pueblo y sus iglesias.
Voy a descerrajar todas las casas,
los cofres, las malditas celosías
por donde llueve luz sobre las celdas.
Y voy a ajusticiar a los soldados:
los pondré de rodillas y de bruces,
los amaré hasta que se acabe el día
y les haré creer nuevas mentiras.

 

DISTINTO AMOR

 No vendo mi alma al diablo por la gloria
que persiguen discípulos más débiles,
ni regalo un minuto de mis sueños
por poderlo contar.

Algo distinto y nuevo me envilece:
mi corazón por una galopada,
ver esta tierra desde tu montura
y saberlo contar. 
 

 

*El pasado jueves me escribió Juan Marqués, nuestro embajador en La Residencia de Estudiantes. Me dijo que su amiga Susana, gallega y librera en Hiperión, le había recomendado un libro: ‘Caricias perplejas’, publicado en Sevilla por la Fundación Ecoem de una autora aragonesa que ha hecho un interesante recorrido en el mundo de los blogs: Olga Bernad (Zaragoza, 1969). Olga está licenciada en Filología Hispánica, trabaja en el Instituto Aragonés de la Juventud y es madre de dos hijos. Empezó como prosista, tiene muchos relatos intermedios y una novela sobre una vida de mujer, ‘Andábata’, que es la denominación que se le daba a los gladiadores que peleaban con los ojos vendados. De golpe, aparecieron sus poemas en su propio blog, en el de Fernando Valls (siempre alerta, siempre insomne hacia la nuevas voces, aunque ande por Berlín, de ópera en ópera, de teatro en teatro, o enviando cartas de amor desesperado a Kajsa Bergqvist o Yelena Isinbayeva y de posible y encendido amor a Gemma Pellicer, la escritora de microrrelatos) y en otras latitudes. Y en editor se enamoró de sus composiciones. Aquí van cinco de ellas que integran el volumen ‘Caricias perplejas’.

11 comentarios

gonzalo -

muy interesante esta barricada de las letras.

Mayusta -

Desde Roma (Ohh...Roma otra vez, Roma siempre) felicidades y besos a Olga, amiga y poeta.

maria luisa -

¡ FELICIDADESSSSSSS!

Eres maravillosa, genial, me gusta igual tus poesías que la prosa,¡TODO!.
¡ Qué suerte haberte encontrado !
Besos pero que muchos.

Entrenomadas -

Olga es una excelente poeta. No encuentro otra palabra mejor que la defina.

K,

Marta

Marta María López -

Querido Antón, cómo me alegra que dediques esta entrada a Olga. Para mí fue un descubrimiento cuando leí aquellas primeras entradas de su fantástico blog, hace ya tanto tiempo, y nunca ha dejado de ser una sorpresa.

Sus versos me remueven por dentro y, además, le tengo una enorme cariño además de un enorme respeto.

Un abrazo.

Juan Antonio Glez. Romano -

Los que tenemos ya la suerte de haber leído completo el libro, podemos decir que hay treinta poemas más de una indudable calidad y emoción. Enhorabuena para Olga y para Antón Castro, por difundir su poesía.

Fernando González Seral. -

...a Olga la llevo siguiendo en su blog hace más de un año. Fue ella quien pidiendome una fotografía para una prosa sobre Monegros, me abrió las puertas a su blog. Allí descubrí a una escritora que abre su alma en lo que escribe y sabe hacer llegar en su poesía y en su prosa todo lo que piensa.

Fernando -

muy bien por Olga...abrazos para los dos.

Olga B. -

Bueno, qué rápido eres. Me he visto de milagro porque el fin de semana casi no me conecto;-)
Me emociona ver que has llegado a mis poemas a través de gente a la que yo ni siquiera conozco. A ver si les puedo conocer en la presentación del libro en Zaragoza, el mes que viene. Pero qué agradecida estoy a Susana, librera de Hiperión, a Juan Marqués, a Fernando Vals, a mi editor, Javier Sánchez Menéndez (a quien conocí hace unos días, en la presentación en Sevilla)... y ahora también a ti. Me gusta llegar a través de los poemas, que sean ellos los que hablen.
Yo sólo vengo a decir gracias, gracias, gracias.

Enrique -

Unos poemas estupendos de una autora a quien no conocía. Pero ahora mismo me pongo a rastrear y a buscar más.

Gemma -

Pero qué bien conoces a Fernando...

A Olga la sigo desde hace tiempo a través de su blog. Luego, cuando vino a Barcelona a leer sus poemas en el bar la Cigale, fue estupendo poder escucharla y conocerla en persona. Me alegro de leerla ahora en tu página. Sendos abrazos