Blogia
Antón Castro

VALTUEÑA: 'LAS NOCHES DEL BV80'

VALTUEÑA: 'LAS NOCHES DEL BV80'

Libro “NOCHES DE BV80” de Valtueña

 

 

“Las noches del BV80, escapando a tocar” es la frase que canta Bunbury en uno de los temas de su primer disco en solitario “Radical Sonora”, nada más abandonar Héroes del Silencio.

El BV80 fue el café teatro de Zaragoza donde empezaron y se conocieron los Héroes, donde Joaquín Sabina y Javier Krahe (la primera vez que de La Mandrágora salían a cantar fuera de Madrid) presentaron los discos que les dieron a conocer, el bar donde se fraguó la movida musical, teatral y ¿por qué no? política zaragozana de los 80-90, cuya trascendencia llega a nuestros días.

En “Noches de BV80” se narra, con una literatura cruda y fluida, la aventura de todos estos personajes (a los que obviando sus nombres podríamos situar en cualquier ciudad del mundo). La de los que triunfaron y la de los que con desilusión se fueron quedando por el camino. Se ve cómo nace, se crea o se destruye un músico, un actor, un director, un artista al fin; y cómo se desilusiona, hasta desaparecer, un agitador cultural.

Una historia real con nombres y apellidos, sobre personas que se dedicaron o se dedican al teatro, al cine, a la música o la literatura en todas sus vertientes, junto con la de algunos políticos, que gira por entremedio o alrededor de la vida del autor de este libro, al darles cancha a todos, aun a costa de su propia ruina, en el café teatro Bar BV80.

Aquí se dilucida la vida en un bar, vista desde un bar o a causa de un bar dedicado exclusivamente a promocionar autores o intérpretes de autores y su espectáculo, y todo el ambiente (la vida real de la época) que atemperó el vivero de tal explosión de creatividad, con sus correspondientes bajas. La de los que aserraban escopetas en los comienzos de las drogas duras y la de los que se iniciaban y murieron por ellas. La de l@s que tenían que prostituirse oficial o extraoficialmente para ellas y la de l@s que lo hacían por capricho, por dinero. La de los políticos. La de las mafietas de recortada temblorosa o navaja inquieta, alguna de pipa y chapa abrillantada. La de los fantasmas del BV80 y la del promotor del local, autor de este libro, que tuvo que bregar con todo ello y, aun dándose plenamente por nada, fue denigrado por varios de los retratados, prensa de la época incluida, siendo la consecuencia veinte años de desdén y penuria adobada de los agrios o dulces momentos que aportan las (en principio) buenas compañías.

 

1 comentario

gonzalovillar -

también el cielo tiene sus bares?