Blogia
Antón Castro

MARCOS ANA, HOY EN ZARAGOZA

 

El poeta Marcos Ana –se puso ese nombre en homenaje a su padre, muerto en la guerra, y a su madre, que fue encontrada en una zanja en el penal de Burgos, donde él estaba encerrado- acude esta mañana a Zaragoza en un acto organizado por el PSA-PCE en el kiosco de la música para rendir homenaje a Miguel Hernández. Su vida será objeto de una película de Pedro Almodóvar; sus memorias son impresionantes: ‘Decidme cómo es un árbol’ (Umbriel). Tiene 90 años.

 

 

Mi vida
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio
y un trocito de cielo donde a veces pasan
una nube perdida y algún pájaro
huyendo de sus alas.

 

LA CASA Y EL CORAZÓN

Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
abierta siempre a los hombres,
al sol y al aire.
Que entre la noche y el día
y la lluvia azul. La tarde.
El rojo pan de la aurora.
El campo: sus verdes mástiles.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales.
Ni la golondrina el vuelo.
Ni el amor sus labios. Nadie.
La casa y el corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.

 

AUTOBIOGRAFÍA

Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso, aquí, entre rejas,
en veintidós inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra vengadora
corriendo por mis venas.
¡España! es sólo el grito
de mi dolor que sueña…

 


VOY SOÑANDO

Soñar, siempre soñar,
con banderas y besos;
la libertad y el aire
soplando en mi cabello.
Campo y aire sin fin
—oh, luz—, sin otro cerco
que el amor de unos brazos
enlazando mi cuello.
Soñar, siempre soñar,
con los ojos sin sueño,
que soy un hombre vivo…
siendo tan sólo un preso.
Hay árboles y un río
fijos en mi recuerdo;
una infancia salvaje,
un dulce amor ingenuo,
y dos nombres grabados
en el chopo más viejo.
El cielo aquella tarde
era como un espejo.
El choperal tendía,
para el amor, senderos.
Todo era luz. La gloria
de mayo iba en mi pecho…
… … … … … … …
Un vilano de plata
se enredó en sus cabellos;
acudí tembloroso
y con mis dedos trémulos…
Sus ojos me invadieron
de aroma y de sol.
El viento,
inmóvil, nos miraba:
fue aquél mi primer beso.
Soñar, siempre soñar,
que vuelvo a todo aquello,
lo que dejé y ya nunca
lo encontraré al regreso.

 

 

Tres fotos de Marcos Ana: la primera es de Sofía Moro, de un impresionante libro titulado 'Ellos y nosotros' (Blume), y las otras dos son de la cárcel: en la primera, a los 19 años, y en la segunda, durante la festividad de la Merced con su sobrina. Esta foto está en blog todoslosrostros.blospot.com

1 comentario

Marcos Callau -

Precisamente ayer, con un amigo, comentábamos acerca de la vida de Marcos Ana. Elpoema "La casa y el corazón" es increíble.