Blogia
Antón Castro

UN POEMA EN 'ISLA DE SILTOLÁ'

 

TESTIGOS DEL JARDÍN BOTÁNICO

Le tengo miedo a los aviones, a los barcos y a las autopistas. Por eso no me atrevo a viajar. Me desplazo con la imaginación: a los museos del mundo, a las ciudades como Praga, Venecia y Lima, a los paisajes de la Toscana, a los cementerios lejanos y, sobre todo, a los jardines. A los jardines botánicos de medio mundo. Me fascinan, me enloquecen. Sueño con ser mota de luz, pájaro ínfimo, brizna del valle o un golpe de viento para internarme en ellos como si fueran mi hábitat, y yo un explorador incansable. Un coleccionista de aromas y de colores. Sueño con no ser, ni siquiera fantasma invisible, y hacerme un cubículo entre las plantas. Por eso te llamé: Ven. Te reservo una sorpresa. Se llama ‘Testigos’. Tampoco te dije más. No sabía si vendrías. Qué inquietud la del enamorado que espera, qué llanto sordo se deslíe en silencio por todos los rincones y, a la vez, qué ilusión, qué desvarío, qué ansiedad pervertida e infantil. Yo me decía: ¿Y si viniera, si se atreviese a abandonar sus últimos maniquíes, los poemas, los cigarrillos y el cieno oscuro de sus sueños, y viniera? Viniste. Con una resaca grandiosa de besos y de telas, de madrugada y de alcohol. Te abracé y, sin decirte nada, te empujé hacia dentro. En letras bien grandes leíste: ‘Testigos’ de Rafael Navarro. Una exposición de fotos de naturaleza, de paisajes de claridad tenue o nítida, de fronda voraginosa. Una muestra de los viajes del fotógrafo a jardines botánicos de todo el mundo: Estados Unidos, Roma, Milán, Londres, islas desconocidas. Te dije: “Vamos a besarnos ante el corazón de la hiedra. Y allí, bajo la aureola de ensueño de las corolas. Y allá, entre esa espesura de flores silvestres que huelen a mar y a lombrices”. Nos besamos. Aquí, allá, y aún bajo otra instantánea: esa que revela que una flor ha sido hendida por un insecto con su parsimonia obscena. Cuando apareció el guardia, me empujaste hacia un bosque de helechos, mojado por la lluvia. Dijiste: “Ven. Saltemos dentro. Tú y yo nunca hemos estado en el edén”.

 

*La cuidada revista de poesía 'Isla de  Siltolá', que dirige Javier Sánchez Menéndez desde Sevilla, acaba de publicar su segunda entrega. Javier, a través de su buena amiga la poeta Olga Bernad (autora de ‘Caricias perplejas’), ha tenido la delicadeza de pedirme un texto. Le he mandado este poema en prosa que forma parte de un proyecto que ya tiene varios poemas más. En la revista, entre otros, participan José de Miguel, Antonio Colinas, Ángel Guinda, José María Moreno Carrascal, Juan Cobos Wilkins, Antonio Rivero Taravillo traduce a Llywarch Hen. La lista es más larga, y se completa con una páginas de crítica literaria, donde se reseñan libros de Andrés Trapiello, José Manuel Caballero Bonald o Pedro Salinas. Este texto tiene de fondo la exposición de Rafael Navarro dedicado al paisaje que se exhibió hace algunos meses en el Museo Camón Aznar. Arriba vemos una foto de Rafael Navarro, abajo una de Tkachenko Roman.

1 comentario

Beatriz -

Antón: yo tengo otros motivos para no poder viajar, pero yo también
"me desplazo con la imaginación: a los museos del mundo, a las ciudades como Praga, Venecia y Lima, a los paisajes de la Toscana..."a los jardines del mundo.
¿quien no se ha besado "ante el corazón de la hiedra"?
Hermoso poema Antón para este día de diluvio.
Un abrazo