FALLECE CARLOS EDMUNDO DE ORY
Acaba de fallecer el poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory (1923-2010), fundador del Postismo como Eduardo Chicharro y Silvano Sarnesi, gran amigo de autores aragoneses como Antonio Fernández Molina, Raúl Herrero, Alfredo Saldaña o Antonio Pérez Lasheras. Alfredo y Antonio le publicaron en Mira su libro ‘Las patitas de la sombra’, un libro fundacional del Postismo. Ory fue fundamental también en la trayectoria de Miguel Labordeta y en su viraje hacia el postismo y, posteriormente, hacia el expresionismo. Su lírica, personal, radical y dotada de un gran sentido del humor, es capaz de mezclar el postismo, el juego de palabras, un cierto primitivismo y el surrealismo con una fórmula muy personal llena de chispazos. Copio aquí cuatro textos de su libro ‘Los sonetos’. Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores reunió su poesía en 'Música de Lobo. Antología poética, 1941-2001', que preparó su gran conocedor Jaume Pont.
UN VERSO MÁS
Un verso más Dios mío y otro día
y un paso más y un llanto más si cabe
Pues que al verme vivir tan poco grave
digáis que es porque vivo todavía
Pensar qué es esa cosa la alegría
que se me va del alma como un ave
que me deja una pluma y no lo sabe
y alimenta de alpiste mi agonía
Solo en mi cuarto me voy viendo viejo
en la mentida risa ante el espejo
o en el beber o en el dejar el vaso
Pero cada mañana como todos
vuelvo del sueño donde estoy de codos
y un verso más y un día más y un paso
EROS TREMENDUM
En la noche del sexo busco luz
y encuentro más y más oscuridad
mi cuerpo es sacro y sacrifica edad
sin tiempo sobre el tuyo cruz con cruz
Subo y bajo y gravito mi testuz
cae sobre el muro de tu atroz ciudad
sin puertas donde al fin me da mitad
de entrada a la tiniebla un tragaluz
Mantel mi espalda cubre los manjares
mis brazos y mis piernas son a pares
con los tuyos en forma de escorpión
Las dos manzanas mi contacto deja
y duerme como un vaso en la bandeja
de tu vientre mi en
(París, 10 noviembre 1961)
Con Ángel Petisme en Zaragoza.
DENISE
Cuando pongo mis manos de metal
mis manos primitivas sin destreza
en tu pelo abundante donde empieza
tu cuerpo que respira amor mortal
Cuando tocan mis dedos tu total
altura de los pies a la cabeza
sin que me tiemble el pulso amo la pieza
maravillosa de tu ser carnal
Y entonces de quietud y roce puro
tu mirada me vence llena de aguas
y tu silencio femenino me arde
De repente de acción me transfiguro
desciendo mi contacto a tus enaguas
y te desnudo y te amo y se hace tarde
MÁQUINA DE DOLOR
Máquina de dolor es ya mi ser
y mucho tiempo hace que funciona
tengo un motor moderno en mi persona
que nadie puede oír ni puede ver
Hago un ruido enorme al despertar
y echo un humo espantoso todo el día
igual que un tren sin freno en una vía
oculta en largo túnel bajo el mar
Humanamente cumplo una condena
y una locomotora es mi destino
que no agota su carga de carbón
Sólo de noche soy una ballena
en un grandioso sueño submarino
donde nada feliz mi corazón
1 comentario
Francesc Cornadó -
Con mis amigos postistas de Barcelona lloro esta pérdida.
Francesc Cornadó