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Antón Castro

HA MUERTO MIGUEL MARTÍNEZ-LAGE

HA FALLECIDO EL TRADUCTOR Y ESCRITOR

MIGUEL MARTÍNEZ-LAGE

Esta noche, mi hija Aloma me escribía diciéndome que se había muerto por la noche, y probablemente de infarto, en Vera (Almería) el gran traductor Miguel Martínez-Lage (1961-2011), con quien he coincidido varias veces: en Zaragoza, recuerdo una noche memorable de tertulia y parranda y toda la pasión por la vida que él exhibía siempre (regresó a Tarazona en su coche, un poco chisposo), y por supuesto en Tarazona. Solía acudir, en tiempos de Uriz y de Maite Solana, a la cita anual de los traductores españoles. Cobijó el sueño de dirigir la Casa del Traductor. Se sentía muy feliz en el Moncayo, protegido por la montaña y la leyenda, se sentía un ave nocturna, y en el fondo, viviendo como vivía entonces en Pamplona, se sentía muy cerca de casa.

Recuerdo que me veía bastante con él: no conozco mucho su vida sentimental, pero durante un tiempo vivió una relación muy romántica con una chica de Barcelona, Miguel y ella se citaban en Zaragoza los fines de semana, y eran como dos enamorados de sábado y domingo en una ciudad que cada vez les era menos extraña. Miguel era apasionado, vehemente, enamoradizo y, sobre todo, muy trabajador. Muy trabajador; parecía caótico, pero debía ser todo lo contrario. En 2008 recibió el Premio Nacional de Traducción por su trabajo, monumental de veras, sobre la ‘Vida de Samuel Johnson’ que publicó Acantilado en casi dos mil páginas. En realidad, puede decirse que Miguel Martínez-Lage era como un torrente, un traductor insaciable, curioso: ha traducido a William Faulkner, Martin Amis, Auden, Samuel Beckett (“Rumbo a peor, de Samuel Beckett. Es la traducción más hermosa que he hecho nunca, quizá porque la hice en compañía, con otros cuatro traductores”, le decía a la periodista Nuria Alejos), Saul Bellow, Steinbeck, Stevenson, Evelyn Waugh, Eudora Welty, Coetzee, Joseph Conrad, Don DeLillo, Hemingway, Henry James, George Orwell, Poe, Pound, Steiner o Virginia Woolf, entre otros muchos. Siempre decía que una de sus traducciones más difíciles había sido ‘Absalón Absalón’ de Faulkner, y en 2008 confesó que lleva tres años sin ver la televisión. “La virtud indispensable de un traductor es la invisibilidad, que no se note que un texto está traducido, pero luego es difícil conseguir una cierta consideración social. Afortunadamente, hay editoriales que ponen el nombre del traductor en la portada”, declaró al ‘Diario de Navarra’ en 2008.

Miguel Martínez-Lage era un animal literario, un letraherido, que también escribía y que cobijaba un último afán: quería hacer una carrera personal como escritor.

8 comentarios

Amparo -

Miguel cómo novio,compañero era un poco excepcional.Un día te adoraba y otro ,te mandaba a paseo.Mí relación duró lo qué dura una carrera universitaria.Pasaron muchos años y me llamó a mí casa de Barcelona.Pero lo echó de menos.Me enteré de su muerte ,por casualidad y le he llorado y aún le sigo llorando.Se fue demasiado pronto.

Amparo -

Felicidades Miguel.Un beso

blanca martinz barrio -

abuso de mi generosidad y de mi buen corazon, ahora ya lo ha pagado bien con su muerte no solo me alegro de su muerte sino que me he vengadobien de el pues ha dejado dos hijos y una mujer ni es para mi ni ppara su familia. un saludo para quien lo lea.

blancamartinezbarrio70@outlook.com -

miguel no era de una sola mujer le gustaba irse con mas de una mujer nio era fiel era muy muy trabajador y le gustabamucho estar en casa. tuve una relacion con el romantica pero se murio debiendome mucho pero que mucho dinero.

blanca martrinez barrio -

Tuve una relacion muy bonita con él, era una persona que veia a las personas desde su interior. y valoraba el alma.He llorado mucho su muerte, me enteré dos años mas tarde.

Asun Lasaosa -

Llego a tu blog a través del texto de Evaristo Aguirre en Divertinajes, que me ha emocionado hasta las lágrimas (cosa bastante fácil, por otra parte, en estos días). Miguel ha estado en mi vida durante más de 30 años, pero hablas de una época que no seguí muy de cerca porque, como en tantas otras ocasiones, estábamos enfadados. Normal, somos los dos muy intensos. Por eso me ha gustado mucho leer tu aproximación a ese entonces, que sólo conocí más tarde, por lo que me contó después. Te lo agradezco mucho. Creo además que has recogido su espíritu a la perfección. Se habría sentido orgulloso de tu nota. Beso grande.

piero -

Un gran trabajador, y muy bueno. Grandes traducciones, se va alguien válido, un ejemplo y luz.

Pedro Ugarte -

Lo lamento mucho. Lo conocí y me pareció un buen tipo. Y lo que hizo ya es conocido por todos.
Un abrazo a quienes más le quisieron.