ARCHI DE CONSUELO: UN CUENTO
[Archi de Consuelo es un escritor, ilustrador y apasionado de la cultura en general que reside en Benasque. Es argentino. Escribe cuentos, novelas, hace dibujos y caricaturas, realiza cómics. Es un hombre amable y entusiasta que me envía unas cartas muy cariñosas. Levanta los ojos y contempla el tránsito del río turbulento entre los sauces y los olmos, y mira las montañas nevadas de los Pirineos. Allí, prisionero de sus sueños, se siente más próximo al cielo; a veces, cuando quiere sentirse más mundano, es capaz de seguir el fútbol o de desvelarse con el programa ‘Borradores’ de Aragón Televisión.]
DÍA DE PAGA
Por Archi de CONSUELO
Cargaba un maletín negro y caminaba como si mucho no le alegrara la idea de pisar el suelo, los pies voladores apenas si se posaban. Se detuvo ante la puerta del palacio y llamó con cinco golpes imperiosos de aldaba. El timbre era para los irrespetuosos. Saltaba sobre un pie y sobre otro, sin posarse demasiado. Se veía que algo tenía contra el suelo.
La puerta se abrió como la gigantesca tapa de un libro: con erudición.
-¿Qué desea?-preguntó el mayordomo protocolario con falsa reverencia.
-Vengo a entregarle a su majestad, el rey, un pequeño aliciente para incrementar su felicidad hostigada por las crueldades del vulgo -abriendo el maletín (y sin dejar de dar brincos), añadió con humilde orgullo-. Como verá soy un súbdito fiel.
El maletín rebosaba en billetes de cien y quinientos euros. Naturalmente, eran falsos. Pero también, era falso el mayordomo que le había abierto la puerta.
Estuvieron un rato midiéndose con feroz cordialidad, hasta que el mayordomo le cerró la puerta real en las narices. Fue a notificar al rey, quien desayunaba una aleta de tiburón asada con una guarnición de mariposas fritas.
-Vuestra Gracia. Ha venido un hombrecillo insolente a obsequiarle unos tres millones de euros falsos.
Su majestad el rey asintió con la boca llena, arrugó la frente altiva soñadoramente:
-Ñam ñam ñam…y dígame, Perkins, ¿dónde está ese bellaco repulsivo? Me imagino que le habrá propinado usted una buena patada en el culo.
-No pude Excelencia. No paraba de moverse con astucia callejera. Lo mandé a la puerta de servicio a uno de los baños de la servidumbre. Su devoción primordial era para su plebeya vejiga y no quería que ensuciase el ático con su fétido orín de sapo.
-Ñam ñam ñam, ¿cogió usted el dinero falso y maloliente?
-Sí, su majestad.
-Excelente…ñam ñam ñam, haga correr la voz a todos mis adeudados que hoy cobrarán por adelantado tantos años atrasados de servicio. Ñam ñam ñam, ¡esto de la crisis es ulcerante!
*Las fotos son del artista suizo Hans Staub.
1 comentario
fullmovies.com review -