CARLOS DE ABUIN: TRES POEMAS
ICH BIN NICHT GROSS
Como la aleta dorsal de un gran pez
La montaña-horizonte de Ginebra
Enfrente de mi ventana enhebra
Hilachas de nubes con tozudez.
Pasados los laberintos de Fez
Las palmeras que el aire seco quiebra
Trazamos más mapas, pieles de cebra
Sobre este mundo creado en estrechez.
Somos viajeros, olas de un lago
Reclusos de una vida atrapada
En los barrotes de un monte alpino.
¿Quién será me pregunto el hábil mago
Que urdió esta aventura que cada
Cual ha de vivir como su destino?
CUATRO RUEDAS
Cuando en el silencio mi voz te nombra
Fluyes como un río infinito
Apenas puedo verte en la sombra
Y cada beso a la noche es un grito.
Los astros brillan en su oscura alfombra
Tu frente exuda un veneno exquisito
Es un honor que aún ahora me asombra
Ver en tus ojos el Amor escrito.
Huele a rosas ácidas, gasolina…
Un cercado juega a ser muralla
Un coche es castillo en la colina
El Destino es el campo de batalla.
Sin armas, la Muerte se adivina.
Temible es, cuando nos mira y calla.
A Beatriz
TRASMOZ
Una begada estié en Trasmoz.
En ixe mon cobalto e solenco,
D’o desierto parezía un troz:
Suenio chelau de bel alunadenco.
Sentié d’un mago arabe a boz;
O infinito d’un zielo azulenco.
Carreras buedas, un calor atroz,
Un sudor, como augua de mayenco.
A mía memoria ye un río, ye ebidén.
No quiero ir-me-ne d’astí, luén…
Fuyir d’o esdebenidero destín.
No. Beberé a ambista totalmén.
Os míos labios conoxen o camín;
As bruxerías d’o zierzo sin fin.
*Las fotos son de Wayne F. Miller.
1 comentario
MARTIN DE ABUIN CARLOS GUSTAVO -