ÓSCAR SIPÁN DEBUTA EN LA NOVELA
[El sello Nalvay, instalado hace muy poco en Almudévar, tiene importantes novedades para septiembre: Rafael Salillas, Ignacio Escuín Borao, que debutará en la narrativa infantil y juvenil, y Óscar Sipán. El escritor y editor de Tropo es un reconocido cuentista y un experimentado y talentoso autor de microcuentos, elogiados por especialistas del género como Gemma Pellicer o Fernando Valls, entre otros. Ahora, publica su primera novela: ‘Concesiones al demonio’, de la que Óscar ofrece aquí un pequeño avance.]
CONCESIONES AL DEMONIO
Por Óscar SIPÁN. Nalvay, 2011. Avance editorial
“He dicho que te daré a la salida, le grito al mendigo que me tiende una mano y me señala con la otra un cartel hecho por ordenador con letra Britannic Bold. La iglesia huele a incienso y lejía. Flotan en el aire partículas de polvo viajero. Me santiguo con el agua tibia y bendita. Desde niña, me confieso una vez a la semana. Leandro me provoca y se burla diciendo que el arrepentimiento cristiano es como la borrachera de Martini: dulce en la madrugada, desoladora al amanecer. Pero la verdad es que me gusta estar casada con un ateo varonil y desnortado. Una anciana reza con tanta intensidad que podría introducirse en la cabeza de Dios. La cortina del confesionario está echada, así que me siento en un banco próximo y me recreo con el efecto extraño de las vidrieras de colores sobre el hombre crucificado. Aplasto un mosquito en mi cuello, sangre de mi sangre. Fuera se desata la primera tormenta del verano y un rayo me sobrecoge y me traslada a otra tormenta, a una cama de hospital, dos años atrás. Acaban de darle la extremaunción y mamá agoniza. Miro su rostro hemofílico y doliente y le doy la mano mientras cruza al otro lado. Le besamos con dulzura, en la frente, la morfina, la muerte y yo. Su corazón deja de latir y se queda fría. El viento y el agua golpean el cristal con furia y yo me siento tan sola, tan perdida, que busco un milagro o el consuelo del sacerdote; pero éste sólo me ofrece un puñado de palabras desgastadas y nada más.
La cortina se abre y de ella sale, con el avance de un cortacésped, una anciana de piel cérea y labios de carmín. Parece aliviada, como si hubiese arrojado una pesada carga al fondo de un pozo, y me sonríe con ingeniería angelical. Entro en el confesionario y me arrodillo. A través de la rejilla veo una sotana cuarteada y una mano venosa y regordeta con un anillo de oro. Utilizamos las fórmulas de cortesía. El cura respira como un perro trufero. Como no tengo pecados destacables, los invento. Confieso que he robado dinero de la caja registradora en dos ocasiones. Confieso que, en un ataque de celos, decidí seguir a mi marido por la calle. Confieso que llevo años posponiendo viajes y disculpas. Confieso que he dejado de visitar la tumba de mi madre. Mis mentiras parecen deslumbrarle. Indignado, con esa superioridad de los escogidos por Dios, escanciando el bien y el mal, me castiga con tres padrenuestros. Cumplo la penitencia en una capilla y salgo a la realidad apretando una moneda que no regalaré”.
EL AUTOR
Oscar Sipán (Huesca, 1974). Galardonado en numerosos certámenes literarios y autor de los libros Rompiendo corazones con los dientes (Premio de Narrativa Odaluna 1998, Edisena), Pólvora Mojada (XVII Premio de Narrativa Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal 2003, Diputación de Zaragoza), Leyendario. Monstruos de agua (2004, March Editor), Escupir sobre París (2005, March Editor), Tornaviajes (Premio Búho 2006, Tropo Editores), Guía de hoteles inventados (IX Premio de Libro Ilustrado 2007, Diputación de Badajoz), Leyendario. Criaturas de agua (Premio al libro mejor editado en Aragón 2007, Tropo Editores), Avisos de derrota (2008, Onagro Ediciones) y Almanaque de los días felices (2009, Instituto de Estudios Altoaragoneses). Concesiones al demonio es su primera novela. La foto de Óscar es de Vicente Lachén. Y las otras dos son de Ed Ross, un abogado que se ha pasado a una fotografía que tiene el aspecto de ser un tanto vintage. El mundo femenino, entre desafiante y oscuro y a veces lánguido, es el tema central de su trabajo.
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