GAMÓN: ARTE, MÚSICA Y KLIMT
Alberto Gamón mezcla la música
con Klimt y los cinco sentidos
El ilustrador publica su álbum más ambicioso, ‘Cinco músicos en el quinto pino’, para celebrar el primer lustro del sello aragonés APILA. La presentación será el viernes 13, en la Escuela de Artes.
Alberto Gamón (Alcañiz, 1974) es uno de los grandes ilustradores aragoneses de los últimos años: figura en la exposición colectiva ‘Iluminar la palabra. Ilustradores aragoneses en el siglo XXI’, que coordina Carlos Grassa Toro, y ha pintado, con peces, uno de los proyectos ‘Esto no es un solar’. Uno de sus últimos libros se publicó en México, ‘Seis leones’, con texto de Daniel Nesquens, y ahora acaba de llegar a las librerías su trabajo más ambicioso: ‘Cinco músicos en el quinto pino’ (APILA), donde combina sus ilustraciones y un texto propio. Un álbum que sale en vísperas del Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil.
Dice el artista: “Cuando los editores de APILA me hicieron la propuesta de hacer ambas cosas, texto y dibujo, me pareció arriesgado, pero al final acepté. Querían que este libro coincidiese con la celebración del quinto aniversario de la editorial, por lo que me pidieron que tuviera presencia el número cinco. Una cosa me llevó a otra: cinco, cinco músicos, cinco músicos austriacos, y pensé que el mejor contexto era la Viena de principios del siglo XX con todo el movimiento cultural que allí se dio”. Y casi de un modo natural apareció el pintor Gustav Klimt, del cual se cumplen en julio 150 años de su nacimiento. El relato mezcla la música y los cinco intérpretes austriacos con los cinco sentidos.
Explica el ilustrador. “El de los cinco sentidos es un tema que me gusta trabajar en los talleres escolares. Aunque este libro más que de los sentidos habla de su ausencia y de la intolerancia hacia las personas que los van perdiendo: uno de los protagonistas del libro no oye bien, a otro le tiembla el pulso…” Otro no acierta al escoger la ropa, o ese cree la multitud que lo escucha en el teatro; otro presiente que el concierto va un poco mal y que alguien le está “tocando las narices”.
Asegura Alberto Gamón que durante la elaboración del álbum ha tenido que convivir con “la inseguridad que me provocaba escribir. Soy un ilustrador al que le propusieron contar una historia y aceptó el reto”. Los editores de APILA, el sello zaragozano que nació hace un lustro en la Escuela de Artes, le habían pedido un libro con mucho colorido, que fuera más exuberante que su libro anterior, ‘Seis leones’, “de un cromatismo muy limitado –indica-. Al final decidí aplicar el color por gamas. Me pareció que podía quedar más potente”. Alberto Gamón, que ha trabajado varios años en artes gráficas, advierte al final que ha utilizado “aplicaciones informáticas”, y confiesa: “Estuve una jornada entera en la imprenta, literalmente a pie de máquina, controlando cómo quedaban los colores y poniendo a prueba la paciencia del impresor. Me pareció que merecía la pena hilar fino con esto”.
El resultado está a la vista: ‘Cinco músicos en el quinto pino’ es un libro muy especial, sugerente, lleno de evocación y de sorpresas, divertido, todo un torrente visual de composición, de elementos y de atmósferas, dentro de ese tono suyo tan geométrico y limpio, que se aproxima al constructivismo y al neocubismo. “Me gusta sintetizar, simplificar las formas y qué mejor modo de hacerlo que desde la geometría. Pretendo contar las cosas de una manera sencilla, quitar todo lo superfluo. El mensaje siempre será más claro”. Una señora que pasa -y que parece salida de un cuadro lujoso de Gustav Klimt, que anda por ahí con sus pinceles y su gato- tiene un deseo: le gustaría oír la quinta sinfonía de Mahler. ¿Se atreverán a tocarla estos cinco músicos de Viena?
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