QUIERO TANTO A JAUME SISA
UN ÁLBUM INOLVIDABLE DE JAUME SISA
Llevo unas semanas viajando por el año 1978, cuando llegué a Zaragoza. Recuerdo los discos que acompañaron mi estancia inicial en Zaragoza: ‘Minstrel in the Gallery’ de Jetro Tull, ‘Al final de este viaje’ de Silvio Rodríguez (al que había visto en un reportaje entre los estudiante de La Habana y me había fascinado con ‘Te doy una canción’), Bach y Albinoni, María del Mar Bonet (con mi canción fetiche ‘Mercè), y un álbum que fue completamente obsesivo para mí: ‘Qualsevol nit por sortir el sol’ (Cualquier noche puede salir el sol) de Jaume Sisa. Me fascinaba su ironía, su canto a la alegría, su sentido del humor, su atmósfera de fanfarria y a la vez de sofisticación y de glam. Había temas que aún me emocionan y me hacen llorar casi, o sin casi: ‘El sète cel’, ‘Maniquí’ o la que da título al álbum. Todo el disco es una maravilla, ahí está ‘El fill del mestre’, y no ha envejecido. Oigo de nuevo ‘Maria Lluna’. Era de una modernidad absoluta y de un lirismo nada fácil, nada blando, especial, maravilloso en su sentido de la parodia y de la lentitud. Para mí gusto uno de los mejores discos que ha dado la música de todos los pueblos de España en los últimos 40 años.
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