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Antón Castro

'BORDE', SEGÚN PÉREZ LASHERAS

'BORDE', SEGÚN PÉREZ LASHERAS

[Antonio Pérez Lasheras es filólogo y tiene muchos campos de acción. Es experto y biógrafo de José Antonio Labordeta, ha estudiado a lo largo y a lo ancho la poesía aragonesa contemporánea, conoce muy bien la literatura española del siglo de Oro y es un experto absoluto en Luis de Góngora. En su facebook, desde hace muchos días, da ejemplo de su amor al lenguaje y de su conocimiento de las palabras. Por ejemplo, en su última entrega, habla de la palabra BORDE.]

 

LA PALABRA ‘BORDE’

 

Por Antonio PÉREZ LASHERAS

 

[Entrega, 183.º ]Me pide mi buen amigo José Luis Melero —amigo de tantos años que casi triplican los que teníamos cuando nos conocimos— que haga una perla con la palabra borde, que era el insulto clásico que se escuchaba en La Romareda dedicado a los jugadores del equipo contrario e, incluso, al árbitro. Lo cierto es que hace unos años se trataba de una expresión exclusiva del campo del Real Zaragoza, pero hoy puede escucharse en cualquier evento deportivo en la Península Ibérica (porque también se dice en portugués).
En mi infancia y adolescencia en Jaca borde era el mayor de los insultos que podíamos llegar a oír y a pronunciar, y no lo oía fuera de mi tierra, donde se escuchaban otras voces como hijo de puta o hijoputa que me resultaban malsonantes. Había, incluso, quien era capaz de aguzar el ingenio: «Tú te callas, que no has llevado corbata más que en la boda de tu padre», le espetó un amigo de cuadrilla a otro, que pareció no entender. Ante la risa

 generalizada, gritó histérico: «Borda lo será tu madre». Ya tenemos una diferencia: borde / borda. El uso estaba tan enraizado en la lengua que había desarrollado su propio femenino.
Lo cierto es que, consultando el DRAE lo encontramos ya su primera edición (el ya tantas veces mencionado Diccionario de Autoridades, 1726), y se mantiene en el resto de las ediciones posteriores. La palabra se define como «El hijo nacido fuera de legítimo matrimonio», definición que se conserva hasta hoy (aunque abandonando la cuestionable legitimidad). Pero la misma primera edición del diccionario comenta: «Es poco usado». La autoridad con la que se respada es nada menos que fray Luis de León, en La perfecta casada: «Por manera que echando bien la cuenta, el ama es la madre, y la que le parió es peor que madrastra, pues enajena de sí a su hijo, y hace borde lo que había nacido legítimo» [regularizo la ortografía de acuerdo a las normas actuales].
Sobre el origen de la palabra, ya Autoridades comenta que Covarrubias (1611) «quiere que venga del francés bordeau, pero es más creíble que se haya tomado de nuestro adjetivo burdo, u del nombre burdel». Pero es que burdus, en latín tardío, significa 'bastardo', por lo que todas estas palabras están relacionadas.
El caso es que, en Aragón la palabra subsiste por influjo de aragonés, y ha conservado muchos más matices que en castellano, lengua en la que, ya a principios del siglo XVIII, era un arcaísmo. Por lo tanto, la voz ha seguido viva gracias al uso que se hacía de ella en Aragón, donde ha desarrollado muchos derivados: borde, bordé, bordegacho, bordegot, bordería ('hospicio', pero también, vulgarmente, 'putada'), bordet... Incluso, no descarto pensar que ciertos apellidos típicos de Aragón, del tipo Borderas, Labordeta, procedan de este étimo.

 

*La foto es de Stix.

 

1 comentario

Ramon -

Amigo Antonio. Me gusta, pero creo que Labordeta puede derivar de "borda" que es un pajar (en este caso, boda pequeña, con el sufijo -eta, muy usado en el altoaragón) y más, todavía, si lleva el artículo delante