ALMUDENA VIDORRETA, TRES POEMAS
[Hace unos días publicaba aquí el poema que da título al nuevo libros de Almudena Vidorreta, ‘Días animales’. Más tarde, con conexión ya, la joven poeta y profesora, residente en Nueva York, me envió estos tres poemas y esta foto. Siempre es difícil hablar de un poemario: este habla del amor, de la pérdida, del desencuentro, de la ferocidad y el extrañamiento de la pasión, del adiós y la ruptura, de la relación entre la palabra y la poesía, entre el verbo y la emoción, y tiene abundantes guiños a los mitos (Antígona), a Adorno, a la filología y al conocimiento, el general y el de uno mismo. He aquí, pues, tres nuevos poemas del libro de La Gruta de las palabras (Prensas Universitarias de Zaragoza), la colección que dirige Fernando Sanmartín. El libro también admite la comparación con un bestiario de amor.]
RABIA
Nadie dijo que fuera fácil,
pero el ser humano se empeña
y se deja llevar por los días
animales
y los meses
más feroces aún:
tiempos como criaturas
recién salidas de su jaula.
Perro sin dueño,
tengo los dientes recién afilados
y el público desea
vernos sufrir.
A mí no me han abandonado todavía
pero llevo de todo por dentro
y por descuido.
Muerde,
deja de acechar y ataca pronto,
a ver si te paso la rabia.
LATET ANGUIS IN HERBA
Hoy soy la sierpe con las fauces rotas
que estaba latente entre la hierba
y quiso devorar de un solo gesto
a un ejército entero de ratones.
Pasando con esfuerzo la garganta,
aquellos indefensos animales
gritaban en el momento de su muerte,
porque son descendientes del cisne,
que, aunque hermoso, ataca.
Soy la destructiva cazadora
hambrienta de presas débiles,
frágiles, tanto como tú,
y cambio de piel más fácilmente
gracias a su paso por mi cuerpo.
LOST IN TRANSLATION
Yo, que ya no tengo nada que decirte,
me llego a ti nerviosa,
como una despeinada,
y tiño de ciruelas frescas
tu lecho carcomido.
Ato a las ramas de este árbol
un papel donde pone tu nombre
y rezo una oración a nuestros muertos
para que los vivos nos perdonen
por haber soñado.
Estaban los cerezos en flor
y fuimos allí a perdernos.
*Esta foto es de Vicente Almazán.
1 comentario
Yelena -
Gracias!