ELENA BLANCO: UN DIÁLOGO
ELENA BLANCO. Fotógrafa, 33 años. Jefa de prensa de Seix Barral. Expone ‘La mirada del escritor’ en Los Portadores de Sueños
“A un retrato le pido que transmita”
Elena Blanco Benito, de 33 años, es fotógrafa y jefa de prensa de Seix Barral. Esta tarde inaugura una exposición, ‘La mirada del escritor’, en la librería Los Portadores de Sueños. En ella figuran autores como Juanjo Millás, Enrique Vila-Matas, Ignacio Martínez de Pisón, Elvira Lindo o Eduardo Mendoza.
¿Cuál es su historia personal con la fotografía?
Me regalaron la primera cámara con ocho años y desde entonces he hecho fotos, siempre me ha gustado mucho. Desde hace cuatro o cinco años ha pasado de ser un hobby a convertirse en algo cada vez más importante para mí, es una actividad que me apasiona. Seguramente en la relación con la fotografía me ha influido mi padre; siempre estaba filmando y haciendo fotos desde que era pequeña, así que para mí siempre ha sido algo natural, y ahora lo valoro mucho. Tengo amigos que apenas tienen fotos de cuando eran pequeños.
¿Cómo empezó a hacer fotos a escritores? ¿Qué pasó por su cabeza?
Llevo diez años trabajando en la editorial Seix Barral, me considero muy afortunada por estar en contacto con libros y escritores desde hace tanto tiempo porque la literatura es una de mis pasiones. Desde el inicio he ido haciendo fotos cuando estaba de promoción con autores, a modo de diario visual personal. En algún momento empecé a hacer retratos, fue un proceso natural. Ahora me he convertido en la “fotógrafa oficial” de la editorial y estoy encantada, es un honor para mí.
Cuando va a hacer un retrato, ¿tiene una idea preconcebida, se guía por la intuición?
Carezco de una formación clásica o técnica como fotógrafa, así que sobretodo me dejo guiar por la intuición y la improvisación. A algunos de los escritores los conozco desde hace años, y sus retratos están hechos desde la admiración, con mucho cariño y respeto siempre.
¿Quiénes son sus referentes, los artistas a los que admira?
Conozco y admiro el trabajo de grandes fotógrafos especializados en escritores como Daniel Mordzinski, Lisbeth Salas, Vasco Szinetar… Me gustan mucho sus fotos, como las de tantos otros, pero no tengo referentes concretos a la hora de disparar.
¿En qué son especiales los escritores?
Los escritores comparten sus historias y su manera de ver el mundo, y eso nos acompaña y forma parte de nuestra experiencia como lectores, lo incorporamos a nuestras vidas. Están muy expuestos a pesar de que su trabajo es muy solitario.
¿Podríamos decir que sus retratos son narrativos, psicológicos o solo espontáneos?
Son espontáneos aunque no lo parezca, porque están hechos sobre la marcha durante un momento libre en medio de una agenda de entrevistas. En los últimos meses me han comentado con frecuencia que parecen retratos “psicológicos”.
Hay personajes que parecen inquietantes. Pienso en Juan José Millás, por ejemplo. ¿Se dan casos de incomodidad, de tensión?
Siempre estoy cómoda con ellos, al final es una relación de trabajo natural y fluida. Una relación natural. Eso no quita que en alguna ocasión al conocerlos por primera vez estuviera expectante porque tengo la suerte de trabajar con autores que admiro y sigo desde hace mucho tiempo. Pienso en cuando conocí a Juan José Millás, Enrique Vila-Matas, Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina, Eduardo Mendoza…
¿Cuál ha sido la foto más difícil y por qué?
Algunos autores son más tímidos a la hora de dejarse retratar, pienso en Juan Bonilla o Isaac Rosa, pero eso nunca me ha parecido difícil.
¿Quién es el más seductor, aquel al que le gusta posar, que tiene alma de modelo?
En general a los escritores (al menos con los que yo he trabajado) no les gustan especialmente las fotos, pero se sienten cómodos porque llevan años “sufriéndolas”. Hasta ahora no me he encontrado con ninguno que tenga “alma de modelo”. Pero, por ejemplo, Enrique Vila-Matas o Elvira Lindo muestran una complicidad especial en relación con la fotografía.
¿Se reflejan los libros o la escritura del autor en tus retratos?
Como lectora sus libros me influyen y también la relación que tenga con el autor, eso condiciona mi mirada; desde luego. Siempre trato de reflejar la complicidad y empatía que tengo con la persona que está al otro lado de la cámara. A un retrato le pido que me transmita, que el retratado me comunique algo.
¿Cuál ha sido la reacción de ellos luego, cuando se han visto?
A todos les ha gustado el resultado. En algunos casos como Janne Teller o Enrique Vila-Matas están usando esas fotos en la promoción de sus libros, incluso de otras editoriales. Es un honor. Enrique Vila-Matas es el autor que más veces he retratado, desde que nos conocimos en un viaje a Dublín con la promoción de su novela ‘Dublinesca’. Siempre hay complicidad en mayor o menor medida.
¿Cree que hay distinto en un retrato de escritor del de otra persona?
La diferencia no reside en el retrato, sino en la mirada del espectador, porque en el caso de los escritores uno tiene una relación con ellos por el hecho de ser su lector.
¿Cómo se plantea el futuro, qué sueños tiene?
Uff...! Me gustaría seguir trabajando cerca de escritores pero también tener más tiempo para curiosear, aprender y empaparme de fotografía. Tengo varios proyectos en mente y muchas ganas e ilusión para llevarlos adelante, solo me falta tiempo. Y por supuesto seguir disfrutando de las cosas buenas de la vida, mis amigos, formar una familia…
*Esta entrevista se publicaba ayer en heraldo.es
-La foto de Pisón la tomo de aquí
https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-5a0b150543b3b9c75e1810da31c54c1a.jpg
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