MUERE JUBY BUSTAMANTE
[En heraldo.es acaba de aparecer este artículo de reconocimiento y cariño a Juby Bustamante, una gran periodista cultural, madre del buen amigo, editor y traductor Miguel Aguilar. Desde aquí todo el afecto y el consuelo.]
JUBY BUSTAMANTE, ADIÓS A UNA
GRAN PERIODISTA DE LA TRANSICIÓN
Juby Bustamante, una de las grandes periodistas culturales de la Transición, era, en realidad, Jubilia Fernández Bustamante. Había nacido en Santander en 1938. Fallecía ayer a consecuencia de un cáncer de pulmón. Inició su carrera en la prensa en el diario cántabro ‘Alerta’. Algún tiempo después se trasladó a Madrid y trabajó en una de las revistas más famosas del momento, ‘La estafeta literaria’, donde leíamos a autores como José García Nieto, Luis López Anglada, Carlos Murciano, Vicente Aleixandre, etc. Había un poco de todo: artículos de fondo, entrevistas, críticas de arte, reportajes o textos inéditos. Era una revista que se fundó en 1944 y se cerró en 2001.
De ahí pasó al diario ‘Madrid’, que el régimen clausuró en 1971. Quizá por ello, y por la calidad de sus propuestas, ‘Madrid’ forma parte de la leyenda del periodismo en España. Ahí, Juby dio muestras de su curiosidad, de su vasta cultura (entrevistó a Simone de Beauvoir), de su don de gentes y de un carácter particular: era una gran contadora de historias, poseía un gran sentido del humor y tenía mucho carisma. Así la han retratado muchos de los amigos que han redactado su necrológia en distintos medios: Juan Cruz, Nativel Preciado (que la llama “maestra” y explica una curiosa anécdota del café Gijón, de equívocos, de novios y maledicencias, que las hizo amigas para siempre), Pedro Vallín o Lucía Méndez, entre otros. También Javier Solana, con quien trabajó en el Ministerio de Cultura, se rinde a su encanto: “Periodista de talento, lectora insaciable, conversadora inteligente. Generosa. Se reía con la elegancia de quienes aman la vida”, la define.
Tras el cierre de ‘Madrid’ ingresó en la revista ‘Cambio 16’ y se incorporó a la sección de Cultura. Y desde allí seguiría mostrando su pasión por las artes, la literatura o el análisis de los nuevos tiempos. Juan Cruz recuerda una hermosa anécdota que la define: se casó con el periodista Miguel Ángel Aguilar, que trabajaba en ‘Diario 16’ y tuvieron dos hijos, Miguel, editor en Debate y traductor, y Andrea, periodista; todas las noches les leía poemas. En sus últimos días su hija le devolvía el hermoso obsequio: le leía poemas de Antonio Machado.
Cuando Miguel Ángel Aguilar fue expulsado de la dirección de ‘Diario 16’, ella dejó el grupo. Dos años después, hacia 1982, Javier Solana la invitó a su gabinete de prensa, del que acabaría convirtiéndose en Directora General. Conocía muy bien la cultura española y universal, era sensata y audaz y tenía mucha mano izquierda. Se movía con comodidad en las tertulias y siempre dejaba en el aire la impronta de su lucidez, de su ironía y de su sentido del humor. Jorge Semprún también contó con ella y algún tiempo más tarde fue contratada por el gabinete de comunicación del Museo Thyssen. Allí permaneció hasta su jubilación en 2003; ocho años después, en 2011, recibió la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo por su actividad profesional.
Nativel Preciado, en su bello y emotivo artículo en ‘El País’, dice: “Le apasionaban la literatura, la música y, sobre todo, las charlas con los amigos a los que deja desolados. Somos multitud los que afirmamos que vino al mundo para adecentarlo”.
*La foto aparece hoy en 'El País'.
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Miguel -