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Antón Castro

SERGIO MURO EXPLICA 'LA HISTORIA DEL PERFORMANCE'

SERGIO MURO EXPLICA 'LA HISTORIA DEL PERFORMANCE'

Esta noche, del viernes 27 de Marzo, Día mundial del Teatro, a las 21.30 horas se estrena en el Teatro de Las Esquinas el nuevo proyecto de Muro y Cruces “La Historia del  Performance”. Sergio Muro, artista multidisciplinar y performer internacional, junto a Lucio Cruces, músico y artista multimedia, presentan una selección de los hitos más representativos de esta disciplina artística. Y lo hacen justo ahora que se cumplen 100 años de los primeros performances que los Dadaístas, encabezados por Tristán Tzara, realizaron en el Cabaret Voltaire de Zurich. Junto a ellos, colaboran Mudy Issa, saxofonista, Francho Obón, disc jockey y Cafés Orús. Acaban el espectáculo con un happening social, de ahí que la empresa aragonesa participe poniendo un mojito con café incluido en la entrada. Para este blog le hemos hecho una entrevista a Sergio Muro, que explica las características del montaje.

-¿En qué consiste exactamente la función ‘La Historia del Performance’? ¿Qué va a ver el espectador?

El espectador va ser parte del proceso creativo, protagonista, va a poder vislumbrar que hitos y que artistas transformaron la mirada del arte conceptual y de esta disciplina artística, de una manera muy plástica, visual y didáctica, para, por un lado indagar más sobre esos artistas y esta disciplina relativamente joven -comparándola con las demás, pintura, escultura, poesía, música..-, y para que, además, cuando afronten otra experiencia delante de un performance, valoren lo que están viendo.


-¿Cuál es la importancia del performance en el teatro y en el arte?

Creo que en el arte y teatro contemporáneos es crucial. Antonin Artaud ya abogaba por el Teatro del Absurdo, el teatro de la Crueldad, donde decía que el arte y la vida eran lo mismo, que había que agredir al espectador, para que reaccionara, para que no fuera un ente pasivo. Se transforma lo cotidiano en una experiencia artística. En el arte contemporáneo, rompieron todos los lastres academicistas y el yugo del mercado del arte, sobre todo esto último en los años 70, ya que el artista se presenta como obra de arte y no necesita ningún intermediario, una obra de arte viva. Además es un periodo muy convulso donde el arte se convierte en herramienta de lucha social (todos los movimientos de igualdad, antibelicistas, feministas, gays y lesbianas...)


-¿Cuál sería para ti el performance más genuino, el que marcó un antes y un después?

Creo que hay varios puntos de inflexión y varios artistas clave. Por un lado los Dadaístas y Surrealistas juegan con el azar, con lo lúdico, con lo absurdo, el artista se expresa sin trabas. Realizan el antiarte, incluso el no arte. Tristan Tzara, Hugo Ball, Marcel Duchamp ... incluso Luis Buñuel con Giacometti hace el poema visual de ‘La jirafa’ en los jardines de los Condes de Noailles... En España, sería en Aragón donde se realizarían los primeros protoperformances, con La Agonía del Cabo, con claras reminiscencias a estos movimientos y conceptos de vida. En la parte plástica, Yves Klein y Pollock, rompen con la barrera que imponía el bastidor y el soporte pictórico para meterse dentro de él. Allan Kaprow "inventa" los happenings, donde el público crea la propia pieza. John Cage en la parte musical, siendo un virtuoso de la música cree convencido que el ruido de los objetos cotidianos generan arte. En la danza, la Danza Butoh, surgida en Japón después de las bombas de Hirosima y Nagasaki, transforma la manera de mover el cuerpo y de la danza.

-Son muchos noches nombres, desde luego...

Pero si tuviese que elegir a uno, creo que sería Joseph Beuys, el más teórico y que abogaba por la creatividad, el verdadero capital del ser humano. Performance como el del Coyote, la Liebre,... son hitos. Después viene la era digital, y la fotoperformance y videoperformance, donde creo que son claves Bruce Nauman y Paul McCarthy. Marina Abramovic es la más conocida y popular... Y no habría que olvidar el Accionismo Vianes de los 70, que rompieron con cualquier moral, realizando orgías, ritos y liturgias paganas, con sangre de animales e incluso con amputaciones físicas. Chris Bruden se dejo disparar en una galería ante la mirada atónita y sin saber que hacer de los espectadores...

-¿Qué vínculo existe entre el performance y el dadaísmo?

Es total, es el inicio, es la libertad, el azar, lo lúdico.



-Cómo defines al movimiento Dadá, encabezado por Tristan Tzara. ¿Qué te interesa de él?

De Dadá y el dadaísmo me interesa la frescura, la pureza de pensamiento más instintivo, la improvisación, la vuelta a la jovialidad, al juego -como si fueran niños-, la libertad de propuestas, la risa, y el trasfondo que tenía de ir en contra de lo establecido, en cierta manera, en diversos campos: existenciales, histriónicos, escépticos, iconoclastas y subversivos.


-¿Cómo se compaginas el arte, el teatro, tu pasión por la el concepto y el atletismo?

Creo que todo va unido, no pienso hoy voy a ser atleta y mañana artista conceptual. El arte y el deporte me dan equilibrio mental y me desarrollan como persona. Siempre he tenido esas dos facetas en mi vida, la verdad es que he de reconocer que soy hiperactivo, y que la fuerza que me ha dado el deporte lo he podido canalizar en proyectos culturales y artísticos donde necesitaba toda mi resiliencia y energía vital y creativa.

 

1 comentario

Paula -

Increíble, me ha encantado esta entrevista.