CONCIERTO EN LAS ALTURAS DE CERLER
*La Unión Musical de Garrapinillos ofrece
hoy un concierto en las alturas, en Cerler
La banda municipal, dirigida por Carlos Roldán, celebra en 2015 sus primeros treinta años y tocará en el Auditorio en octubre
Antón CASTRO
«En Garrapinillos, y concretamente en la Unión Musical, se vive la música de forma especial. Hay personas que buscan tiempo donde no existe. A nuestro abanderado Julián (que falleció hace algún tiempo) lo podías encontrar ensayando en el huerto; entre faena y faena colgaba las partituras en un cable y a soplar en su trompeta. Otros vienen directamente del trabajo al ensayo. Hay niños que se empeñan en venir a todos los ensayos», explica Carlos Roldán, director de la banda municipal de Garrapinillos. Cuenta como, en este final de curso, uno de ellos se quedó dormido con el instrumento en la mano. «El esfuerzo se recompensa con el valor humano de los componentes; hacemos una actividad en la que conviven niños llenos de ilusiones y sueños, adolescentes con la vista puesta en su futuro, adultos que acaban venir de su trabajo (taxistas, abogados, carniceros, médicos, mecánicos, incluso jubilados) y que buscan en la música, con su instrumento, un objetivo común: sonar bien. Ese es nuestro empeño: tenemos voluntad de sonar bien. Un caso de implicación particular: Tomás Castillo, el clarinete bajo, se casó el viernes y hoy tocará».
La Unión Musical de Garrapinillos cumple en 2015 sus primeros treinta años y lo va a celebrar de diversas formas: en octubre tocará en el Auditorio y mañana, a las 11.30, ofrecerá en Cerler «todo un concierto en altura». Explica Roldán: «Se nos ocurrió, además de otras ideas, hacer un concierto de altura; el caso es que decidimos cambiar la preposición y hacer un concierto EN altura. Las ideas surgen del espíritu común de la banda. En cuanto lo supieron en Aramón Cerler, nos invitaron a realizarlo allí, con el Aneto en el palco de autoridades. Habrá público familiar, desde Garrapinillos se va a desplazar mucha gente, y público que esté de vacaciones disfrutando el Pirineo».
No es la primera vez que esta banda mira hacia arriba: algunos de sus integrantes subieron a la torre de la iglesia de Garrapinillos, la primera obra de Ricardo Magdalena, «y en vez de dar las horas con campanadas, se daban con melodías. Lo hicimos durante un día completo. Y también subimos en un globo aerostático. Fue curiosísimo; gracias a Pepe ‘el del Globo’, realizamos una actuación dentro de la vela del globo». Recuerda Roldán que todos los componentes de la formación «tienen conocimientos musicales. Reciben clases tanto de lenguaje musical como del instrumento. Hay personas que han realizado la carrera de música y otras que solo dominan aquello que han aprendido en la banda».
¿Qué van a tocar en Cerler, a partir de las 11.30 de hoy domingo? Dice Roldán, profesor de música y trompetista: «El concierto es para todos los públicos. Comenzaremos y acabaremos con música aragonesa como ‘Aragón’, un pasodoble de jota del maestro Peralta. Habrá melodías de charleston, música latina (Cachito-Cachita), sonarán piezas de Tchaikovsky, bandas sonoras (como ‘Piratas del Caribe’ y ‘Amarcord’) y también habrá música discotequera para que la gente participe con nosotros».
La Unión Musical de Garrapinillos acaba de participar en el Festival Internacional de Lleida. «El trato fue exquisito, fuimos elogiados y una de las bandas participantes de Foix nos felicitó y nos invitó a que vayamos a tocar con ella. Intentamos siempre, desde la humildad y el respeto a la obra, al público y a nuestro esfuerzo, ofrecer conciertos donde la musicalidad esté presente y donde se vea el trabajo en equipo», concluye Carlos Roldán.
*Este texto aparecía ayer en ’Heraldo’. Horas más tarde, Carlos Roldán, director de la Unión Musical de Garrapinillos, me llamaba y me decía que todo había ido muy bien.
La foto es de Josean Melendo y fue tomada en la plaza de Santa Cruz.
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