CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS, PREMIADA DE NUEVO
Escribí en varias ocasiones en este blog que le debo a Cristina Fernández Cubas una buena parte de mi pasión por el relato breve. Hace algunos años, cuando trabajada en el bingo y acababa de ser padre, cayeron en mis manos dos libros: Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal, dos deliciosos y turbadores libros de cuentos. Libros breves, publicados por Tusquets en ediciones modestas, creo que en sus Cuadernos marginales. Disfruté, tuve pesadillas con esas piezas y me gustaron muchísimo, tanto que di el nombre de Elba a un personaje de uno de los relatos de mi primer libro: Mitologías. La pieza, trasvasada casi 20 años después a Golpes de mar (Destino, 2006), se tituló ‘Memoria de Elba’, y como suele ocurrir con mis relatos estaba inspirada en una historia real que me había contado mi suegro, el romancero Leoncio Gascón. Vino a contarme la historia de un minero gallego que trabajaba con él en Gargallo y Estercuel al que su mujer vino a decirle, más o menos, que la había embarazado en sueños.Y él aparentó creerla por completo. Tusquets ha publicado Todos los cuentos de Cristina, con un brillante prólogo de ese sabio de los cuentos que es Fernando Valls, con quien he pasado bellas e intensas noches de paseo en Madrid, en Valladolid y en Murcia. Hoy leo en su blog que Cristina, a la que entrevistaremos si hay suerte el próximo 20 para Borradores porque ha sido distinguida con el premio Cálamo, ha recibido un nuevo galardón, en este caso el ‘Ciudad de Barcelona’. Copio el texto de Fernando y su bella foto. Me alegro, muy especialmente de la estupenda foto, porque en internet hay muy malas fotos de esta mujer de inmensos y luminosos ojos a la que conocí una vez en el Torreón Fortea de Zaragoza, en compañía de su marido Carlos Trías, prematuramente fallecido, un tipo excepcional, según me han contado muchos amigos comunes. Acababa de publicar en ‘El Periódico de Aragón’, en la serie ‘Los raros’ una entrevista con un delicioso raro rarísimo y médico a orillas del mar, cómplice de las tertulias de Carlos Barral y Juan Marsé, entre otros: Javier Gómez de Pablos, que hacía la entrega treinta y tantos de la serie, y Cristina estaba sorprendida (o alucinada, creo que se podría decir de una narradora de alucinaciones y misterios) de que en Aragón hubiera tantos raros. Recuerdo que se tronchaba de risa con su amiga Pilar Bailo, mujer de Javier, y con su marido Carlos. A Cristina Fernández Cubas siempre le he tenido cariño, admiración, un inmenso respeto. Es la verdad, y me alegran sus premios. ¡Enhorabuena también para ti, Fernando! Y permíteme que tome, de nuevo, tu texto.
LOS AFORTUNADOS CUENTOS DE CRISTINA
Por Fernando VALLS
¡Cuántas alegrías le está proporcionando a Cristina Fernández Cubas la recopilación de sus cuentos! Un jurado prestigioso, compuesto por los escritores y profesores Carme Riera, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Lluís Izquierdo, Domingo Ródenas de Moya y el periodista Xavier Ayén, acaba de concederle el Premio Ciudad de Barcelona. Conociendo como conozco bien a casi todos los miembros del jurado, han debido premiar la dedicación de toda una vida al relato breve, el trabajo brillante y discreto, y el acierto de unos libros de cuentos que, en su variedad y evolución, en la estética de lo fantástico o en su peculiar realismo, forman ya parte de lo mejor que nos ha dado el género en castellano durante las últimas décadas. Todos los cuentos, editados por Tusquets, es la cosecha de una larga trayectoria dedicada a la literatura, con el máximo rigor, independencia y ambición.
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