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Antón Castro

HOMENAJE A POE EL MARTES EN LA FNAC

HOMENAJE A POE EL MARTES EN LA FNAC

FNAC PLAZA DE ESPAÑA

Martes, 10 de febrero. 19:30 h.


BICENTENARIO DE EDGAR ALLAN POE (1809-1949)

Presentación del libro Cuentos completos, con Patricia Esteban Erlés, Ismael Grasa, Manuel Vilas y Juan Casamayor, el editor zaragozano de Páginas de Espuma, sello ubicado en Madrid que celebra en 2009 sus primeros diez años.

 

Después se celebrará una Mesa redonda sobre “Poe en la literatura de terror actual”, con José María Tamparillas, Roberto Malo, Óscar Bribián y David Jasso, miembros de NOCTE (Asociación española de escritores de terror).

 

He tomado esta convocatoria del blog de la perturbadora escritora Patricia Esteban Erlés, y añado una de esas piezas suyas: cortas, redondas, que sumergen en un universo filoso y vulnerable del que vuelves con un escalofrío. Esta foto pertenece a Camilla Akrans.

 

 

LA FEA DURMIENTE

 

Por Patricia ESTEBAN ERLÉS

 

La fea durmiente no se despierta. Lleva diez años sumida en un coma profundo, y eso a pesar de los quince príncipes a sueldo que han viajado desde los cinco continentes, abandonando  sus castillos en ruinas para besarla. La fea durmiente está llena de moratones porque sus príncipes despertadores la zarandean sin piedad y le dan de bofetadas en cuanto la enfermera sale de la habitación. Pero la fea durmiente no hace ni caso. Ni caso. La ternura falla, la brutalidad también, no hay en el mundo beso ni golpe que pueda traerla de vuelta. Sus ojos de insecto permanecen cerrados a cal y canto, han dejado de importarle esos granos del rostro, fósiles de una juventud amarga, y sus pies enormes descansan ya, serenos como hipopótamos hundidos en la siesta de un pantano, liberados para siempre de las chinelas.  No. La fea durmiente no tiene ninguna prisa por volver. Para qué, si lleva diez años soñando que es la más bella del baile, y que está despierta, allá, al otro lado.

 

2 comentarios

Niggerman -

Muy recomendable, en efecto, el blog de Patricia Esteban.

Gemma -

Redondo, como dices, y muy inquietante, sí. Ese desplazarse de un extremo al otro de una dulzura gastada a la brutalidad sin ambages me parece una imagen terriblemente cruda. Y actual.

Un abrazo