CEES NOOTEBOOM: EL HOLANDÉS DE ZARAGOZA
Arcadi Espada y Cees Nooteboom se cruzan en el Guggenheim de Bilbao, y el periodista le confiesa que tenía ganas de conocer al escritor más aragonés del mundo nacido en Holanda. Le recuerda cuánto le marcó ‘Desvío a Santiago’, ese viaje por España que le lleva a la catedral de Jaca, a las mudéjares tierras de Teruel o a la soledad del Museo de Zaragoza en un día de calor, entre monjas. El peregrino Cees, el viajero curioso, es ampliamente citado en el reportaje ‘Ebro/Orbe’, en el que Espada recorre el río desde su desembocadura hasta su nacimiento y sigue, además, el curso de las tuberías del trasvase. Nooteboom está a punto de reeditar su libro ‘Las montañas de Holanda’, que tiene algo de cuento de hadas donde ensancha la geografía de su país, pero lo curioso es que en esa novela aparece la cartuja de Aula Dei y un inspector zaragozano de carreteras secundarias llamado Alfonso Tiburón de Mendoza, que se parece al escritor Javier Tomeo y que realizó estudios de ingeniería. Aragón aparece una y otra vez en los libros de este eterno candidato al Nobel. En ‘Hotel Nómada’ recuerda que no estuvo en el incendio del hotel Corona de Aragón por un día y ahora, en un libro de cuentos que está terminando, ha decidido rendirle un homenaje: en ese drama desaparece una jugadora empedernida de póquer, Paola, y su amante, un mafioso colombiano. Hace treinta años exactamente, Cees Nooteboom también conoció a su mujer, la fotógrafa Simone Sassen (con quien firmó ‘Tumbas’), y con ella recorrió Zaragoza y parte del mundo. Sigue haciéndolo: tarde o temprano, en un coche de alquiler, vendrán a ver la exposición ‘Goya y el mundo moderno’.
*Estuve con Cees Nooteboom y simona Sassen el pasado día seis en Bilbao. Conversamos ante el público, en compañía del traductor Mikel Vidal, en el Museo Guggenheim, tras una espléndida, lúcida y sincera intervención de Arcadi Espada, dentro de la programación del Festival de las Letras. Por la noche cenamos en Casa Rufo e hicimos muchas fotos. Cees Nooteboom publicará próximamente en Siruela su libro ‘Lluvia roja’, que habla de su relación con el jardín que tiene en Menoría y con los isleños. Cees me contó historias de sus viajes, de sus libros y de su amigo Hugo Claus, que perdió la memoria y decidió irse del mundo antes de olvidarse de todo. Lo anunció a sus amigos y así lo hizo. Una historia conmovedora. (Este retrato a lápiz de Cees Nooteboom está firmado en 1959, como diría una película, el año que nací yo. Y Miguel Mena, Fernando Sanmartín, Antonio Pérez Lasheras o Fernando García Mongay, entre otros.)
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