Blogia
Antón Castro

IGUANA IGUANA: UN POEMA DE XOÁN ABELEIRA

IGUANA IGUANA: UN POEMA DE XOÁN ABELEIRA

IGUANA IGUANA

(El cielo de las iguanas)

 

 

 

 

Entonces

Cuando aún yo no sabía

La longitud desmesurada que iba a cobrar mi lengua

Ni hasta qué punto las palabras podían crecer en ella

 

Digo que el cielo era un pequeño

Techo de uralita

Y que los samanes y los frutales que allí lo limitaban

Se erguían ditirámbicos mucho más allá

Hasta el lugar en que ellos mismos se perdían de vista

Gritando a dios adiós a dios

 

Y allí estaban las iguanas

Sus gravísimas frutas prehistóricas

Precipitándose de noche

Contra el techo de la chabola

Resonando en el ranchito

Las iguanas

 

Digo porque era un niño

Que el miedo tenía entonces la forma de un gran pavo

Huyendo sin cabeza

La del filo de la navaja de mi abuelo Manuel

Y la cuchara de misia Elvira

En los que ya resplandecía la sonrisa postrera

De la Azafata Muerte

 

Digo porque sigo siendo

Un niño

Que el miedo era

Un animal

 

Era el caballo de aquel indio envenenado

Que me acosaba en sueños

Trotándome trotándome

Y su gañán infeliz

 

Eran los murciélagos sedientos

Que bajaban a beber la tarde de mis ojos

 

Eran los perros militares y los propios militares

Perros

 

Era la serpiente tragavenados
En cuya tripa flotaba
Yo el universo

Como en un charco de orina

 

Eran los monos invisibles

En los ramajes invisibles

Y sus chillidos de agonía acongojando el valle

 

Pero era sobre todo

El miedo sobre todo

 

Eran las iguanas

 

El murmullo de las iguanas

El silbido de las iguanas

El crepitar menudo de las iguanas

En las ramas de los samanes

Chamanes

 

Allí tuvo lugar

Mi primer nacimiento allí

Ya sé que un día

La madre iguana abrió la boca

Y vomitó un huevo moteado

Que a duras penas rompí

 

Y del que aún hoy

Sacudiéndome la cáscara

Continúo alimentándome

 

 

 

Xoán Abeleira

 

*Poema, traducido al castellano por el autor, del libro Animais animais de Xoán Abeleira que aparecerá próximamente en Bartleby editores, la editorial del gran Pepo Paz. Esta foto de la iguana me la manda Abeleira, que también es fotógrafo y artista plástico.

 

12 comentarios

gianella -

ddfghhhhdhhdtydtytdu

Lucía -

Tenía 3 años y los recuerdos no son limpios. Lo vi pasar envuelto en un enorme ruido. Mucho, muchísimo más de lo que era habitual. No distaría más de 20 metros de nuestras cabezas, y me parecen muchos. Todo se lleno de gente, y esos árboles en los que jugamos, antes y después, siempre quedarán en mi memoria como los culpables.

ines -

plas plas plas plas

que miedo
iguanas y murciélagos y huevos y lenguas

Carles -

Un poema maravilloso y un libro maravilloso. Antonio, la traducción de "Plath" fué soberbia, "Animales animales" genial y ahora recitando a Ginsberg... Esto es un escritor de verdad y de los poetas de antes, y no de los de pizarra.
Carles.

Antonio López -

Una verdadera maravilla. Abeleira debería Ya publicar material poético nuevo y dejar de enaltecer a los extranjeros mediante las mejores traducciones del país. Que publique más suyo y menos de los demás, ya que todo lo hace bien!

Koala -

Una pasada. Vaya poema. Me apresuro a comprar el libro que, al parecer, ya salió.

Inma Chacón -

Coincido con el primer comentario. Es uno de los poemas más bellos que he leído. Enhorabuena y muchas gracias por haberlo compartido con nosotros. Un abrazo.

jose ramon -

muy buena.
pronto nos conoceremos por un proyecto comun

Borja Costa -

Xoán, contiúas con tu camino ascendente... Estás imparable, Maestro. Me muero por ver este libro editado...

Mil Abrazos!!!

abeleira -

P.S. La foto de la iguana no es mía sino que la cogí en la Red.

xoán abeleira -

Misia: Sinónimo de “doña, señora”, en Venezuela. Mis abuelos paternos, Manuel Abeleira Pérez y Elvira Suárez Ramallo, fallecieron en el caravelle de la compañía Aviaco que se estrelló en Montrove (Oleiros), muy cerca de sus aldeas natales, en agosto de 1973. Tras pasar más de treinta años en Venezuela, trabajando, ahorrando y soñando con volver a Galicia, fueron enterrados en el cementerio de su parroquia.

Abraham -

Uno de los mejores poemas que he leído en años. Ojalá que los demás sean de esta altura. Esperaremos.