ÁNGEL PETISME. 45 AÑOS DE POESÍA
Ángel Petisme: “La poesía es la canción
de nuestra madre que nos arrulla el alma”
El escritor y cantautor compendia 45 años de escritura lírica en el volumen ‘Avanza el desierto’, que publica Los Libros del Gato Negro.
Ángel Petisme es cantautor y poeta. Publica una antología de su lírica de 45 años dedicados a la escritura en el volumen ‘El desierto avanza’, donde resume treinta libros publicados desde 1976 hasta ahora. Edita Libros del Gato Negro, de Zaragoza, y realizará una gira de presentaciones por Zaragoza, Barcelona y Madrid, entre otros lugares.
¿Cómo han sido estos 45 años de poesía? ¿Cuál sería su balance?
Buff, han pasado en un chasquido. Hace nada estaba con 15-16 años en el Paseo Independencia vendiendo la revista ‘Narra’ donde publiqué mi primer librito ‘Aliento del pronombre en la geografía desolada’. Pero no me puedo quejar, he sido muy afortunado. Me incluyeron en una antología de poesía a nivel nacional como ‘Postnovísimos’, que me abrió muchas puertas, he ganado premios internacionales importantes como el Claudio Rodríguez o el Antonio Machado de Collioure, y siempre que tenía un libro escrito o en proceso, pasaba un editor y me lo publicaba. No he tenido que esperar ni buscar. Ahora, sin embargo, tengo cuatro libros inéditos armados y otro en construcción, y no hay prisa alguna por publicarlos.
¿A qué lo atribuye?
Quizás no estoy en las listas del canon literario que juzga por la fama o los premios pero he hecho siempre lo que quería hacer, con total libertad, sin peajes ni clientelismos. Y además he podido mantener una trayectoria musical paralela y fecunda y viajar por el mundo.
Si tuviera que hablar de períodos y épocas de su evolución, ¿cuáles serían?
He intentado plasmarlo en el libro con varias partes y títulos: ‘El manantial eléctrico’ (1976-1996), desde los comienzos hasta la publicación de ‘Constelaciones al abrir la nevera’, que es un libro cardinal y de agitación que será una constante en mis libros posteriores, según me dijeron en su momento poetas de diferentes sensibilidades, desde García Montero a Fernando Beltrán o Juan Carlos Mestre. ‘Cierzo en la sangre’ incluye los 25 poemas que aparecían en el libro disco ‘Cierzo’, que estaba agotado y descatalogado. ‘La hora de los mejillones cebra’(1997-2008) abarca desde ‘Buenos días, colesterol’ a ‘Demolición del arco iris’. Libros ya de plenitud e irracionalismo controlado. ‘Un bumerán prendido en gasolina’ (2008-2019) recorre desde ‘Cinta transportadora’, ‘La noche 351’, ‘El faro de Dakar’ hasta ‘La camisa de Machado’. Es un periodo maduro, existencial, de fermentación y lecciones de vida de los viajes realizados.
Entonces, ¿podemos extraer conclusiones?
En realidad, no hay cortes abruptos de abandonar o abrazar nuevas estéticas. Todo ha fluido y me parece bastante coherente. Lo que he intentado es no repetirme y no quedarme en la zona de confort. Al final cualquier etiqueta, como al increíble Hulk, me ha venido pequeña. No me disgusta sentirme marginal pero jamás un maldito.
¿Cómo has construido y ordenado la antología?
Iba a editarse a finales de 2021-primavera de 2022 y al final se fue retrasando por causas ajenas, así que me dio tiempo a darle muchas vueltas. Primero la armé por temas: la infancia, los paisajes, los amores, las personas, amigos y referentes y paisanajes, el humor, nuestra idiosincrasia y carácter, costumbres, los viajes, las guerras, el cine y finalmente, la muerte. Ahí el libro llevaba el título ‘Salí del seminario y me encontré con los Sex Pistols’, que era una tontadica mía que le encantaba a Félix Romeo y me retrataba con humor. Al final opté por darle un criterio cronológico y ponerle el título actual porque también el libro era una forma de celebrar los 25 años del disco libro ‘Cierzo’ y mis 45 años en la música. Y por supuesto decidí incluir un buen número de inéditos.
¿Han sido el amor, el deseo y el sexo sus temas capitales, o su tema vertebral, o cree que también lo sería esa veta social permanente de defensa de los desfavorecidos, de denuncia y de acudir allá donde la injusticia se hacía más palpitante?
En realidad, el protagonista del libro es Aragón, todos esos temas y pasiones muy variadas sobre los que he escrito tenían como telón de fondo en muchos casos a mi tierra amada y odiada como buen hijo de Aragón. Esos son los poemas que elegí para esta antología que se lee de esta manera como un libro nuevo, con una versión muy contemporánea del tiempo que vivimos. Narcisismo, simplicidad, miedo y un cóctel de ignorancia y chulería de una sociedad que se jacta de que no ha leído un libro en su vida. Esto nos arroja a los brazos del fascismo.
¿Para quién se escribe poesía?
Podría darte una respuesta diferente o contradictoria cada cinco minutos. Supongo que para quien la necesita. En mi caso con 12 años, cuando empecé a escribir, necesitaba conocer y entender el mundo que me rodeaba. La poesía desde entonces siempre me ayudó a tener una mirada más tierna y prismática, y quizás a poseer en secreto un diccionario invisible para nombrar las cosas.
“Un diccionario invisible para nombrar las cosas”. Podría ser el deseo de cualquier escritor o de cualquier ciudadano.
Mi amigo el poeta David González, que ahora está muy enfermo, escribió “que la poesía es una campana que te avisa del peligro”. Quizá por eso recurrimos a ella porque vivimos sin respuestas frente a tanta incertidumbre y avalanchas diarias. Frente a la intemperie y el desierto que lo devora todo, la poesía nos abriga el alma, es la canción de nuestra madre que nos arrulla el alma.
¿Cuáles han sido los cinco libros y los cinco poetas que le han marcado?
‘Los soliloquios’ y ‘Obras completas’ de Miguel Labordeta en la edición en la colección Fuendetodos. ‘Claro interior’ o ‘Rigor Vitae’ de Ángel Guinda en Olifante. ‘Ed è subito sera’ de Salvatore Quasimodo. ‘The Cantos’ de Ezra Pound y ‘Poesías completas’ de Constantino Kavafis en Hiperión.
1 comentario
xavier querol -