ANA MARÍA NAVALES HA FALLECIDO ESTA NOCHE
Anoche, poco después de salir de ‘Heraldo’, donde estuve preparando una entrevista con Enric Juliana y otra con Pilar Martínez Barca, recibí un par de llamadas: una de Mariano Banzo, el gran periodista de sucesos y ahora el encargado de efemérides, y varias de Mariano Gállego, jefe de cierre. No me di cuenta. Esta mañana, mi hijo Diego, cuando se iba a la Universidad, me ha llamado para decirme que acababan de anunciar en la radio aque Ana María Navales se había muerto anoche en Borja. El entierro es esta tarde, en la iglesia de Santa María, a las cinco y media de la tarde. Me quedo de piedra. Sabía que estaba mal; Julio José Ordovás y Mariano Banzo me tenían al corriente. He entrevistado a Ana María Navales por extenso en varias ocasiones; en el libro ‘Veneno en la boca’ (Xordica, 1994) hay un texto muy amplio sobre su trayectoria. Lo primero que encuentro es esta nota sobre su poesía. Narradora, ensayista, poeta, dinamizadora cultural desde numerosos frentes, profesora, le rindo aquí este homenaje inicial.
¿Por qué este título tan sugerente: “Travesía del viento” (Calambur)?
El viento es aquí metáfora de la vida, una vida agitada, llena de acontecimientos que unas veces te permiten navegar a favor y otras en contra de ese viento, cuando las circunstancias son difíciles.
El libro comprende 28 años de poesía, ocho poemarios...
He publicado más libros de poemas de los que aparecen en “Travesía...”. Ya en una primera antología de mi obra poética eliminé por completo los tres primeros títulos. Este libro puede considerarse mi obra casi completa, la que hoy salvaría de los cientos de poemas escritos, lo que no quiere decir que si, dentro de unos años, algún editor me propusiera un proyecto semejante no siguiera rechazando aún más versos y, sin duda, añadiría nuevos poemas. En mi poética digo, de la mano de Peter Handke, “cuán voluminosos son ya un par de buenos versos”. Espero que esto se quede también en metáfora.
Jesús Ferrer Sola la sitúa en medio del amplio espacio que hay entre Juan Ramón y Machado. ¿Le resulta cómodo, explícito, lo suficientemente abarcador ese lugar?
No es mala compañía para andar por el mundo poético, pero es un espacio amplio en el que caben muchos autores.
“Travesía del viento” también tiene algo de inventario. ¿Qué balance hace de su trayectoria?
Tendría que escribir una tesis doctoral. Sólo puedo decirle que, acaso, a lo largo del tiempo, siguen constantes la ironía, un sensible intelectualismo, una dominada subjetividad y, más allá de un aparente desarraigo en soledad, la poesía es para mí un camino de integración con los seres y las cosas. Podemos añadir vitalismo, intimismo, despegue de un heterodoxo surrealismo que quizá se advierta al principio de mi trayectoria.
¿Es la poesía un fuego secreto, título de su primer poemario?
Es algo incontrolable, ante lo que no cabe plantearse trucos, carpintería literaria. En el terreno de la lírica, el arrebato, el instinto, la metafísica, son acaso más evidentes que en cualquier otro género literario.
¿Qué lugar ocupan la propia biografía y la experiencia en su obra? ¿Y la imaginación?
Aparecen el escritor y sus fantasmas, como dijeran Sábato y Vargas Llosa facilitándonos el descenso a la zona oscura de nuestro espíritu. ¿La imaginación? En este caso el descenso es al magma donde conviven lo real y lo imaginario, de donde emanan los seres que pueblan nuestros mundos de ficción.
¿La poesía es también una forma de rebeldía? Dice: “Y escribo para ver que no me humillo…”
Siempre he sido rebelde. Y me he sentido una persona libre. Tanto en la poesía como en la prosa, es decir en la vida.
También existe en usted una mirada espiritual, una conexión con el misterio.
La realidad es tan compleja que a veces tenemos que recurrir al misterio para reflejarnos más exactamente. Lo espiritual, la mitología, lo fantástico acuden a nuestro auxilio para suplir la incapacidad del realismo.
Intimidad, imaginación, rebeldía. ¿Y el amor?
No seríamos poetas, ni personas, sin el equipaje del amor. Eso nos distingue de los demás seres, por eso el odio, la crueldad, la maldad nos rebajan tanto en nuestra condición humana.
Dice el prologuista que intenta crear un léxico innovador. ¿Es cierto?
Absolutamente. El lenguaje, con su continuo mal uso, sufre un desgaste que le lleva a veces a no querer decir nada, incluso a decir lo contrario de lo que debería expresar. La labor del creador es purificar el lenguaje de toda carga espúrea, devolverle su sentido originario, reinventarlo o inventarlo cuando la palabra necesaria no se encuentra o no responde ya a lo que queremos de ella.
¿Sigue teniendo proyección social la poesía?
La poesía, la lírica, siempre es algo íntimo. Cuando alcanza alguna incidencia social es que fallan los canales propios de lo social, y entonces se convierte en un sustituto, en un recurso.
(*Ana María Navales acaba de publicar en Calambur su poesía completa: ’Travesía del viento. (Poesía 1978-2005)’. Calambur, 2006. 64 páginas. Este texto se publicó en ‘Heraldo de Aragón’ en 2006. Ana María Navales fallecía anoche en Borja, me llamó Mariano Banzo -el gran redactor de sucesos y un enamorado absoluto de los idiomas- un poco después de la medianoche, pero no me percaté. Mariano Gállego me intentó localizar mientras conducía hacia Garrapinillos. Le mando desde aquí un abrazo y mi consuelo a su marido Juan Domínguez Lasierra, periodista y escritor, y los numerosos amigos de la pareja. Ana María Navales fundó proyectos como ’Albaida’, la sección de Creación Literaria, y fue codirectora de la revista ’Turia’ durante casi 25 años. Le interesó mucho la escritura de mujer, le dedicó una novela a la pintora Julieta Always de Barbastro, y su pasión más constante fue Virginia Woolf y el fascinante círculo de Bloomsbury, al que le dedicó varios libros, entre ellos una de sus obras maestras: ’Cuentos de Bloomsbury’.)
BIOGRAFÍA LITERARIA ANA MARIA NAVALES nació en Zaragoza en cuya Universidad se doctoró en Filosofía y Letras y fue profesora de Literatura Hispanoamericana. Beca March y del Ministerio de Cultura. Fundó la revista de poesía Albaida. Es directora de la revista cultural Turia, y Jefe de la Sección de Creación Literaria del Instituto de Estudios Turolenses. El gobierno de Aragón le concedió en 2001 el primer Premio del Día de las Letras Aragonesas. Entre sus libros de poesía se encuentran Del fuego secreto (premio San Jorge), Mester de amor (accésit del Adonais), Nueva, vieja estancia (premio José Luis Hidalgo), Los labios de la luna, Los espejos de la palabra, Hallarás otro mar, Mar de fondo (1978-1998), Escrito en el silencio (1999) , Contro le parole ( Contra las palabras), edic. bilingüe español-italiano de Emilio Coco (Bari, 2000), Quel luengo albeggiari , 200, Write the Life (edic trilingüe inglés-español-búlgaro, Sofía, 2002 y Lo que la vida oculta (Málaga, 2004).Como narradora ha publicado libros de relatos como Cuentos de Bloomsbury (Edhasa,1991; Calambur 1999, Calambur 2003), traducido al búlgaro, francés y al inglés; Zacarías, rey (El fantasma de la glorieta, 1992); Tres mujeres (Huerga&Fierro, 1995) Cuentos de las dos orillas (Prames, 2001) y las novelas El regreso de Julieta Always (Bruguera, 1981), La tarde de las gaviotas (Unali, 1981), El Laberinto del quetzal, premio Antonio Camuñas 1984 ( Hiperión, 1985; Calima, l998) y La amante del mandarín (Sial, 2002). Su libro anterior La lady y su abanico. Acercamiento a la literatura femenina del S. XX. (De Virginia Woolf a Mary McCarthy) (Sial Ediciones, 2000), obtuvo el Premio Sial de Ensayo 2000. Premiada en certámenes nacionales e internacionales, traducida a numerosos idiomas, ha sido incluida en diversas antologías poéticas y, entre otras, en las antologías de narrativa española: Cuento español contemporáneo (Cátedra, Letras Hispánicas, 1993); Son cuentos. Antología del relato breve español. 1975-1993. (Espasa-Calpe, Austral, 1993), y Cuentos de este siglo. 30 narradoras españolas contemporáneas (Lumen, Femenino Lumen, 1995). Participa en el volumen colectivo Escritores ante el espejo. Estudio de la creatividad literaria (Lumen, Palabra Crítica, 1997). Ha sido la escritora española invitada al congreso de la literatura femenina hispánica celebrado en Marruecos, Toronto (Canadá), del 2000 y al de Guadalajara (México) 2004. *Este texto, cuya última actualización corresponde a noviembre de 2004, figura en la biografía literaria de la página web de Ana María Navales: www.anamarianavales.com. **Esta foto de Ana María Navales se la tomó su marido Juan Domínguez Lasierra, y era una de las que más le gustaban.
3 comentarios
mary carmen escudero liesa , mariel -
andrea -
mayusta -