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Antón Castro

NOTAS DE LECTURA: TAPIA, BERGES, VEGA Y SIMMONS

NOTAS DE LECTURA: TAPIA, BERGES, VEGA Y SIMMONS

El rey del abismo

David Tapia Martín. Aetas. Barcelona, 2009. 302 páginas.

 

David Tapia (Zaragoza, 1982) es un diseñador enamorado del género negro, tanto en el cine como en la novela. Admirador de Ellroy, Leonard o Connelly, entre otros, se estrena con una novela que respira meticulosidad, conocimiento e interés por el comportamiento criminal. La agente especial del FBI Jazz Harriett, acompañada de otro agente, Ray Hinojosa, y de la forense Carla Gemini, intenta descubrir las claves y las tramas ocultas de al menos cuatro asesinatos en serie, realizados con sangre fría y una violencia casi inconcebible. La acción se desarrolla en Los Ángeles y David Tapia muestra conocer bien los mecanismos terribles del crimen y los secretos de la investigación, en la línea de CSIC, y los usos del ADN.

 

El club de los estrellados

Joaquín Berges. Tusquets. Barcelona, 2009. 272 páginas.

 

Joaquín Berges (Zaragoza, 1965) ingresa en la literatura por la puerta grande. Corresponsal de David Logde y escritor oculto durante años, debuta con un libro lleno de sutileza y de acción, de personajes y de ironía, que se derrama hacia el esperpento, la comedia y el drama, como una película de Almodóvar. Narra la historia del cartero Francho, que ajusta la lencería femenina a su esbelto cuerpo, de un camarero y de una mujer, Hortensia, que se enfrenta a un pasado lleno de enigmas y a una enfermedad. Un sobre, que Francho recibe en una noche accidental en la cárcel, activa una compleja y amena historia en la que intervienen el amor y el sexo, los bajos fondos, la música de Bach y la astronomía.

 

 

 ¿Y si pongo una palabra?

Antonio Vega. Demipage: Poesía. Madrid, 2009.84 páginas.

 

No sabemos si Antonio Vega llegó a ver este libro antes de que la Parca pusiera fin a su incesante desafío a la enfermedad y a la vida. Dice el prologuista Benjamín Prado que Vega, cantante y compositor, escribía canciones como himnos y que en ellas hay “versos memorables”. Demipage recoge 27 letras en un volumen donde se juega con la tipografía, con la puesta en página, con el desplazamiento de los títulos. No estamos seguros de si eso aporta algo novedoso a unos temas conocidos, que rezuman intensidad, misterio, búsqueda, hermosas imágenes y un fondo de dolor y de aventura. Ante este volumen, sobrio en su portada, cabe decir, de nuevo: “El concierto va a empezar”. El concierto y, con él, la elegía.

  

 

La soledad de Charles Dickens

Dan Simmons. Trad. de Ana Herrera. Roca. Barcelona, 2009. 872 páginas.

 

Si el lector busca un novelón un tanto libresco, lleno de temas y tramas, una narración inagotable de época, bien podría ser ‘La soledad de Charles Dickens’. De entrada, arranca con un detalle esencial: quien cuenta la acción es el novelista y “jugador empedernido” Wilkie Collins, el autor de ‘La piedra lunar’. Todo parte de un accidente de una locomotora que ocurrió el 9 de junio de 1865. A bordo iba Dickens, con su joven amante y con la madre de ésta, y esa “catástrofe” acabará con “su paz mental, su salud” y “con su cordura”. El texto refiere los últimos cinco años de la vida de Dickens, presididos por el crimen, el opio, los callejones sombríos y un personaje obsesivo y real, llamado Drood.

*Esta foto de una hermosa Lee Miller corresponde a George Hoyningen-Huene.

 

 

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