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Antón Castro

MARCHAMALO: IDEA VILARIÑO Y ONETTI

MARCHAMALO: IDEA VILARIÑO Y ONETTI

Jesús Marchamalo siempre encuentra motivos y argucias para celebrar la literatura. Que es su pasión. En cualquier momento del año, en cualquier fecha, en un aniversario real o imaginario. Por Reyes, por Navidades, cuando se le antoja. Hace unos días, enviaba a sus amigos otro de sus juegos de espejos: ‘El don de la impaciencia’, donde habla de esto y de aquello, de Fernando Pessoa y Eloísa, de los amores de Juan Carlos Onetti e Idea Vilariño. Le pido un fragmento y aquí está. Hay veces, días, semanas, vidas enteras, en que a uno solo le estimula la literatura de los demás. Y Marchamalo siempre es un estímulo. Con él me sucede como con Vila-Matas o Ángel Olgoso: siempre te invitan a escribir, sobre todo después de haberlos leído con auténtico deleite.

 

 

2. Idea Vilariño. Ya digo que he estado dudando hasta el último momento si empezar hablando de ella o de Pessoa.

 

Hay una foto suya de joven, en blanco y negro, en la que se sujeta delicadamente la barbilla. Un rostro de corte ovalado, casi de porcelana, los labios perfilados, la mirada perdida y melancólica. Los ojos de un verde irreprochable, cuentan quienes la conocieron.

Guapa, como una foto de Man Ray.

 

Se enamoró, se enamoró, se enamoró, secreta y fatalmente de Juan Carlos Onetti: se adoraron, se odiaron, discutieron, se tiraron las flores a la cara, se amenazaron de muerte con un revólver con las cachas de nácar, se besaron apasionadamente, se insultaron… Y ella, por resumir, se fue con otro.

 

Pero una noche, Onetti la llamó para que fuera a verlo. O le mandó una nota, un billete. Y ella lo dejó todo.

Pasaron esa noche en la cama, contó después, leyendo, espalda con espalda, cada uno un libro diferente.

 

1 comentario

V-M -

Hola, Antón. Ese texto sobre Idea Vilariño (del que aquí publicas sólo un fragmento) es el que más me ha llamado la atención y el que más me ha gustado de ese buen libro (librito) que es El Don de la Impaciencia.