POEMA DE MAYUSTA
POEMA DE AMOR, MAR Y BICICLETAS
Por Miguel Ángel YUSTA
Escuché el mar y, en la noche serena,
me decía tu nombre con la espuma
de las olas calmadas.
Miré luego las playas en el amanecer
y en cada caminante creí ver tu silueta.
Todas las frases hablaban de ti.
La sonrisa de un niño
recordaba los tiempos de la luz
-inolvidables días luminosos
de los juegos y risas infantiles-.
Cada hora vivía en tus suspiros
y el mundo sonreía...
Fue tan sencillo amarte
como difícil que me amaras tú.
Por ello, sin remedio, en un día cualquiera,
se consumió en silencios la mañana
y se cortó la tarde
en la hora final del laberinto.
Ahora que por fin
sé de verdad quién eres
me paseo de nuevo apacible por la orilla,
deshaciendo las horas
sin temor a morir en ese mar.
3 comentarios
Marcos Callau -
Fernando -
abrazos a los dos
Mayusta -