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Antón Castro

POEMA DE MAYUSTA

POEMA DE AMOR, MAR Y BICICLETAS

 

Por Miguel Ángel YUSTA

 

Escuché el mar y, en la noche serena,

me decía tu nombre con la espuma

de las olas calmadas.

Miré luego las playas en el amanecer               

y en cada caminante creí ver tu silueta.   

Todas las frases hablaban de ti.

La sonrisa de un niño

recordaba los tiempos de la luz

-inolvidables días luminosos

de los juegos y risas infantiles-.

Cada hora  vivía en tus suspiros

y el mundo sonreía...

 

Fue tan sencillo amarte

como difícil que me amaras tú.

Por ello, sin remedio, en un día cualquiera,

se consumió en silencios la mañana

y se cortó la tarde

en la hora final del laberinto.

 

Ahora que por fin

sé de verdad quién eres

me  paseo de nuevo apacible por la orilla,

deshaciendo las horas

sin temor a morir en ese mar.

3 comentarios

Marcos Callau -

Estupendo y refrescante para un día como el de hoy, sirve de consuelo.

Fernando -

Muy bien M.Á.

abrazos a los dos

Mayusta -

Gracias, Antón...