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Antón Castro

CHUSÉ RAÚL USÓN: UN DIÁLOGO

Chusé Raúl Usón: el viaje, el sexo y la vida

 

[El escritor y editor de Xordica publica ‘Escombros’, un libro que es un diario, un poemario, la crónica de una expedición a Turquía y una historia de amor]

 

 

El escritor y editor Chusé Raúl Usón (Zaragoza, 1966) alterna la condición de creador, en aragonés como primera lengua, con la de editor del sello Xordica, al frente del cual lleva ya diecisiete años. Usón publicó hace algún tiempo el libro ‘Enruenas’ (PUZ, 2008) y ahora acaba de aparecer la edición castellana, ‘Escombros’ (Xordica, 2011). Se trata de un libro de frontera o de tendencia híbrida: quizá pudiera leerse como la crónica de un viaje, como una novela repleta de elipsis y organizada en fragmentos cortos, como un libro de impresiones, una historia de amor y acaso la constatación de una derrota: “Ojalá se pudiesen borrar de mi vida todas las cosas que no han salido muy bien –borrosas, movidas, desenfocadas-, como en esta cámara digital. ¿Cuántas eliminaría?”. Es uno de los libros más personales de este autor de fino paladar, partidario de la obra en corto, que se organiza mediante píldoras de imágenes, de emociones y de detonaciones. Y también de desconcierto y cierto perfume de fatalidad. Conversamos con él a propósito de ‘Escombros’, que se presenta tarde, a las 20.00 horas, en Cálamo, con la presencia del profesor Antonio Pérez Lasheras.

¿Cómo nace este libro? ¿Qué anécdotas, qué periplos reales e imaginarios dan lugar a él?

Nace, por supuesto, de un viaje a Turquía, pero todos sabemos que el viaje es una metáfora de la vida. De ahí la ambientación, el paisaje, o alguna anécdota, pero nada más. Hay más ficción que realidad. Estoy embarcado desde hace muchos años en un proyecto que se titula ‘Libro d'as desilusions’ (Libro de las desilusiones) en el que se mezclan el dietario, relatos, poemas, traducciones. Quizá algún día vea la luz. ‘Enruenas’, o este ‘Escombros’, que es la traducción al castellano, forma parte de ese libro. En ‘Escombros’ aparecen algunos de los temas que me interesan: el paso del tiempo, la comunicación/incomunicación, la literatura como vía de autoconocimiento y, por supuesto, el aragonés.

Un problema del libro es el género: ¿qué sería un diario, un poemario, una novela, la crónica de un viaje, un volumen de relatos cortos...?

Suena a tópico, pero no creo en los géneros. Creo que la literatura debe ser un auténtico reflejo de la vida, de lo que nos pasa. En la vida se entremezclan los momentos narrativos, poéticos, reflexivos e incluso sexuales y no hay ninguna línea que los delimite. Me gustan esos libros en los que puedes leer un poema, un cuento, un relato y luego te vuelvas a encontrar con otro poema. Lo que han hecho Sam Shepard, Sherman Alexie o Manuel Rivas en alguno de sus libros.

¿Qué relación habría entre este libro y los libros que publica usted en Xordica?

No sabría decirlo, pero quizás la mayoría de los libros que he publicado en mi editorial son libros sin artificios literarios, rotundos, desnudos, veraces, y ‘Escombros’ tiene algo de eso. O por lo menos eso buscaba.

¿Ha habido modelos concretos?

No, no. No tenía ningún libro en la cabeza cuando escribí ‘Escombros’. Mi escritura está más influenciada por la música que escucho que por la literatura que leo. La música crea un ambiente muy especial, mágico, y yo lo intento sugerir y transmitir a través de la escritura. Aunque podría haber cierta influencia de un magnífico libro de poemas de Ánchel Conte, ‘E zaga o mar o desierto’, y también de un bellísimo libro que edité en Xordica, ‘Óxido’, de Lara López.

El libro empieza con una pérdida de maletas. Y a la vez sabemos que hay cierta tensión entre la pareja, entre el narrador y esa Eme, que es su compañera. ¿Ha querido contar también el relato de un cansancio afectivo, del deseo interrumpido, la narración de una última oportunidad?

El protagonista de ‘Escombros’ dice algo así como que él y ella “tienen distintas prioridades”. Hasta ese momento no se había dado cuenta. El sexo es un trasunto de la felicidad, en este caso, de la incapacidad de ser feliz.

¿Cómo conviven los poemas en el libro?

Los poemas, que son algo narrativos, funcionan en el texto como pequeños descansos. La verdad es que cuando intento escribir narrativa siempre me sale algo con cierta carga poética y cuando escribo poemas me salen muy narrativo. Y ahí ando…

 

‘Escombros’. Chusé Raúl Usón. Traducción del original aragonés del propio autor. Xordica. Colección Carrachinas. Zaragoza, 2011. 92 páginas. Las fotos son de Ricardo Compairé.

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