LAS CEREZAS DEL DESEO
POESÍA ERÓTICA EN LA ALMUNIA
La Almunia de Doña Godina tiene un nombre eufónico, evocador, casi de cuento. Y ahí, al calor del Club de Lectura y de un sinfín de iniciativas que incluyen el cine o la música, germinan los cuentos orales y la poesía erótica. El pasado viernes, una treintena de rapsodas, poetas y lectores, acompañados de Clara Salaverría al órgano, incendiaron la noche de amor y humor, de picardía e imaginación, de incitaciones y de anhelo, de caricias y de piel desnuda: esos son algunos de los elementos del erotismo. Se leyeron a poetas debutantes (del lugar, muchos de ellos), a poetas clásicos, desde Félix Samaniego, Carmen Conde, Pedro Salinas y Gonzalo Rojas a Alfonsina Storni; cuando sonó ‘Al oído’ de la escritora argentina que se arrojó al mar, aquel poema de besos en los ojos que cantaba Imanol Larzábal, la noche se descosió de emoción. Algunas rapsodas escribieron sus propios versos y se los dedicaron a sus amados, a su marido, con el que llevan 35 años, al novio que se ha ido con otra o a esas amigas casadas que arruinan cualquier intento de aventura. Algunos poetas, como Manuel Forega, jugaron con la rivalidad de Góngora y Quevedo. Otros, como Luisa Miñana, leyeron uno de sus textos y otro de Juan Ramón Jiménez, dedicado a una de las monjas aragonesas que cortejaba y desvestía cuando era un joven melancólico, salaz y modernista. Alguien dijo que aquella era una noche de flores de fuego. Una noche de amor que precede al sexo con amor. Al final, al clima de lujuria le sucedió otro clima de sensualidad: se sirvió exquisita repostería y las mejores frutas de la zona: paraguayos, albaricoques, melocotones, manzanas rojísimas, melones y sandías, uvas y cerezas. Las últimas cerezas del deseo.
[Este texto apareció ayer en ‘Cuentos de domingo’ de Heraldo de Aragón. La foto es de Michael G. Magin.]
3 comentarios
Merche -
Lo cierto es que fue una noche atrevidamente preciosa. Y tu presencia, como siempre, le dió un prestigo especial.
Un saludo.
CLUB DE LECTURA -
Y agradece igualmente tu presencia, contribuyendo a que un año más el recital haya sido un logro de éxito. Todo un placer para los sentidos.
Un abrazo
PiliMPilar -
Séase, pues, Antón. En nombre del Club de Lectura, que te quiere un montón. Y en el mío propio, que sabes tb te quiero . No nos prives ni de tu presencia ni de tus escritos.
Pil Blanco Unzué