Blogia
Antón Castro

LA HORA DEL PERIODISMO

LA HORA DEL PERIODISMO

LA HORA DEL PERIODISMO Y OTRAS HISTORIAS

En Santander, en la península de la Magdalena, he oído muchas definiciones de periodismo. Y muchos matices en torno a uno de los oficios más antiguos del mundo: contar la vida, contar lo que pasa, contar historias de la gente. Con intensidad, con palabras cargadas de precisión y de sentido. He oído historias estimulantes: las de Juan Cruz que empezó con trece años, cautivo de todas las radios, como cronista de fútbol. Las de Sergio Vila-Sanjuan, que sorprendió a un enclaustrado Dalí, habló con él media hora por teléfono y lo contó en ‘El correo catalán’ con la consiguiente llamada de ira de Gala, que él alivió con inteligencia y osadía: le mandó un ramo de flores; las de Basilio Baltasar que entrevistó a Cela y descubrió que, por una errata en un libro, el autor de ‘Pascual Duarte’ decía lo contrario de lo que había querido decir. Las del zaragozano accidental Toni Iturbe, que ha hallado a una prisionera de un campo de exterminio, la protagonista de su novela ‘La bibliotecaria de Auschwitz’, que sale en septiembre. He oído que si el oficio vive en el desconcierto con las nuevas tecnologías, que si el papel está a punto de desaparecer, que si las secciones de cultura se han convertido en el coche escoba... Pese a todo, sospecho que mientras haya rebeldía, conmoción, sensibilidad, gente que empuja, que protesta y no se conforma, gente que crea y que busca su dignidad, siempre habrá necesidad de que alguien lo cuente. Ahora, con el país desarbolado a pie de calle, es la hora de la verdad del periodismo. De contar e interpretar. De escuchar las razones, el lamento, la ternura, y de utilizar las sílabas precisas. Las sílabas, la imaginación, la lucidez, y toda la rabia y la belleza del lenguaje.

*[Preciosa foto del palacio de la Magdalena, donde nos hospedamos algunos, de Carmen Quereda Merino, tomada de minube.com]

2 comentarios

José María Bardavío -

Siempre tus comentarios encendidos iluminados clarividentes inteligentes. Y siempre surfeando lenguaje con un estilo plateado que ya es inconfundible. Y sin mencionar que deslumbrabraste el palacio con tus palabras pocas veces tan aplaudidas

Manuel Marín -

Si en algunas ocasiones el periodismo -el de verdad, el que lucha por el derecho de contar las cosas que pasan por encima de todo- es insustituible es ahora. No nos dejemos arrebatar nuestro derecho y el de los lectores.