'DÍAS DE FIESTA': ANA BENDICHO
Ana Bendicho (Teruel, 1963) es diseñadora y fotógrafa. Dirige el Estudio Novo.
“Vino la tuna a cantarme al bar y me sentí única”
“Mi padre no me reconoció en la Ofrenda y retrató a otra niña”
“Manolita Chen ha sido el personaje de mis pilares”
Antón CASTRO / Zaragoza
-¿Qué significa el Pilar para usted?
Vacaciones, recuerdos, conciertos en las plazas, ambiente en la calle, vermú con amigos. Ya queda menos para el invierno, pero puedo aprovechar esos días para poder ir al campo cubierto de otoño, y recoger hojas, piñas, setas…
-Qué es lo que más le gusta o le disgusta?
Siento cierta emoción, de adolescente, al oír el murmullo de la ciudad que se propaga para las fiestas es como si un gran acontecimiento fuera a ser anunciado para bien de todos. Procuro quedar con alguna amiga para tomar unos vinitos. Me disgusta el malestar que deja cuando se acaba y tienes que volver a la rutina con el catarro que has pillado porque el frío te coge desprevenida.
-¿A qué recuerdos están asociado estos días?
Cuando era niña recuerdo, la única vez que me vestí para la Ofrenda, lo que me estrangulaban las piernas aquellos leotardos de borlas que me hizo mi abuela. El sacrificio por estar guapa con moño tirante y pendientes pesados y estar al tanto todo el rato de no perder el broche familiar que antes llevó tu madre, antes tu abuela y quizá la bisabuela. Cuando era estudiante en la Escuela de Artes los pilares consistían en trabajar en un bar llamado “el Diecisiete” dónde no paraba de servir litros de bebida al son de música pachanguera. De vez en cuando amigos de Teruel y pueblos de alrededor venían a saludarme y a cantarme la canción de “dónde se mete la chica del diecisiete...” Cuando salíamos del bar volvía a ser de día y sabías que en pocas horas volvías a entrar de nuevo, algo parecido al día de la marmota. Más tarde, viviendo en la calle Prudencio, al lado del Pilar y sobre una churrería, recuerdo un fuerte olor a churros y parecer que siempre iba a contracorriente, peleando con una masa de gente que no dejaba de desplazarse.
-¿Qué suele hacer? ¿Cuáles son sus espectáculos favoritos?
Me gustan los conciertos, si viene La Cabra mecánica procuro ir, y no me canso de bailar con un botellín de Ámbar en la mano como parte de mi equilibrio. Me acompaño de vermú torero con gambas, maratón de anchoas… Me gusta ver los espectáculos de las calles, en las plazas, los músicos, las barras de los bares llenas de calamares, me gusta ver que hay turistas, gente que no conozco, encuentros familiares.
-¿Cuál es tu lugar predilecto?
La plaza de los Sitios y la exposición de artesanía
-¿El Pilar es tiempo de charangas, de gigantes y cabezudos, de circo, de teatro, de grandes conciertos, de aventuras amorosas...?
Las aventuras amorosas no las recuerdo, recuerdo solo grandes dolores de cabeza. Las ferias, los conciertos, los amigos... Todo eso es el Pilar.
Si tuviera que contarle a un foráneo las claves o el embrujo de las fiestas del Pilas, ¿qué les diría?
Que la gente es muy acogedora y en eso coincidiré con muchos.
¿Qué le dice la Ofrenda?
Color, flores, familia, olores, encuentros, amigos, vestidos de la abuela.
¿Cómo se vive el Pilar desde el diseño, la fotografía, la creación artística?
Siempre voy a fotografiar el día de después de la Ofrenda el manto de la Virgen, me gusta oler las flores y comprobar que siguen ahí.
A veces voy a capturar trajes bonitos en la ofrenda o a hacer fotos nocturnas en la lejanía de las atracciones de feria, dónde se ven luces en movimiento, colores, etc. Para el Pilar siempre se abren bares nuevos o restaurantes que me gusta descubrir, ver como sacan partido del nuevo cartel de fiestas en sus aplicaciones en programas, ver como se interpreta por la Zaragozana. Hace años hice la mascota de Interpeñas, pero el diseño en general que se usa es muy casero, cada peña tiene el suyo.
¿Cuáles serían las dos o tres mejores anécdotas que ha vivido?
Mi padre no me reconoció cuando fue a hacerme una foto en la ofrenda y se la hizo a otra chica parecida, ahora es mi único recuerdo de haber estado vestida de baturra. Una vez vino la tuna a cantarme “la chica del 17” al bar y me sentí única. Un año en la cena del último día de los camareros, que por cierto he visto que este año forma parte de programa de fiestas, fuimos a ver a Eugenio, y recuerdo que no pare de reírme.
¿Quién ha sido el gran personaje de tus Pilares?
Manolita Chen, cuando las ferias estaban en La Romareda y yo vivía en casa de mis padres. Todas las noches dormía con esa oración que rezaba, Manolita Chen, Manolita Chen… no se pierda a Manolita Chen, yo me lo perdí. En general me gustan más los gigantes que los cabezudos.
*La foto de Ana Bendicho es de Vicente Almazán; la segunda de la revista Spend.
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