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Antón Castro

OSÍAS STUTMAN: UN POEMA

[Hace algunos años, más de una década, desde luego, conocí al poeta y científico Osías Stutman y le publiqué un libro en Olifante. Argentino, vinculado con Mallorca y Barcelona, compañero de Margalida, era un hombre muy especial, apasionado. Teníamos un amigo en común: Julio Frisón, que vivía con la uruguaya Margarita, otra mujer maravillosa. Osías acaba de aparecer por aquí: acaba de publicar este extenso poema de teatro y de homenaje a Chejov y a las mujeres actrices.

 

 

 

Dice Osías que este poema parte de ‘El Mar de Bohemia (Un libro de homenajes)’ aún inédito. Osías Stutman ©

 

HOMENAJE A LAS TRES HERMANAS PROZOROV

Y A UN TEATRO EN MOSCÚ QUE NO VISITÉ *

 

El aliento de las actrices

roza ahora mi mejilla. Olga

agotada, Masha o Maria la doliente

y casada, Irina estatuaria, la dueña

 

de la imaginación que ese viento

invernal sacude y ensancha. [Y Natasha la

cuñada de ellas tres y Galina (Volchek)

que es la reina heroica del teatro que nunca visité].

 

Son mis cuatro inocentes, golpeadas por la

vida sin control. Son el mundo

del doctor enfermo que cura

sin sanar. Es la enferma de pena fiera,

 

tormento y deseo, amor de militar

moribundo en sus ojos. Son los trescientos

mil deseos sin cumplir que hoy desfilan

con dignidad y fría pasión de veteranos

 

de guerra con sus medallas. Todas me susurran

palabras al oído, tiernas palabras y diminutivos

y palabras que acarician como manos. Mis breves

horas con ellas me envuelven como un hilo de seda

 

y me anegan de nostalgias. A veces me obligan

a decir tonterías, a atacar a su creador, otras

a cantarle alabanzas y a veces a abandonarlas

muchos años y luego volver a ellas mohíno,

 

ruborizado, pidiéndoles disculpas a todas ellas

y al autor. Siempre me perdonan pero es amor glacial

peor que el odio, amor que me tumba

de costado como caballo herido. Siempre me

 

dicen que soy tonto y que ellas no existen.

Son mi melancolía esas hermanas. ¿Cuántas

escenas familiares he contemplado con ellas?

¿Cuántos viajes a las Encantadas hicimos juntos?

 

Son miradas de ojos oscuros las suyas. Las actrices,

las hermanas me miran con intensidad, sin

hablarme. No me hablan si yo no hablo primero.

Y este poema, en algún momento, ocupó

 

el lugar del mundo por seis días, el mismo centro

del mundo y el resto se esfumaba de mi visión

y caían los nidos de los árboles con sus pichones

piando, trinando, gritando como coro griego.

 

Nunca soñé que los personajes de un texto

podrían integrar mis horas de vigilia como si

siempre hubiéramos estado juntos, viajando

y discutiendo como discuten los hermanos,

 

con energía y saña de zorros del bosque. Me

rebelé más de una vez a ese dominio siempre

sin éxito. En cada nuevo encuentro

me lo hacían recordar con duras palabras.

 

Y mi rubor traicionaba mi alegría que

no quería mostrarles. Me alegraba

su falso enojo. Mi familia imaginaria

imaginada por otro para mí, como

 

si hubiéramos hecho un pacto con el autor

muchos años antes de que yo naciera. Ahora

escribiendo este poema siento la emoción

del ladrón admirando su tesoro a solas.

 

Chejov me amenaza en un sueño y dice que yo

seré uno de esos personajes que se nombran

pero no aparecen en la obra. Despierto

sin saber si hará eso o me dejará sin hogar.

 

(*) Nota: Las tres hermanas son los personajes centrales de la obra teatral de Chejov (estrenada en 1901). El teatro de Moscú es el Sovremennik fundado en 1956 y dirigido por Galyna Volchek desde 1989 a 2012. La primer obra que vi montada por el Sovremennik fue “The Three Sisters” en Nueva York, en 1996. “Sovremennik” (quiere decir algo así como lo contemporáneo) fue el nombre de una revista literaria fundada y dirigida por Pushkin en San Petesburgo en 1836 y luego de su muerte dirigida por otros siguió publicándose hasta 1866. Gogol, Tyuthchev, Nekrasov, Panaev, Turgenev, Goncharov, Herzen y muchos otros librepensadores, poetas y novelistas colaboraron en esa revista.

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