JAVIER TOMEO: UN ESCRITOR ESTELAR
UN ESCRITOR ESTELAR
Jorge Herralde, responsable de Anagrama y editor de diecisiete libros de Javier Tomeo (1932-2013), conoció al escritor aragonés en sus inicios. Cuando firmaba como Franz Keller, colaboraba en revistas de cómic y escribía, solo o con otros, manuales sobre la brujería en Cataluña o la esclavitud. Fundó su sello en 1969 y sería una década después cuando Tomeo, que parecía un galán del cine italiano, le ofreció una novela: ‘El castillo de la carta cifrada’. Años después, en 1985, le publicó su novela más famosa: ‘Amado monstruo’. Para muchos lectores y críticos esas son sus dos mejores novelas; otros prefieren su ‘Bestiario’ e ‘Historias mínimas’; otros, como Javier Gurruchaga, ‘Napoleón VII’ y su amigo Félix Romeo parecía inclinarse por ‘El crimen del cine Oriente’. En el homenaje que se le rindió al autor de Quicena en Periferias, con Ismael Grasa, Juan Casamayor y Enric Cucurella, Herralde recordaba sus primeros éxitos en Alemania, donde fue autor de culto, y en distintos países europeos, merced a las adaptaciones de sus obras. Tomeo reinó en los tres teatros de París. En los años 80, el ministerio de Cultura organizó una gira de escritores españoles por Alemania. Allí estaban Juan Benet y Javier Marías, entre otros. Los responsables alemanes echaron en falta a Javier Tomeo y reclamaron su inclusión: lo conocían, lo habían leído, les perturbaba. Al final, fue incluido. Allá donde iban, el aragonés era requerido y entrevistado: tenía que hablar sobre el absurdo, la incomunicación, las psicopatías, las complejas relaciones entre madres e hijos y de su parentesco con Kafka. Jorge Herralde decía que aquello fue algo así como la gira de una vedette y su cuerpo de baile. Fue un momento estelar: el famoso era Tomeo. Al final de aquel trayecto, Juan Benet quiso saber qué tenía el oscense que no tuvieran los demás. Lo leyó y concluyó: “Tomeo no está mal, pero sus novelas son como croquetas. Todas saben igual”. Quizá la historia no fuera exactamente así, pero es muy propia de Tomeo, que repetía la frase con una sonrisa. Deja tres libros inéditos: la novela, breve, ‘El hombre bicolor’ (Anagrama); los cuentos de ‘Vampiros y alienígenas’ (Alpha Decay), y 160 microrrelatos que editará Páginas de Espuma.
*Este texto apareció en mi sección 'Cuentos de domingo' de Heraldo de Aragón. Elr retrato de Javier Tomeo es de Nana Abenoza.
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Inma A. -