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Antón Castro

'HILO DE ORO': ELOY SÁNCHEZ ROSILLO

Eloy Sánchez Rosillo, en 2010. Foto: JB.

Desde hace algunos años me gusta mucho el poeta Eloy Sánchez Rosillo. Cátedra, en su colección de Letras Hispánicas, acaba de publicar ‘Hilo de oro. Antología poética, 1974-2011’, casi cuarenta años de poesía en edición de José Luis Morante. Es un libro muy recomendable de un poeta de la transparencia, del amor a la naturaleza, a la vida, de amor al amor y a la memoria, a las pequeñas cosas, un poeta de los pájaros, de los seres minúsculos. Se dice, en la contraportada del voluemn que “Las entregas de madurez aportan un vitalismo sosegado y la reflexión sobre los ciclos naturales de una realidad diáfana”. Copio aquí cuatro poemas que me gustan mucho: ‘Primer amor’, ‘Epitafio’, ‘Miro pasar las nubes’ y ‘Una muchacha’.

 

PRIMER AMOR

 

Abro el balcón, y miro. En los balcones

de la casa de enfrente el sol de junio

juega con los geranios.

Me saluda

desde allí una muchacha: alza la mano,

me hace señas, sonríe, y es más bella

que el fulgor del verano.

Los minutos

se aquietan en el cielo y acaece

mucha luz. Se diría

que un raro sortilegio ha detenido

el tiempo esta mañana.

Pero cierro

un instante los ojos, y al abrirlos

nada queda: ni casa, ni muchacha,

ni balcones con sol. De todo aquello

hace ya veinte años

 

EPITAFIO

Detened, caminantes, vuestros pasos.

Sabed que aquí reposa alguien que amara mucho

La hermosura del mundo: los árboles, los libros,

La música, el verano, las muchachas.

No preguntéis quién fue, ni desde cuándo

Es ya silencio, olvido de las cosas.

En la tierra que cubre sus despojos

Plácidamente descansad un rato.

Y proseguid después vuestro camino

Bajo el propicio sol que en su noche os desea.

 

 

MIRO PASAR LAS NUBES

¿Qué fue de aquel muchacho que yo fui,

de los días aquellos en que era

cierto o posible todo y toda cosa

se encontraba al alcance de mi mano?

Miro pasar las nubes que la tarde

va moviendo en el cielo. En apariencia,

nada ha cambiado, pero qué distinto

me descubro a mí mismo si contemplo

en el espejo del papel al hombre

que ahora intenta escribir este poema.

Pasan las nubes; pasa el tiempo; pasa

la luz gris del invierno por el cuarto

en el que escribo a solas. A lo lejos,

se oye el rumor del mundo. Late, aquí,

la realidad en silencio. Se diría

que es todo igual, más todo es diferente.

Y difícil. Y extraño. Ya no tengo

la juventud que tuve —o que soñé

que tuve—, aquella fe que mantenía

mi vida en vilo: tantas ilusiones.

Y muy despacio —y a la fuerza— aprendo

a ser el que ahora soy, a ir olvidándome

de lo que fuera mío y la corriente

del tiempo que me ha quitado.

Busco un poco

de paz, y, en esta nada, puedo acaso

decir que soy casi feliz. No pienso.

Acepto. Y vivo.

Pero a veces aún,

cuando miro las nubes que la tarde

va moviendo en el cielo lentamente,

me acuerdo de los días en que era

cierto o posible todo y toda cosa

se encontraba al alcance de mi mano.

Y me pregunto con melancolía

qué fue de aquel muchacho que yo fui.

 

UNA MUCHACHA

Ha salido, tal vez, de su casa hace un rato.

No va a ninguna parte. Da gusto, en primavera,

pasear a estar horas sin rumbo, mientras cae

la tarde lentamente y vuelan los vencejos

en la luz que declina. Ha estado en un jardín;

pasó por una plaza y por una alameda.

Tiene ganas de andar. Ahora, el azar la trae,

despacio, hasta mi calle. Yo, aburrido, me asomo

a un balcón de mi casa, y, al mirar hacia abajo,

la veo venir. Tendrá veinte años apenas.

Camina con la gracia que regala la vida

a quien es bello y joven: gloria, breve del cuerpo;

milagro de lo efímero, que cifra en su relámpago

visos de eternidad. Ajena a mi mirada,

se va acercando. El oro del sol último brilla

en su piel, en sus ojos, en el dulce desorden

oscuro de su pelo. En este instante, cruza

de una acera a la otra. No sabe que la observo,

que su fugaz presencia me hace feliz. Ahora,

pasará por la puerta de la casa en que vivo.

Ya llega. Ya ha pasado. Y sigue. Y va alejándose.

Dentro de unos momentos doblará aquella esquina.

 

 

-Primera foto: Charlize Teron. La tomo de aquí

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-5648fc369084047c09c64787ca835d06.jpeg

-Segunda foto: la tomo de aquí

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-Tercera foto:

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-3d3fd179912835b32c35dcc3da9f0742.jpg

 

-Cuarta foto, Isabeli Fontana: la tomo de aquí

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-5c3707e83d355283bfe6da947a1b8fa3.jpg

-Quinta foto: Natalia Vodianova: la tomo de aquí

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-77915efc69f2e02872558b6953b433c1.jpg

 

La foto de Eloy Sánchez Rosillo la tomo de aquí:

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-b7571eebfe07668a08a9f507142bf91e.jpg

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