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Antón Castro

PAULA FIGOLS DEBUTA EN LA NOVELA

PAULA FIGOLS DEBUTA EN LA NOVELA

Paula Figols (Zaragoza, 1977), periodista de HERALDO y bloguera, lleva muchos años escribiendo. Sobre todo relatos: con algunos de ellos ganó premios como un walkman o un vídeo “para mi primer piso de soltera, cuando me independicé. Hacía cosas breves, pero la literatura siempre ha formado parte de mi vida y de mis sueños”. Hace tres años, tras haber sido madre, decidió abrir un blog: 'Cuadernos de todo', en homenaje a una de sus escritoras favoritas, Carmen Martín Gaite. “Ese blog me ha ayudado mucho: es, y ha sido, una gran experiencia. Es como un arsenal y un cajón sin fondo de mis cosas: relatos, fragmentos de un diario, notas de lectura, pequeñas anécdotas. En cierto modo, me ha dado confianza para mostrarme un poco más”.  

Con todo, Paula Figols iba tomando notas para un libro futuro, al que llamó 'Proyecto plaza'. Notas de personajes, de estados de ánimos, de pequeñas historias, y no solo eso: fascinada por una plaza del Casco Histórico, decidió observarla con mirada de escritor y con ojos de fotógrafa. Tomó muchas fotos, inundó sus cuadernos y su ordenador y así, poco a poco, logró encontrar un hilván para componer una novela: 'El refugio de las golondrinas', que publica el sello Anorak y que se presenta hoy en Los Portadores de Sueños.

La novela cuenta la vida de cinco personajes durante un año: desde el 14 de septiembre, que es la fecha de nacimiento de Mario Benedetti, hasta el siguiente septiembre. Para mí los años empiezan con el curso, en otoño, y quería que fuese un año porque tiene algo de elemento cerrado y redondo, con sus fugas, como lo tiene una plaza, que es un centro de reunión, un refugio y también una metáfora del mundo. He tenido muchos libros en la cabeza, pero especialmente uno de Georges Pérez: 'Tentativa de agotar un lugar parisino'”.

En esa plaza, a diario, se asoman cinco personajes: Rafael, prejubilado y separado, que intenta redimirse a través de la fotografía; María, una joven periodista que trabaja de becaria y que siente nostalgia de su hermana, que está haciendo un viaje en bicicleta por Latinoamérica, como ocurrió con su propia hermana. Paula Figols ataja: “El libro no es autobiográfico en absoluto, pero sí tiene muchas cosas mías o cosas que sucedieron durante la redacción del libro. Intento que haya un constante equilibrio entre realidad y ficción”. Dimitri y Martin son dos músicos callejeros rumanos que sobreviven como pueden: “de ellos no se sabe mucho, pero yo soy una novelista que siempre quiero estar cerca de mis criaturas. Lo más difícil de este oficio es hacer hablar a los personajes con naturalidad; aquí lo intento”. Y el quinto personaje es Helena, que acaba de ser madre. “Rara vez lees libros donde se habla de los problemas de la maternidad: de la soledad que te sobreviene, de las dudas, y yo he intentado abordar eso”.

Paula Figols, madre de tres niñas (Lara, Vega y Luna) y deportista, es hiperactiva. Y es una mujer comprometida y sensible, con una mirada social y un idealismo que no se resiente. “Me preocupan los demás: en mi vida diaria, en mi condición de periodista y en mis textos literarios. Estoy con los de abajo”. Su novela combina la inmovilidad de la vida íntima con los sueños del viaje y hay una asimilación de un bagaje cultural que enriquece el libro. “Somos lo que soñamos, lo que leemos, somos el cine que vemos, las canciones que oímos, los amigos que tenemos”, concluye la escritora.

 

*Un amplio resumen de este texto aparece hoy en las páginas de Cultura de Heraldo de Aragón. La foto es de Carme Ripollés.

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