ÁNGEL GUINDA: UN POEMA INÉDITO
[Desde hace más de un año, Ángel Guinda trabaja en un nuevo proyecto poético. Sospecha, pero no lo dice, que puede ser uno de los poemarios de su vida. Por ahora nada se sabe de este libro secreto, trabajo con pasión y calma. Es probable que esta composición pertenezca a ese volumen. Por ahora no está decidido: como Juan Ramón, Ángel ahí anda, concentrado, con la obra en marcha. La foto es de Alexander Bossano.]
NOCHE INSOMNE
Por Ángel GUINDA
La gran bóveda escupe, a la vez, agua y fuego
a través de una anémica sábana de neblina
que el viento agita y la humedad arruga.
¿De qué serán señal esas espinas de agua
entrebordadas con lluvia de estrellas?
El perro pastor ata su mirada perdida
cuando suena en las sombras la esquila de una lágrima.
¿Qué pensarán las cumbres de las negras montañas
tan canosas de nieves y hielos requedados?
¡Están frías las piedras; y mis ojos exploran,
más allá de las nubes, lo lejano visible!
¿Quién atiza los arcos de la magia y del miedo?
¿Quién lanza tempestades de aire sobre el mar?
¿Quién zarandea el bosque mientras danzan los árboles
y los nidos se inclinan con devoción de luto?
(Yo te miro dormida de pie junto a este verso.)
El torrente desliza murmullos de colores
borrados por las manos enrumbadas del sueño.
¿Quién expira escondido entre los matorrales?
Los pájaros descansan y, encogidas, las rocas
esperan a que el sol abra al mundo sus alas,
nos acerque el calor y rebulla la vida,
ocupen los gusanos las tierras requemadas
y aparten los insectos el velo de las flores.
Todo flota en silencio, aletargado, ¿o reza?
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Santiago Sancho V. -
Ángel Guinda -