MAPI RIVERA: POÉTICA DE LA LUZ
[Este pasado miércoles, Mapi Rivera (Huesca, 1976) inauguraba una exposición en Spectrum Sotos. Aquí habla de las claves de su obra y de su forma de trabajar, de sentir y de ’volar’ con la imaginación, con la idea y con el cuerpo.]
¿Qué es Sindéresis? ¿Cómo te planteas esta exposición?
La Sindéresis es la “luz interior que permite distinguir el bien y el mal”. Un “destello de la conciencia”, scintilla consciente, una brizna del alma que no se extinguió cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso. Es un concepto que me permite abarcar los dos proyectos que podrán verse en la Galería Spectrum Sotos a partir del 8 de octubre; “Sinapsis” 2014 y “Mares sin orillas” 2013. En la selección de obras que presento, las refulgencias y resplandores luminosos hacen referencia a esta luz interior.
¿Cómo definirías tu trabajo?
Mi trabajo es el testimonio de un proceso de liberación, búsqueda y encuentro. Roces con lo numinoso, vislumbres de una realidad que va más allá de mí y al mismo tiempo está en el fondo de mí. En la infancia me sentía totalmente vinculada a ella, unida por un hilo umbilical de luz que he conseguido recuperar y mantener gracias al proceso de creación.
¿Cuál es la dimensión física y espiritual de tu obra?
Mi propósito es que ambas realidades fusionen en una sola. He aprendido que trascender lo físico con la oración, la imaginación, la creación… no implica dejarlo de lado sino, más bien, abrazarlo, ya que es el único soporte que tenemos. Creo que hay que traspasarlo para después volver a él con todo el amor y la conciencia que nos proporciona el espíritu. Con los procesos artísticos pasa algo similar. Imaginas una idea, la visionas, sientes su fuerza y su sentido, pero hasta que no le das forma con palabras o imágenes no la materializas y no la puedes compartir. La creación, tal como yo la vivo, me permite dar cuerpo al espíritu.
Citas continuamente a Hildegarda von Bingen. ¿Quién y cómo te marca su poesía y su mundo?
En estos dos proyectos me inspiré principalmente en los textos de los místicos y visionarios Ibn Arabi (s. XII-XIII) y Margarita Porete (s. XIII-XIV). Sus propias vidas son el reflejo de una luz numinosa y transformadora a la que hacen referencia en sus escritos. Margarita en su libro “El espejo de las almas simples” habla de la visión de un relámpago que, en realidad, es una fisura de luz que permite la visión de una realidad lumínica total.
¿De qué otros y otras artistas te sientes afín o con lazos de parentesco creativo?
Voy a mencionar a dos artistas hacia los que me siento atraída, a pesar de que aparentemente no tengamos afinidades formales, ya que los medios de resolución de sus obras son distintos a los míos. La primera es Emma Kunz (Suiza 1892) creadora, sanadora, espiritualista y visionaria. Con la ayuda de un péndulo crea unas geometrías mandálicas para diagnosticar a sus pacientes. Los dibujos son de gran tamaño y cuando comenzaba a realizar uno no paraba hasta que lo acababa, pudiendo estar hasta veinticuatro horas dibujando sin descanso. El otro artista es James Turrell (California 1943) sus obras son templos contemporáneos para la contemplación de la luz. Es un escultor de la luz, como la luz no se puede modelar en sí misma, crea estos espacios que focalizan nuestra atención en ella.
La exposición tiene algo de exaltación de la idea de volar en medio del paisaje... Volar, estar de vuelo, reconocerse en la naturaleza... ¿Quieres que sea así?
La idea de elevación tiene que ver con la necesidad de alzarse y afirmarse ante aquello que uno quiere. Es una forma de entrega por un lado receptiva y por otro lado activa. En mi caso, vivo la espiritualidad a través del proceso artístico, pero cualquier persona que tenga una vocación y la desarrolle sabe que es necesaria esta predisposición y esta entrega activa. Las ideas inspiradas llegan, son como un regalo, pero para poder captarlas hay que estar atento a ellas, alzarse, elevarse, salir a su encuentro de una forma totalmente porosa y receptiva.
¿En qué medida desarrollas una idea de belleza, cuál sería la tuya, la que buscas?
La belleza provoca la dilatación de los sentidos y cuando hablo de sentidos, no hablo únicamente de los cinco sentidos exteriores, sino también de los sentidos internos. Los místicos, por ejemplo, hablan del “ojo del corazón”. Percibir a través de este órgano cordial permite traspasar las apariencias y conocer de una forma más intensa y profunda. Es por ello que yo creo imágenes estéticamente bellas, porqué muy a menudo, en la naturaleza, me he visto conmovida por el entorno. Por ejemplo, la luz del amanecer, la del atardecer, la de un día de tormenta cambia totalmente el paisaje. Se hace el silencio y entiendes la perfección del mundo. Ese instante eterno te sitúa totalmente en tu centro.
Otro asunto latente es la presencia de la luz, un accidente o incidente o elemento que está muy presente. ¿Por qué te importa tanto la luz?
La visión de una luz extraordinaria, mucho más luminosa que la luz natural, está presente en muchos relatos místicos y visionarios, pero también la encontramos en las Experiencias Cercanas a la Muerte y, en general, en cualquier experiencia en la que la conciencia se ve alterada, por estados de aislamiento, meditación, ingesta de enteógenos… En mi caso es la luz que me inspira y me impulsa a crear.
¿Qué importancia tiene la poesía en tu obra?
Escribo de una forma muy automática, más bien podría decirse que transcribo palabras o imágenes que me son dadas en estados de recogimiento. Utilizo diarios en blanco y por la pulsión del trazo se percibe la intensidad de la experiencia, hay mucha diferencia según el proceso vital en el que me encuentro.
¿Por qué te eliges a ti misma como centro de la obra?
El centro de mi obra es el rencuentro de un ser humano con una luz extraordinaria. Una luz que es, en realidad, su naturaleza más esencial. El hecho de que sea yo la que aparezca en las obras tiene cada vez menos importancia, porque aunque hablo desde una experiencia personal, los temas que trato son universales.
¿Cuál es tu método de trabajo?
Hay varias fases en mi proceso creativo que pueden intercalarse unas con otras. Una primera fase de recogimiento e ideación en la que me nutro de textos poéticos y lecturas místicas. En esta fase hago bocetos y escribo poemas que son las semillas de los proyectos fotográficos y videográficos. En la segunda, realizo las sesiones de fotos y vídeo en entornos naturales o en plató interior. Finalmente, en mis últimos proyectos realizo un trabajo importante de postproducción de las imágenes. Gracias a estos retoques digitales consigo evidenciar estas luces y visiones que pertenecen al territorio de lo invisible.
¿Qué significa para ti exponer, creo que por primera vez, en una galería como Spectrum Sotos?
Estoy muy contenta de exponer en esta Galería que fue una pionera al especializarse en fotografía y supo reconocer ya en los 70 el valor del medio fotográfico como obra de arte.
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